NIÑA DE 11 AÑOS CONTRA LA POLICÍA: VIOLAR ES UN CRIMEN
Ricken
Patel - Avaaz.org
Queridas
amigas y amigos,
Kaia*,
una niña de 11 años que fue violada en Kenia, demandó al gobierno por no
protegerla y ganó. Ahora podemos aprovechar este precedente para ayudar a otras
mujeres reuniendo los fondos que se necesitan para lograrlo. Si cada uno
contribuye con solo 4€ ahora, podemos lograr que esta importante victoria sea
el principio de una oleada de cambio para proteger a muchas mujeres más:
comprometete ahora
Kaia*
tenía solo 11 años cuando fue asaltada y violada camino a la escuela. Una
profesora la llevó al hospital, pero cuando acudieron a la policía, les
exigieron pagar un soborno a cambio de dejar por escrito su declaración.
Y
entonces Kaia hizo algo increíblemente valiente: denunció a la policía por no
protegerla y dio pie a la extraordinaria historia que sucedería justo después.
En
Kenia, hogar de Kaia, cada 30 minutos se viola a una mujer o a una niña.Y por
lo general la policía ignora las denuncias, aislando aún más a las jóvenes
víctimas de este horror y reforzando la idea de que las agresiones sexuales son
algo aceptable.
Pero
Kaia, junto con otras diez jóvenes que habían sufrido los mismos abusos,
decidió desafiar esa lógica. El día del juicio, ignorando las amenazas y el
cordón de seguridad que protegía el tribunal, marcharon desde su albergue hasta
la corte cantando “Haki yangu”, que en su lengua natal significa “Exijo mis
derechos”. El veredicto del juez les dio la razón: ¡las chicas ganaron!
El
magnífico equipo de defensores y abogados especializados en derechos humanos
que apoyó a Kaia está listo para iniciar acciones similares contra la policía
por toda África y en otros continentes, pero necesita fondos para lograrlo. Si 30.000 de nosotros nos comprometemos a
donar 4€ ahora, podemos hacer que esta imponente victoria se repita en otros
países, recordándole a la policía que violar es un crimen y dando un firme paso
al frente ponerle fin a la guerra global contra las mujeres. No procesaremos las
donaciones hasta que consigamos el objetivo:
https://secure.avaaz.org/es/take_kaias_win_global_loc_nd/?bcrKKbb&v=31446
En
un principio, todo parecía indicar que Kaia sería una víctima más de la
interminable lista de niñas violadas y olvidadas por la policía. Pero la
alianza entre Mercy Chidi, defensora keniana de derechos de la infancia y Fiona
Sampson, abogada canadiense especializada en derechos humanos, logró desafiar
esta injusticia ante los tribunales.
El
plan se tejió en Kenia entre un grupo de colegas de Canadá, Kenia, Malawi y
Ghana. En un primer momento, demandar a la policía por su falta de acción
parecía una misión imposible, pero aceptaron el reto, asumieron los riesgos y
ahora han conseguido hacer historia. El trabajo acaba de comenzar: como en
cualquier otra victoria legal, se necesita tiempo, esfuerzo y dinero para
asegurar que la sentencia sea acatada y utilizarla como trampolín para eliminar
la violencia contra las mujeres.
Si
reunimos suficiente dinero, así es como podemos lograr que esta histórica
victoria de Kenia se convierta en un triunfo para toda África e incluso para el
resto del mundo:
Ayudando
a financiar causas como ésta en África y en otros continentes.
Utilizando
estrategias de campaña de gran impacto para asegurar el cumplimiento de leyes y
sentencias judiciales.
Impulsando
campañas educativas públicas y de sensibilización que ataquen la raíz de la
violencia sexual y ayuden a erradicarla de una vez por todas.
Respondiendo
a más oportunidades de campaña como ésta, con estrategias capaces de darle un
vuelco a la violencia sistemática contra las mujeres.
Comprométete
a donar 4€ ahora para ayudar a poner en marcha esta importantísima tarea -- no
procesaremos las donaciones hasta que no consigamos que 30.000 personas donen a
favor de esta iniciativa:
https://secure.avaaz.org/es/take_kaias_win_global_loc_nd/?bcrKKbb&v=31446
Como
ciudadanos, a menudo nos dirigimos a líderes políticos y a altos funcionarios
para que se comprometan con la protección de los derechos de las mujeres. Es
importante que lo sigamos haciendo pero, cuando su conciencia flaquea, debemos
apelar a sus intereses y demandarlos ante los tribunales. Así les enviamos un
mensaje doblemente poderoso: que los delitos no quedarán impunes y que la época
de odio y violencia contra las mujeres está llegando a su fin.
Con
esperanza,
Ricken,
Maria Paz, Emma, Oli, Nick, Allison, Luca y todo el equipo de Avaaz
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