FORE
TROQUE NAI!
MOVIMIENTO UPC
Nacionalista viene de nación y nacionalistas son las
personas que luchan denodadamente por el reconocimiento de los derechos de las
Naciones oprimidas. Los que se definen como nacionalistas sin asumir este
principio no sólo no son nacionalsitas sino que constituyen la peor calaña
porque, engañando, viven del nacionalismo. Probablemente nadie ha definido
mejor las consecuencias del colonialsimo que Vladímir
Ilich Uliánov, “Lenin”, en su famosa sentencia ‘No puede ser libre el pueblo
que oprime a otro pueblo’.
Declarando ‘utopía’ la independencia
de Polonia y repitiéndolo hasta dar náuseas, Rosa Luxemburgo exclama con ironía
en el congreso de Londres de la Internacional ‘¿Por qué no exigir la
independencia de Irlanda?’ Evidentemente, la ‘práctica’ Rosa Luxemburgo
desconoce la actitud de C. Marx ante la independencia de Irlanda. Marx tenía la
costumbre de ‘palpar el diente’, como él decía, a los socialistas que él
conocía, comprobando su conciencia y la firmeza de su convicción. Cuando
conoció a Lopatin, Marx escribió a Engels el 5 de julio de 1870 un juicio muy
encomiástico sobre el joven socialista ruso, pero añadió: ‘...El punto débil:
Polonia. Sobre este punto Lopatin dice exactamente lo mismo que un inglés- por
ejemplo un carlista inglés de la vieja escuela- sobre Irlanda’, un español o un canario de servicio, un vende
patrias, sobre Canarias. Marx interroga a un socialista que pertenece a
una nación opresora lo que piensa de una nación oprimida y descubre en el acto
el defecto común de los socialistas de las naciones dominantes (inglesa, rusa,
francesa, española): la incomprensión de su deber socialista para con las
naciones oprimidas, el rumiar prejuicios tomados de la burguesía ’jingoísta’.
Cuando se la preguntó a Pablo
Echenique, eurodiputado de la organización españolista, por no decir
españolera, Podemos, en la conferencia impartida en la universidad española en
La Laguna, Tenerife, Canarias, por su opinión sobre la famosa sentencia de Pí y
Margall que dice “no se adquiere la propiedad de las naciones conquistadas ni
con la prescripción de los siglos” se limitó a no contestar, afirmando en
“petit comité” , hipócritamente, al final de la conferencia, que no podía
contestar en público. La posición de Marx en este problema la expresan, con
especial claridad, los siguientes fragmentos de sus cartas: ‘He tratado por todos los medios de promover
en los obreros ingleses una manifestación de simpatía por la lucha de los
fenianos...Antes creía imposible la separación de Irlanda de Inglaterra. Ahora
lo creo inevitable, aunque después de la separación se llegue a una federación’.
Esto es lo que escribía Marx a Engels en la carta del 2 de noviembre de 1867. ‘Lo
que necesitan los irlandeses es: ‘1) Autonomía e Independencia con respecto a
Inglaterra’. ‘2) Una revolución agraria...’ y añade: ‘La clase obrera inglesa
no hará nada mientras no se desembarace de Irlanda...La reacción inglesa, en
Inglaterra, tiene sus raíces en la esclavización de Irlanda’.
Al principio, Marx creía que el
movimiento que liberaría a Irlanda sería el movimiento obrero y no el nacional
de la nación oprimida. Marx revisa su opinión y la corrige: ‘Qué desgracia es para un pueblo haber
sojuzgado a otro’. La clase obrera de Inglaterra no podrá liberarse,
mientras Irlanda no se libere del yugo inglés. La esclavización de Irlanda
fortalece y nutre a la reacción en Inglaterra (igual que nutre a la reacción en
España la esclavización de la nación Canaria). Y Marx, al hacer aprobar en la
internacional una resolución de simpatía por ‘la nación irlandesa’, por ‘el
pueblo irlandés’, propugna la separación de Irlanda de Inglaterra.
Siendo en principio enemigo del
federalismo, Marx admite, en este caso, incluso la federación con tal de que la
liberación de Irlanda no se haga por vía reformista, sino revolucionaria, por
el movimiento de las masas del pueblo en Irlanda, apoyado por la clase obrera
de Inglaterra. Si el proletariado de Irlanda y el de Inglaterra no hubieran
adoptado la política de Marx, si no hubieran hecho suya la consigna de
separación de Irlanda, ello habría sido el peor de los oportunismos por su
parte, habría significado un olvido de las misiones de un demócrata y de un
socialista, una concesión a la reacción, a la burguesía inglesa...
En Canarias el problema no es que los denominados socialistas españoles y
los propios canarios influenciados por las distintas ideologías,
interesadamente importadas por los colonizadores, reniegan de nuestros derechos
nacionales, hipócritamente reconociendo los de otros pueblos. El verdadero y
patético problema es que algunos que se definen como independentistas se
enrolan en las organizaciones del colonialismo o que claramente están a su
servicio, porque en una colonia sólo se puede ser anticolonialista o
colonialista, estás en contra o estás a favor: la única fuerza natural que se
opone al colonialismo es el nacionalismo, por eso, por su inmensa fuerza, todos
lo utilizan para sus intereses, espurios o no, derechas e izquierdas, nacionalismo
que no es una ideología sino el reconocimiento de los derechos nacionales de
los pueblos oprimidos y todas las ideologías en las colonias, en última
instancia, consciente o inconscientemente, defienden los intereses del
colonialismo, siendo este sin embargo bastante consciente de cuáles son las
organizaciones que tiene que patricinar para poner palos en la carreta
libertaria y son todas aquellas organizaciones que le ponen apellidos a la
lucha de la liberación nacional para dividir nuestras fuerzas, unos gritando
vivas a la consigna colonialista “Canarias libre y socialista” (versión del
“socialismo es libertad” que propalara en los setenta el esbirro al servicio
del colonialismo Jerónimo Sahavedra, “el rey Momo”, responsible del desguace de
la flota pesquera canaria, amén de otras no menos serias responsabilidades),
otros “Canarias libre y comunista”, “Canarias libre y cristiana” e incluso
“Canarias libre y musical”.
En conjunto constituyen una perfecta jaula de grillos cuyo grillar (“cri-cri,
cri-cri, cri-cri”) confunde aún más a nuestro desorientado e
incapacitado pueblo, perpetuando el colonialismo en nuestra patria, expoliada
económicamente, esterilizada culturalemente y sometida militarmente, que se
mantiene en buena parte gracias a ese corifeo de traidores, consustanciales a
todo colonialismo y que nuestros antepasados sufrieron y supieron tratar
justamente con la revolucionaria consigna, expresada en nuestra ancestral lengua materna:
Fore troque nai! ¡Fuera traidores!
Movimiento por la
Unidad
del Pueblo Canario (Movimiento UPC)
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