EL ÚLTIMO VIAJE...RELATO
DUNIA
SÁNCHEZ
¡Qué arduo y
qué angustiosos son los días ¡, pensaba él . Se recogía en sus brazos y con su
mirada hacia el infinito ocaso trataba de diseñar su vida en otro lugar .
Trataba ver más allá de esas ligaduras que oprimían a su sociedad en el
infierno y alcanzar las palabras del universo con toda su fortaleza . Se
llamaba Bul . Nombre nacido de sus antepasados cuando eran parte de la
naturaleza . Ahora , su nombre era el resoplido de imágenes de muertos , de
sangre , de penalidades . ¡Una tras otra ¡.¡Otra tras una ¡. No sabía como
sobrevivir . No sabía como afrontar una historia más donde la marabunta de la desgracia y la masacre lo hacía estremecerse en un dolor agudo más
horroroso en cada aurora . Auroras teñidas de un luto ilimitado , de un luto
confuso , de un país sumergido en las aguas negras de la miseria . Él ansiaba cambiar todo eso . Pero, ¿cómo ¿ . Desde dentro todo era
desequilibrio, todo era ofuscación : pasadizos involucrados a la oscuridad . El ser humano se agota . Sus
pensamientos no más que se nutren de
muertos cuando no más que ha visto guerras y hambre . Por
ello , él huyo . Aunque en su mente
sobrevolaba la cobardía . “¿Acaso soy cobarde?”, se decía una y otra vez.
Herido se despidió de su pueblo , dejaba esa tormenta infinita tras de si .
Tomo todos sus ahorros y comenzó un largo viaje . Un viaje donde el contraste
de paisaje era colosal . Lugares donde la sequía era la soberana que marcaba el
ritmo de las gentes ; lugares donde la exuberancia de la vegetación invitaba a
erigir a sus habitantes . Pero , ¿cómo? . Todo un paraíso echado a perder. Los
amaneceres iban pasando , él se sentía cada vez más cansado . Parecía que nunca iba a llegar . Llegar a ese puerto
donde un barco le esperaba y a cambio de todo sus recursos lo dejarían cabalgar por las ondulaciones del
océano . Habían muchos como él . Desesperados , soñando en lo que el futuro les
depararía en esas nuevas tierras . Y
llego . Al principio se sintió un poco desilusionado por la cantidad de gente
que como él iban a embarcarse , por lo frío que era el patrón del barco .
Comprendió que aquello era un negocio , un negocio donde se arriesgaban un sin
fin de vidas . Que más daba ser anciano , niño , hombre o mujer . Todos eran
tratado por igual . Subió a ese barco , no pensó en lo frágil que era . Cuando
vio donde lo introdujeron ,dentro de ese cascarón de papel, sus ilusiones se
vienen en picado . “Nos tratan como esclavos” , pensó . Pero ya no había vuelta
de página , tenía que continuar sin mirar atrás . Todo pasará con celeridad ,
sólo unos días bajo el sudor , el olor , el hambre y la sed . Sólo unos días
que iban derruyendo las expectativas de cada uno de los que se hallaban en ese
agujero . Sólo unos días en que la entereza se iba aboliendo . Sólo unos días en que los sueños iban
transformándose en un canto ceniciento . Sólo unos días en que los obligaron
abandonar el barco y cada número determinado de pasajeros los embarcaron en una barca que posaba en sus flancos . ¿Y ahora qué ¿.
Uno de ellos era el guía . Sólo faltaban unos cuantas millas . Unas millas que
nos más que fueron un infierno . Unas millas inscripción anónima de cada uno de
los que iban pereciendo . No lo soportaron . Sólo quedo Bul con sus ojos ya sin
ese líquido salino al ver tantas vidas caer por un precipicio en un mar
silencioso. Él sabía que su muerte sería en cuestión de horas. Sus deseos
envanecidos, envueltos en un ataúd infinito para la eternidad. No quería
dejarse vencer. No pudo. Ya no podía más y poco a poco se fue durmiendo en sus
sueños mal logrados. Su alma se
desprendió de su cuerpo como hoja que deja ser parte de un árbol. Lo rodeó. Lo
observó. Examino su cuerpo condesciende
con ese plácido océano y lo llevó a las profundidades . Otro mundo . Otro
vergel .”¡ Aquí esta mi vida ¡ “, transmitía Bul a su alma . “Una vida que se
hastía tras unas auroras inciertas donde no sabes donde esta tu ruta . Al menos ahora soy libre. Fíjate espíritu
mío, aquí no hay miserias , no existe esa autodestrucción del ser humano. El
hambre, las enfermedades y la sangre no me esperara en el crepúsculo “ Ese era su destino . El alma dolida erupcionó
de nuevo en la superficie de esa mar pacífica . Ahora sería guía , sería ese
rorcual que con su quejido agónico daba
aviso a los demás . Narraría la historia de Bul en un cantil agudo y apagado .
Hablaría a las estrellas de esa fosa común . Ellas serían los cirios de aquellos difuntos sin nombre .
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