"UNA MEMORABLE ESTELA"

"UNA MEMORABLE ESTELA"

Rafael ZAMORA MÉNDEZ.-

Con SAN FERNANDO por delante, como protector y escudo en las queridas CANARIAS, hoy nos encontramos enalteciendo su festiva fecha.

Bueno es que con el mayor entusiasmo, elogiemos su rico gofio, plátanos, gastronomía, islas, paisajes, deportes, costumbres, rincones y lugares, que en boca de abundantes admiradores, tanto son alabados y enaltecidos.

De ninguna forma y manera, quiero dejar pasar por alto la ocasión de asimilar esta Fiesta, para traerles como reseña, a  la ya casi olvidada imagen de un genuino canario, orgullo de lo artísticos pinceles, habiendo trazando como pocos, con cautivador verismo, todas las zarcas aguas del inmenso piélago tinirfeño.

JUAN RUANO ROJAS, que a los 80 años de edad, un 16 de enero del 2004, para siempre nos abandonara, dejando esparcidas sus cenizas, según personales últimos desos, entre las onduladas lápidas marinas del  océano que con tanta perfección,  pintó y adoró.

Tuve la peculiar circunstancia de haberle tratado personalmente en determinadas y diferentes etapas de mi existencia.

En Las Palmas de Gran Canaria, en donde desempeñara su inevitable servicio militar y el que fuera , durante esa época, mi carismático maestro, en las Escuelas Profesionales Salesianas, habiéndome dejado unos muy educativos recuerdos y unas prodigiosas narraciones, hablándonos de sus increíbles deportivas aventuras.

Como gran atleta olímpico, según aseguran, "el mejor y más completo que hasta la fecha hayamos tenido", con 12 títulos  de Campeón de España, habiendo sido 8 veces internacional, le vi correr en el desaparecido estadio “PEPE GONCALVES”, sacándole una triple diferencia de distancia a sus asfixiados oponentes.

Siempre deploró y lloriqueó que el restringido presupuesto del hispano gobierno de aquellos tiempos, ”NO TUVIESE SUFICIENTES FONDOS MONETARIOS  PARA PATROCINARLE LAS DOS VECES QUE FUERA SELECCIONADO A TOMAR PARTE  ACTIVA EN LAS  RENOMBRADAS OLIMPIADAS”

Un fervoroso amartelado a su buena madre, el desventurado día que por la perpetuidad se le esfumara, sintió tal dolor, pesadumbre y desconsuelo,  que sólo hallaba bonancible refugio al  borde de los encrespados mares, laderas y montañas, desde los que pudiera divisarlos.

Espontáneamente, sin ningún estrato de aprendizaje específico, toda su martirizada sensibilidad, con impulsiva pasión, se desbordaron  en marinos lienzos de desmesurado valor decorativo.

Me decía:” Reconozco que mi trabajo parece costoso pero, el dinero vuela, mientras que, el poseedor, se queda con uno de mis hijos, del que me desprendo y pierdo”.

Su hábil destreza le salvó varias veces la vida.

En algunos de sus viajes a las intricadas selvas de Venezuela, adentrado en prohibido territorio de peligrosas  tribus, haciéndoles  "cuadros- retratos", a los pasmados motilones, le trataron como a un rey, apechugando las enorme colas de solícitos clientes, solicitándole la  acuarela de “su figura”.

Poseía una flamante voz de afinado tenor y fueron hartas las veces que con él participara, tomando parte en el repertorio de  pegadizas  zarzuelas que la enorme GALERÍA DRAMÁTICA SALESIANA” ofrecía, para solaz entretenimiento del alumnado, padres e invitados que, avistándolas, ovacionaban a rabiar.

Desde el alto Coro monacal del Centro, solía ofrecerle elevadas plegarias a la Virgen y emotivos motetes al Sagrario.

Una vez me confesó que...”se moriría con la honda y profunda pena, de no haber podido presentar sus obras en Nueva Yor”, motivado a que jamás logró el poder encontrar al adecuado y desprendido mecenas o  interesada firma comercial, que le facilitara el oportuno Corredor o Salón para ello”

¡Jamás dejó de expedirme exclusivas Invitaciones para cada una de las múltiples Exposiciones que en nuestra Capital efectuara!

¡Es necesario e indispensable, el que de vez en cuando, recuperemos a estas resguardadas figuras que un día pasaron por nuestro camino y, juntos, lo recorrimos, transitando unidos por  las humanas veredas de la  AMISTAD, ADMIRACIÓN y  AFECTO!

¡LLORAN LOS MARES DE ESPAÑA,

SUS PINTURAS SOBERANAS

Y, EN “EL DÍA DE CANARIAS”.

JUAN RUANO TE ACOMPAÑA,

ENTRE AZULES PORCELANAS!