QUE SE ESCUCHA...
DUNIA SÁNCHEZ PADRÓN
Que se escucha. Que es lo que se escucha. Una voz en su grito y
un tambor que raja el sentido del equilibrio. Nos balanceamos sobre cuerdas
flojas. Nos afligimos en el rompiente eco del oleaje. Pero vamos hacia el.
Hijos de los océanos cuyo magma que rebosa en sus entrañas se estremece y
escupe la sepultura de nuestros llantos. Sí. Llantos. Penamos cuando no hemos
escuchado el vagar de las aves en el horizonte. Solo, el resquebrajar de
atmósfera ante un chaparrón y una ventolera que no cesa. Que no cesa. La tarde.
Sí, es la tarde. En la mitad de la jornada nos cruzamos con el insostenible
resoplido de yeguas desbocadas en busca de su libertad. En mitad de la jornada
topamos con el incontenible vacío de nuestro corazón en las ansías de la
esperanza ¡Dónde están¡ Marginadas bajo la sombra de un precipicio que nos
induce aproximarnos con la celeridad del adiós. Adiós decimos. Y de nuevo
renacemos bajo un añejo árbol que habla de la espera.
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