LA EUROPA DEL TÍO SAM
LLUÍS RONDA I BERENGUER
Las leyes
económicas del capitalismo llevan siglos forjando una estructura la cual, con
su último armazón globalista, está llegando a su fin no por degradación sino
por el hedor, ya insoportable, de sus elementos.
En el ático de dicho edificio, un puñado de “arquitectos mundi” relevados en sus cargos de forma consuetudinaria, han venido calculando sus jugadas sobre tableros de estrategias sociales, políticas y económicas para mayor gloria de sus dominios. Y es que siempre han salido vencedores por mucha revolución francesa que se dé: o aceptas sus condiciones o te mueres de hambre (entiéndase).
Hasta hace pocas
décadas nadie cuestionaba la capacidad reflexiva de una gran parte de la
ciudadanía sobre temas políticos, había, digamos, un compromiso individual con
la sociedad y el medio ambiente, la relación humana era imperativo y ello se
reflejaba en aquellos grande programas culturales y de debate político que
emitían las TV en horas de máxima audiencia.
Sin embargo,
echemos un vistazo a la ciencia de buena parte de nuestros jóvenes y… ¡Sí! Ello
también se refleja en la programación televisiva en horas de máxima audiencia.
No cabe duda alguna
respecto la consecuente clase política que padecemos: paupérrima, chabacana y
mediocre, pocos se salvan de la tormenta (y el tormento) de incompetentes. En
estas condiciones, dígame Vd,que persona íntegra se atrevería a vestir la toga
cándida.
No es menos cierto
que toda esta pérdida de valores y virtudes ha sido y está siendo consecuencia
de la hoja de ruta promovida por las élites del sistema, derivada del peligro
que representaría una sociedad de miles de millones de personas instruidas
capaces de transformar el mundo.
Alejados del
mundanal ruido en medio de lo estridente, unos pocos deducen y advierten a un
puñado de sujetos que poseen la riqueza de casi cinco mil millones de personas
porque los beneficios de sus multinacionales superan el PIB de centenares de
países. Derechos humanos, naturaleza, pueblos y culturas… ¿qué les importan?
Sólo importan los beneficios económicos a lo Maquiavelo si hace falta.
En estos momentos,
una parte de la élite con sede en EEUU, ha provocado (con su imparable
persuadir a países del antiguo Pacto de Varsovia para entrar en la OTAN “en
nombre de la paz”y haciendo caso omiso a las insistentes advertencias del
sátrapa Putin) una guerra que generará pingües beneficios a los gerifaltes del
tío Sam, aunque Europa se arruine… y a ellos qué? “Son un puñado de papanatas
lameculos, harán lo que les digamos”, dirán.
Y así es: las TV
europeas son filiales de las agencias norteamericanas, emitiendo exclusivamente
sus dictados. Y para mayor gloria de la libertad de expresión y la democracia,
se erradica todo medio de información ruso por tierra mar y aire en todo el
ámbito europeo fomentando la ruso-fobia.
Ayer vivimos 24h.
de covid, hoy 24h. de guerra de Ucrania con acogidas de miles de refugiados
(Yemen, Palestina, etc. no existen), pero ayer nunca tuvimos 24h. de un millón
de muertos en Irak, ni Afganistán, ni Libia, ni Siria y los millones de dólares
pagados a Turquía parta retener a millones de refugiados sirios (no eran rubios
de ojos azules)… subsaharianos, pateras, etc., no hay 24h. para ellos.
Y siguiendo las
reglas yanquis y en nombre de la victoria (que nunca lleva a la paz, sólo a la
victoria), los otanianos se afanan en enviar armas a Ucrania para que se
defiendan del enemigo, todo un ejemplo de filantropía y buen hacer.
Estos son los
políticos que tenemos en una Europa minada de bases militares americanas,
ninguno de ellos es capaz de alzar la voz ni en nombre de los propios
intereses, ni en nombre de una inagotable diplomacia preventiva, ni en nombre
de la sensatez. El tío Sam habla por ellos.
Pero, ¿Qué creen
Vds. que harán las élites ruso-chinas? Lo mismo o quizás peor.
Sin embargo, hay un
punto de encuentro entre las élites, un cruce de caminos que lleva al 2030, el
sitio se llama Nuevo Orden Mundial.
Como dijimos,
habiendo conseguido un mundo repleto de miles de millones de peleles dejados
llevar por los medios de comunicación de los accionistas del sistema, que no
saben pensar ni reflexionar con equidad ni, por lo tanto, consecuentemente, la
vía pecuaria ya la tienen planificada… y el predio robótico y metaversico
preparado.
A estas élites sólo
les une el dinero y el poder, sin embargo, hay una élite superior de un puñado
de sujetos que, como jueces supremos, tienen la última palabra: “Hayan guerras,
no importan las muertes de inocentes, provoquemos una crisis económica y humanitaria
nunca vista y que después de la tormenta llegue 2030.Una única religión, una
única ideología, un único sistema de usos.
Unos son demonios y
los otros dueños de sus templos, así está gobernado el mundo de hoy.
Como habíamos dicho
al principio, la degradación del sistema es estructural, ninguna reforma dentro
de ella puede ser eficaz, así, es inminente su caída en pocos años, pero ésta
no será consecuencia de la justicia humana sino de la naturaleza, de la misma
ley del universo, pues el cambio radical y urgente por parte de la sociedad
para transformar el mundo no se ha dado.
Preparémonos, pues,
para lo que acaba de comenzar, hasta la llegada de una nueva humanidad y de un
nuevo día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario