¡ARAUCO TIENE UNA PENA!!!
POR MAITÉ CAMPILLO
Dicen que no
hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros, ni la onda con sus rumores,
ni con su brillo los astros. Lo dicen; pero no es cierto, pues siempre, cuando
yo paso, de mi murmuran y exclaman: Ahí va la loca, soñando con la eterna
primavera de la vida y de los campos (Rosalía de Castro)
Y el tren gira y gira…
La literatura en
otro tiempo silenciada hoy vilipendiada representó el despertar de la palabra
no prostituida: como una actividad de lujo o un medio social para la acción,
sed de conocimientos y formación? Grandes maestros de la palabra pueblo
formaron parte de nosotros, pongamos el ejemplo del salvadoreño Miguel Mármol,
al que fusilaron y fusilaron y siempre salía vivo con una sonrisa en la boca.
Fueron el eco del grito, la siempreviva de la resistencia que va y viene entre
el ronroneo de los vientos. Llega desde lo más profundo del autor a través de
su narrativa vinculante, vivencial, que le sostiene en hilo histórico de
conocimientos hacia nosotros. Pongamos por ejemplo ‘Memorias de calabozo’ de
Rosencof, autor dramaturgo de algunas de mis obras a escena y talleres de
formación “El Combate del establo” “El Bataraz” “Los Caballos”… su lenguaje
vivido, representado, preciso y concreto como pilar del Partenón; traspasó
muros entroncando fronteras el “ruso” uruguayo a través de sus obras, realidad
y sueños fundiéndose, diluyéndose hasta poder llegar, es solo un ejemplo.
Hoy Chile es
literatura andante entre calles de combate, calles tomadas de vida, el
despertar, el canto, el horizonte en cordillera majestuosa asomando a la ciudad
donde la trampa acecha. Paso a paso decidido y una voz popular, cercada de
dudas y antojos tras apurar su matecito brinca en contagio contra la
injusticia, absorbe las calles su mirada repletas de carencia social -no hay
justicia dice- hay violación, tortura, sometimiento, detenciones, mutilación,
crimen… Eleva su voz hacia el frente de lucha y sigue, las calles son un
desierto helado compañera hay que llenarlo de cuerpos para que no se mueran de
vida. Otoño húmedo en sobresaltos, áspero en represión, desolador en lluvia
ácida y frío abigarrado en tormenta sobre relámpagos cautivos. Les habla una
mujer, una combatiente, paso a paso caminando más allá de las baldosas que
marcan la acera. Desfila guitarra en mano a despertar la mañana, desperezando
la cordura de los instrumentos liberados como un explosivo, ciñe entre pecho y
cintura la descarga contra el crimen organizado que bate las calles. Fusil de
cuerdas y grito en poesía de futuro es la compañera, voz, sabia liberada en
proclamas de Violeta.
Y la noche
despierta entre los bastidores de la resistencia para volver a su propósito
henchida de poder volar sobre Santiago de Chile. Frustran sus alas. El crimen
organizado cuaja la noche helando la victoria e impuso la ciudad de la trampa,
la pantalla misiva, la caja tonta programada que curte la ley del engaño. La
agitan en sus manos, bombardeando, taponando la otra cara de Chile, que ensalza
el poder de la mafia política transformando en cobarde a el “profesional”. La
alienación se patentiza e impone y paraliza en pantalla a forma de patria
encantada; no acompaña más allá su información de las fronteras del
capitalismo, contra el arte en lucha en las calles. Alarma reventando el
silencio mediático, cristales rotos, pantalla vomitiva. Motiva la trampa al
poderoso represivo del primer mundo en orden de alienación. Donde su continente
somete a los pueblos favoreciendo los holgazanes, vagos, perezosos enjaulados
en cajas de cerillas distinguidas como casa, ajena a los guetos en foco de
infección, celdas de lujo en distinción para ver de lejos la miseria como hoja
muerta.
Las ramas percuten
ronroneando al viento somos viento que vuela, hojas vivas y no muertas, que el
árbol desprende en reclamo del planeta como la gran literatura de nuestros no
menos grandes maestros Machado, Lorca, Miguelito, Neruda o León Felipe. La
danza de sus hojas se expanden aleatorias cagándose contra la farsa alienante
económica e informativa, montaje en economía especulativa pagado por la
“España” y Chile capitalista. Te pregunto mientras lees, por el cambio
climático, en manos de la España monárquica junto al Chile represivo
militarizado? Dos países en el mundo donde el aborigen es nada y el foráneo todo
cuanto más especulativo y agresivo con “su Patria”. Posan rama y hojas holgando
en tierra junto a los desposeídos cagándose en el Dios del BCE y FMI pasando
por el Pentágono y la CIA. Escardando la mierda del capitalismo junto a los
nuevos y viejos ricos, sus benjamines y minas “entre nosotros”, a la cola no
del paro laboral sino de la esquina de los avanzados en política de desarrollo
de “las democracias como pichones del mismo águila por escudo entre los
escuadrones de la muerte del planeta”; rumiando sobre el balcón monetario
imponen patria mientras el capitalismo caga sobre ella.
La inteligencia
acosada asoma al encuentro en calle internacional voz y grito literario. Sobre
las seis cuerdas de su guitarra la compañera caminando dibuja un futuro posible
nuestro no del amo. No hay invasor infiltrado dentro de su caja sonora. Las
hojas brotan entorno a ella, la saludan, vitorean y aplauden manos laboriosas
en pancarta mensajera: Que el árbol no te impida ver el bosque. No soy sino la
voz del pueblo. En otros tiempos Violeta y Parra, flor, aroma y belleza
(Moraleja) para los que luchan siempre será flor nueva. El espejismo es el
árbol, su esencia ciencia, el bosque su cuerpo. Guía que quieren mutilar nos
corresponde defenderla, hablamos de la libertad con cuerpo, llena no vacía.
Presiona sus cadenas la esclavitud sobre el planeta. Lluvias torrenciales sin
cosecha, ciclones sin freno en el frío invierno y hasta en el verano más
cálido, tiene nombre: ambición especulativa, acecho y engaño. Acelera sus pasos
la “izquierda” como loros del capitalismo. Estamos a tiempo, hay respuesta, no
todo está perdido. La carda de hojas llena las calles en Santiago de Chile. Es
la contraofensiva más allá de “la gran movida, mediática, contra el cambio
climático entorno a una adolescente en ala monetaria sanando el planeta”.
Retoma las calles
la voz de la resistencia aclamando lucha implacable, doctrina aprendida en boca
de Violeta, Víctor Jara, Quilapayun… Saludo fabuloso, pueblo en pie naciendo
desde abajo, luz de un nuevo día en llamamiento a los pueblos del mundo ¡QUE NO
MUTILEN TU LIBERTAD!!! (Luz mágica, luz guía, en misterio de los sencillos
marcando vida irradiando calles) ¡¡¡HAZ QUE PASE Y POSE SOBRE LA VIDA NO QUE LA
VIDA PASE POR SOBRE ELLA ARRASANDO SU SENTIDO SIN DARTE CUENTA DE LA BOTA QUE
APLASTA SU CABEZA!!! Asalto al Palacio de la moneda, a la ilusión y esperanzada
humana, voz, palabra, grito y protesta, rayo estridente en proclamas de
urgencia sobre el camino de partida, senda en luces y sombras, llama encendida en
clamor de la tarde hacia una noche reivindicativa. Vamos llegando. Impidiendo
vendas a los ojos contra lo invisible “políticamente correcto”, que ata tus
plantas y dedos de tus pies enreda. Cuerda a base de hilo de pesca poco
apreciable pero acaba contigo, conmigo, con todos nuestros referentes para que
apoyes sus pantomimas de ‘la izquierda en embrujo socialdemócrata’.
Triturando tus
recursos propios se acomodan dentro de ti, lo das por válido ante el enemigo
voraz, ahogando tu grito “incorrecto”, a favor del mediático. Oleaje en marea
golpeando, cegando, asesinando humanidad y ecosistema ¡Reacciona o nunca serás
flor nueva, las calles del mundo están llenando de fascismo, sus parlamentos
cada vez más reivindicativos de un populismo reivindicativo nazionalsocialista.
No lo dudes, “es la democracia”, capitalismo, contra lo que llaman chusma que
Durruti definió como anarquismo y otros como Lenin comunismo, que golpeados por
arpones percute la alarma en la voz de Chile al mundo, que siguen masacrando
policías y milicos. Vela de historia en el tiempo alumbrando en resistencia las
noches ciegas con un fondo de música mágica que atrapan los vientos que viven
soñando vida mientras la llama sigue encendida contra la mala yerba impuesta
(Moraleja): ‘No todo el monte es orégano’, aunque como él seas puntal de vida.
La vigilancia diaria ha de formar parte de nuestra filosofía de vida
revolucionaria, fundamental para su salud, y poder abrir los ojos aunque
aprieten sobre ellos lazos de fierro.
Básico como el
lavarse hay que reeducarse, resta alienación a la suma generosa que nos invade
del viejo mundo, el de los alambiques como carrera. Seguimos arrastrando su
pesada carga tan vieja como ni te imaginas, pongamos desde tu pedestal de
estudiante de instituto, universidad o formación profesional que profesas. No
son auténticos los escenarios de enseñanza del viejo mundo caduco; iglesia,
colonialismo y ejércitos golpistas son base del fascismo en las aulas. Materia
tenebrosa impresa como historia. Ensancha no diezmes más de lo que te imponen.
Comunica avances, la muerte en vida enreda hablando tonterías, que para nada
satisfacen al brillo de tu sonrisa. Despierta, aprende y lucha. Un futuro
espera sino a nosotr@s a otros camaradas con idéntica suerte burlando la
muerte. Las trincheras de lucha no han muerto. Aunque en su entierro haya
participado la izquierda para avanzar su desfile en zancadilla a favor de la
alienación servil; pareciera una quimera el vuelo del recorrido de nuestra
historia. Peligran los visionarios de vista larga, vista corta es menos
optimista en lucha de los contrarios, más renumerable y manipulable su
“ceguera” consentida; cada vez necesitan menos mercenarios de la extrema
derecha “para dar la cara” en nuestras filas. Somos como fuego vivo – no lo
olvides- capaz de confundir al enemigo tanto como al “inocente” (que cree que
el fuego está apagado y al remover en el pretende mostrar nuestras cenizas) y
se quema.
PD.
A lo largo de la
historia los poderes cualesquiera y en cualquier lugar del mundo han utilizado
serviles y creencias en dioses variopintos para dominarnos. Con la dominación
por las armas nos ha sometido su alienación económica obligándonos a ver que
otros pueblos y culturas viven mucho peor (eso dicen desde este lado del mundo
que estoy escribiendo y llegan cientos de pateras de África a la isla). Nos
imponen el consuelo de la sumisión y adoración a un dios imaginario,
descalabrando la rebeldía en el lamento apartando su lucha consecuente. Nos
mediatizan para que seamos solidarios en el reparto del dolor y pedacito de pan
o tocino alabando sus dioses de guerra. Haciéndonos creer que una vez muertos
alcanzaremos el reino de los justos entre pompas de jabón, paraíso en paz
eterna, obligándonos a poner el acento en su Dios y no el el hombre. Cuando el
amor es amor por sentir lo que sientes y no por estar con quién estés por
imposición, sea divino o vecino, lo cortejes en el campo o taller y no guardado
en una urna o una cruz como un ser hipotético ajeno al cinturón estrecho que
oprime los cuerpos por la economía de ladrones de la justicia.
Civilizaciones tan
antiguas como la griega, romana o azteca tenían sus dioses que junto a su
economía avanzaron el infierno en tierra abrasando a la ciencia. Los helénicos
tenían varios, era politeísta y antropomórfica, creían en muchos dioses y estos
tenían forma humana, pensaban que los dioses griegos vivían de manera similar a
la de los humanos que tenían las mismas virtudes y defectos. “Lógicamente” no
conocían la enfermedad ni miseria nuestra, nuestras calamidades y penurias
arrastrando los pueblos al matadero, ni la vejez ni la muerte que a nosotros
acosa por ser omnipotentes e inmortales, por imposición, claro, eran dioses:
Salí del llanto, me
encontré en “España”,
en una plaza de
hombres (y mujeres) de fuego imperativo.
Supe que la
tristeza corrompe, enturbia, daña…
Me alegré
seriamente lo mismo que el olivo.
(Miguel Hernández)
Maité Campillo
(actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)
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