HUELVA, EL NÉCTAR
CONTRA EL VENENO
POR MAITÉ CAMPILLO
Una ofensa a un solo pueblo es una ofensa a todos los pueblos. Huelva se debate por una vida sugerente entre sus paisanos y tierras de su entorno natural, más allá de lo impuesto como turística, gastronómica, o vertedero. La España una-grande-libre d` Franco prospera para no tener que mendigar ajena al socialismo. Avanza rastrera del yanqui y pitiyanquis de la política europea, aferrada en convertirse líder del mayor estercolero d` su Europa y su OTAN. Nada que ver con quién vota sino con quién decide que nunca es el que vota. Por ignorante o afín vota, mientras la bota imperial en sus tropas, aplasta y sepulta ‘su pueblo’ y otros pueblos de igual manera.
`Donde no hay justicia es peligroso
tener razón porque los imbéciles son mayoría´
Frase
escrita en el siglo XVII, por Quevedo, cuya visión radical de nuestros días la
hace memorable. Me adentro tras ella en pretensión antiimperialista haciendo
alusión a uno de los artículos escritos hace unos años en Vanguardia Obrera por
Ángel Campillo (o ‘Edu’, autor del libro Incomunicado). Abro con ello una nueva
página de historia en memoria de su undécimo cumpleaños, último abrazo en el
recuerdo como cañón de futuro, con el que camino contrariamente a los
plumíferos reaccionarios (como él los llamaba) que han pretendido siempre
justificar la miseria y atraso, en que la oligarquía fascista sigue manteniendo
a las capas más desfavorecidas con el viejo argumento de <<Somos un
país pobre en recursos>>. Por el contrario mi guía alumbra que ha sido un
país particularmente rico en reservas minerales basándose en que posee
importantes reservas de wolframio, titanio, ucranio, mercurio, plomo, cobre,
hierro, potasas, piritas, espato flúor (etc.), siendo en alguno de ellos, el
primer productor del mundo y en otros el primero de Europa. Pero lo que ocurre
es que tradicionalmente y, sobre todo, en las últimas décadas son los
imperialistas extranjeros -principalmente yanquis- quienes se benefician de
tales riquezas. Para facilitar este saqueo (puntúa en VO) la dictadura
franquista decretó el 10 del 12 de 1964 <<Que uno de los sectores
productivos que precisa de cuantiosas inversiones e importaciones de equipo es
el sector de la minería, por lo que resulta singularmente interesante facilitar
hacia él corrientes de capital extranjero…>>. Con estas
facilidades no es de extrañar que los monopolios norteamericanos se hayan
lanzado a este sector y se lo estén engullendo tal y como podremos comprobar
por algunos de los ejemplos ilustrativos: Desde 1964 la U.S.S. Corp. (que
controlaba los desaparecidos Altos Hornos de Vizcaya) se ha adueñado de la
‘Cia. Minera de Sierra Nevada S.A., y controla –directamente– o
a través de Altos Hornos, a la Agrupación Minera-AGRUMINSA’ (que a su vez ha
absorbido a la Orconera y, la Alquifer, y otras compañías mineras),
‘Explotaciones de Minas de Hierro S. A., ‘La Menera’, y otras. Sólo durante el
año 1971 se instalaron en el Estado español, o aumentaron sus capitales, las
siguientes empresas mineras de Norteamérica: American Smelting and Refining
Co.; T. G. Española (100% capital yanqui); Investigaciones de Metales Básicos
Españoles, S.A (100% de la Northgate Explotatión); Dresser Minerales (100% de
la Dresser Industries), así como otras aunque de menor importancia. Los yanquis
ha estado saqueando el espato-fluor de los yacimientos de Caravia (Asturies).
El monopolio de la multinacional química yanqui Du Pont ha estado llevándose el
mineral a bajísimo precio para almacenarlo en EEUU, siempre a la espera de
subidas de precio para ponerlo en el mercado. Este negocio ha tenido una
participación siniestra, el clan de los Argüelles, uno de cuyos miembros (el ingeniero
asturiano ‘Jaime’), fue embajador franquista en los EEUU. La voracidad de la Du
Pont por sacar el espato-fluor ha sido tal que no se para ni incluso ante la
eventualidad de derrumbar pueblos enteros. El mercado de los principales
minerales estratégicos, así como las compañías que lo extraen, están
controladas por los norteamericanos (Así ocurre respecto al wolframio, titanio,
uranio, y mercurio por ejemplo). Mediante el control de importantes empresas de
la industria química dueñas de explotaciones mineras, los yanquis han logrado
el control de estas. Así ocurre con Bauxitas Españolas (filial de ENDASA, que
se encuentra bajo control de la ALCAN); las diversas explotaciones mineras de
la Cros S.A. y de la Unión Explosivos Riotinto S.A. etc. Diversos monopolios
extractivos norteamericanos se han ido instalado en el Estado español y han
montado sus filiales directas, a través de las cuales se han adueñado de la
mayor parte de las diversas ramas de la industria minera a los que abría que
añadir un largo y extenso etcétera.
A raíz
de la sublevación fascista de 1936, el dictador Franco, puso en manos de Hitler
todos los yacimientos y reservas de materiales estratégicos en el Estado
español (wolframio, titanio y otros), que los nazis necesitaban para su industria
de guerra, acentuándose así el saqueo de estas riquezas. Podemos sin complejo
afirmar que dicho saqueo, de las riquezas minerales en el Estado español por
parte de los imperialistas, no data precisamente de hace unos días. Ya a partir
de la mitad del siglo XIX, estando en el poder los borbones y sus
corrompidas camarillas reaccionarias como administradores de los asuntos de la
‘Corte’, el Estado español se convirtió en un coto abierto de las grandes
sociedades europeas, que poco a poco se fueron instalando y adueñando de los
mejores y más grandes yacimientos de cobre, plomo, mercurio, hierro, fosforita,
cinc, piritas, etc. etc. que sacaban del país por un precio irrisorio y lo
volvían a introducir –ya elaborado– a precios altísimos. Los
nombres como Orconera Iron, Franco-Belgue de Mines de Somorrostro, Riotinto
Mines, y tantos y tantos otros para cuyos intereses tenían que extraer las
riquezas naturales los propios mineros del Estado español, en semiesclavitud.
Condiciones que están muy grabadas en la memoria de los pueblos victimas de la
especulación y explotación. Tal era el grado de la descarada entrega de las
riquezas (que se supone pertenecen al pueblo y no a cuatro peleles
explotadores), a manos extranjeras, que por entonces se hizo famosa la frase
<<Sólo nos falta entregar al extranjero el aire que respiramos>>
(Oh, y a eso, la democracia ha llegado a conseguirlo sin complejos, sólo falta
que nos recluyan en guetos y manden a los crematorios para dar paso más amplio
a la avaricia que todo destruye, roba, altera y nunca se sacia de ella). En la
VIII sesión del Comité Consultativo Hispano-norteamericano en Materia de
Defensa –una especie de supergobierno– al que asistían
López Bravo, ministro franquista, y Diez Alegría, teniente general, jefe de
Estado Mayor del Ejercito de la dictadura, a rendir cuentas y recibir
directrices del embajador yanqui en Madrid y del jefe de las fuerzas
norteamericanas, en Europa, general Burchinal (¿Qué ha cambio hoy en
comparación con el ayer?: hoy Huelva se encuentra en el estercolero de los
desechos de las multinacionales y ayer bajo el imperio inglés). Días antes
de celebrarse esta reunión las tropas agresoras yanquis habían llevado a cabo
contra el pueblo vietnamita la más salvaje campaña de bombardeos y destrucción
jamás vista en la historia de la humanidad. Campaña que desató la indignación
de todos los pueblos del mundo, e incluso de gran número de gobernantes y
políticos conservadores de diversos países, que llegaron a comparar los
crímenes yanquis en Vietnam, con los que años atrás cometieran las hordas
fascistas en la carretera de Málaga-Almería (cuyo aniversario este 8 de
febrero, ‘recuerda la desbandá’, sobre el recorrido donde fueron asesinados
miles de seres de todas las edades), Gernika, Oradour, Coventry…
Sólo a
unos energúmenos fantoches aliados del imperialismo como el opus-fascista López
Bravo y el teniente general franquista Díez Alegría se les puede ocurrir montar –al
término de la reunión– el siniestro acto de homenaje a la
soldadesca yanqui en el cual, para dejar constancia de su ferviente condición
de lacayos, condecoraron al general Burchinal, al que se dirigió López Bravo
con las siguientes palabras <<Quiero ver en el general Burchinal, y
muy auténticamente, su inteligencia, su corazón y su valor y en él rendir
homenaje en nombre de mis compañeros y muy sinceramente a título personal, a
las fuerzas armadas de los EEUU que con tanta altura de miras y tanto sentido
de la responsabilidad, han sabido siempre asumir las arduas misiones que los
sucesivos gobiernos de los EEUU les han ido ordenando a través de la historia
moderna. Quería, mi querido general Burchinal, en este momento dejar clara esta
posición de mi pensamiento para que no haya confusión respecto a cual es la
actitud del Gobierno español y de su Ministro de Asuntos
Exteriores>>. Es cierto que la provincia de Huelva tiene un encanto
especial por su propia diversidad, habría que ser muy superflua para negarlo, y
hasta quizá sea una de las provincias andaluzas más peculiares, dependiendo
siempre de lo que uno busque y quiera encontrar; también una de las provincias
más castigadas, hasta el límite extremo de degradarla en lo físico, su
geografía, en contenido y ultraje en lo social y cultural hasta sumirla en
siglos (por toda Europa), por la propia España, y sobretodo por Inglaterra,
jugando en más de una ocasión ser dueña exclusiva prácticamente de toda
Andalucía, hasta llegar a dominar el turismo anglosajón otras ‘pertenencias’ en
exclusividad brindada tanto como impuesta, amparándose en la base fornida
especialmente en otros tiempos hasta el total saqueo de sus riquezas minerales –como
la Roma imperial en las Médulas (León)– y dominar en economía y
política destruyendo pueblos y habitantes entre violaciones (tampoco se salvan
los marines norteamericanos desde que se les cedió espacios propios
estratégicos para sus intereses destructivos en carrera armamentista de
extorsiones y guerras por el mundo; bases estratégicas, campos de tiro y armas
nucleares e interés exclusivos). Resultando ser amos y señores en incontables
hijos (fruto de violación sin reconocer) y exploración de minas hasta destruir
la agricultura, en un país agrícola en su tiempo más de sus tres cuartas
partes, además de esclavizar y asesinar a quién le estorbara.
NO
QUIERO OLVIDAR’ el caso de Palomares. Accidente nuclear ocurrido en la
localidad perteneciente al municipio de Cuevas del Almanzora, en Almería, el 17
de enero de 1966. Ocurrido en el contexto histórico de la Guerra Fría, en que
dos aeronaves de la Fuerza Aérea de los yanquis (USAF): un avión cisterna
KC-135 y un bombardero estratégico B-52, colisionaron en vuelo, en una maniobra
de reabastecimiento de combustible que provocó el desprendimiento y la caída de
las cuatro bombas, termonucleares, que transportaba el B-52. Y que según el
viejo recalcitrante franquista Fraga Iribarne ¡¡No pasó nada!! Él mismo se bañó
en la playa cerca de donde cayeron las bombas (Claro que vete a saber el fósil
falangista en que playa se bañó). Por lo que no he de olvidar, no podría
hacerlo, que los residuos nucleares el yanqui, los deja aquí; al igual que la
mierda que vierten en los mares incluidas sus evacuaciones fisiológicas, su
agüita amarilla y su estiércol contaminante. No dudo en absoluto que aún siguen
los residuos nucleares de Palomares. De ahí entre otras causas, por igual
espeluznantes, que la oligarquía española hoy como ayer siga integrada en el
mundo imperialista de la especulación: el yanqui tiene armamento nuclear en
bases que datan de la época de la dictadura. Armamento de guerra que se amplió
incluso en plantilla, con la entrada en la OTAN, bajo el nefasto mandato
psoeista que sigue imperando para solución del yanqui y de la imperial Europa.
Estoy convencida analizando la situación internacional, en sus diferentes fases
sociopolíticas en la historia, que el hallazgo de la democracia real en su
tiempo, de los Soviets, durante los primeros meses de 1917, jugó un papel
trampolín determinante en la revocabilidad de los delegados; cuya aplicación
permitió reflejar en los Soviets y luego en su Congreso, el cambio en la
conciencia de las masas, y llevó a los bolcheviques de ser minoría en la
primavera, a ostentar la mayoría absoluta en octubre. Por lo que he de ser
honesta conmigo misma para poder afirmar que, sólo las alternativas de lucha al
alcance de metas surgen de la rebeldía sobre una utopía, nunca de la sumisión y
cobardía.
La frase
de Quevedo al empiece de esta nota mantiene plena vigencia, pese a los nueve
siglos que nos distancia, puesto que si en ese tiempo esplendoroso en las artes,
aunque con una gran mayoría social analfabeta sin ningún derecho a la educación
y la cultura (me preocupa saber), en qué realmente se ha avanzado en el fondo
más profundo de la palabra que engloba la mayoría humana, otra cosa sería
saber, si objetivamente así nos consideran. Lo cierto es que en mi opinión en
la actualidad, aún cuando no se produce esa carencia en la mayoría de la
sociedad, se propicia ese estado de necedad general a través de la alineación y
manipulación informativa. Por lo que insisto yo en saber, es decir, si son las
mayorías, las que hacen ganar unas elecciones, sí?: claro que eso hasta hace
apenas tiempo atrás tenía relación porque ‘las mayorías’, explotadas, nada
tenían que perder y todo por conquistar. Una sociedad que se cultiva en la
“cultura”, pero ajena a su idiosincrasia como abrumadoramente manifiesta la
televisión basura, que es lo que predomina sea pública sea privada incluida la
mayoría de la prensa escrita: que no reúne capacidad en absoluto de
planteamiento verdaderamente crítico, en reconociendo como verdad intangible y
dogma de fe, todo lo que se le vende desde la pequeña envenenada pantalla,
desde unos medios de comunicación que se convierten en correa de transmisión de
la verdad (mentira), que es la que prima en diseño del poder trampolín
dominante y, no es lo peor de lo peor que ya es decir, que te mientan, con esa
fragancia tan pasmosamente democrática y voraz, tan ostentosamente sublime en
descaro, sino que partiendo de una foto original auténtica, se la introduzca tal
versión a forma de arte (en fotocopia de montaje) que desaparece completamente
tanto lo original como quien es el autor y, mientras, se vive como dios ajeno
al creador: del aquello que conviene ocultar, sea rostro, sea una jota, un
pregón, o una revolución de octubre; eso sí, sea lo que en sí sea, sepultado,
maquillado, retocado, retorciendo hasta apuñalar la historia y su imagen real
que se transmite hasta ser mera ficción y esperpento de la realidad, cuando no
leyenda del pasado sin camisa ni camisón sino sombra de invención para mejor
mutilación. Y es que no podía haber, imposible que hubiera una transición,
auténticamente democrática sin ruptura con el imperialismo, con la oligarquía
y, por tanto, con sus aparatos de dominación: los que han seguido intactos
desde el franquismo con meras adecuaciones de operatividad. Las pretensiones
ridículas de que la entrada en la OTAN y en el MCE servirían para debilitar el
aparato de Estado heredado del franquismo, de entrada fueron una evidente y
pura farsa, más bien un nefasto montaje para engañar a los sectores menos
avanzados en luchas, una claudicación sin escrúpulos ante los poderes reales.
Por lo que para los que de luchar se trata, hay buenas lecciones a sacar en la
historia, no tan lejana, particularmente de cara al movimiento antiimperialista
que se desarrolló en todo el Estado contra el armamentismo, contra el peligro
de guerra imperialista (hoy en Ucrania). La lucha por la independencia
nacional, y paz entre los pueblos, es inseparable a la lucha contra la oligarquía
y el imperialismo, y a su vez, inseparable de la lucha contra el Gobierno
socialdemócrata de hoy verdadero administrador de los mismos. No puede haber
una cabal comprensión del dominio imperialista sin tomar en consideración su
papel en la transición. Es fundamental la implicación de la clase obrera y
estudiantil en la lucha antiimperialista, por cuanto que esta lucha es en
primer lugar una lucha de clases, contra un sistema que se basa en la
explotación de clase.
NOTA
‘El año de los tiros’ basado en la Huelva de 1888, fue escrito el 4 de
febrero del 2013, sobre la primera manifestación de trabajadores referente
contra la contaminación mortal, de las primeras que se hacían en el
mundo <<Al norte de la Península Ibérica, en el año de los tiros,
caían millones de copos blancos y en Huelva, al sur peninsular, los británicos
acribillan a balazos a los obreros de las minas de Riotinto. Va cuajando la
nieve al norte de la cordillera cantábrica, se expande coronando los Picos de
Europa, quedan colapsados, y el manto de hielo va cubriendo las casas en
Asturias, León, y Cantabria. Mientras la sangre de los mineros al sur, siembra
calles y plazas. Bajo las órdenes del colono británico (igual de miserable y
ruin que el colono español en las minas, de las que llegó a poner como nombre
América Latina) se generalizan unas condiciones de vida más que lastimosas
miserables, con salarios de subsistencia increíblemente humillante. En su
interior, perforó la entraña de la tierra, día y noche incesantemente la lenta
combustión del mineral amenazaba con la muerte, arrojando a la atmósfera
dióxido de azufre. En ese infierno, vivían y trabajaban cientos de mujeres
hambrientas y niños. El sistema de calcinación del mineral se hacía al aire
libre, la amenaza británica se cumplía, las teleras, eran letales. Amenazaban
la densas nubes del humo venenoso contaminando sus vidas a borbotones la
irrespirable atmósfera. . . >>.
Se cumplen 133 años de aquella masacre y parece que las cosas siguieran
igual como si desde un espejo cóncavo se trata y pudiera leerse tres decretos
en uno: ”España murió con Franco, resucita en Europa, manda EEUU”. Hoy ese
neoliberalismo europeo tan permisible con los movimientos neonazis exporta su
mierda
(a Nerva-Huelva), su mentalidad macabra y su concepto social inhumano de
convivencia al margen de que se lo permitan o no, los no menos macabros,
dementes gobernantes más allá de sus fronteras ¡Oh!, perdón, que formamos parte
del euro, y no de la corona ni del escudo ni siquiera de la peseta sino sujetos
a las postas entre funcionarios pudientes ‘intachables de primerísimo orden
indiscutible’, al servicio del capitalismo, envenenando la tierra y el fruto de
sus alimentos consciente (conscientemente). En este caso directamente de los habitantes
de Nerva, con un vertedero tóxico, al que llegan miles de toneladas de residuos
de distintos países de Europa. La que no acaba en Nerva, viaja miles de
kilómetros para encontrar un lugar donde ser depositada, antes de ser internada
a través de sus víctimas descomponiendo miles de personas hasta acelerar y
provocar su muerte prematura a todas las edades. En este sentido Huelva, para
desgracia de sus ciudadanos y ecología, la han convertido como referente del
mayor basurero de la historia. Gracias al Mercado Común: a la `comunidad
europea´ y al gobierno español entre otros, ha recibido las últimas semanas
procedentes de Montenegro a tres mil kilómetros ¡¡Más de 14 mil toneladas de
residuos tóxicos!! (Casi nada, ñoooo, candela y puchero, apunten, fuegoooo!!!).
‘Los santos inocentes’ saben lo que mejor les conviene a su estado real de
bienestar, el derecho a la vida y el amor a los suyos, que nada o muy poco
tiene que ver con lo que le ofrece el amo, dueño y señor de la hacienda; saben
que quieren, a quien quieren y les preocupa <<Yo no quiero que la
Milana bonita me se vaya>>, y Azarías, encarnado por Paco Rabal,
grita, grita, grita… quiá, quiá, quiá, y hace justicia, asienta las bases,
porque uno puede llegar a trabajar, servir en la hacienda y respetar, pero
nunca permitir que te utilicen de ese modo (Grandes entre los más grandes los
tres actores ya ausentes: Landa, Rabal y Terele Pávez).
Huelva (como Nerva) tampoco quieren que se las utilice y trate de ese modo
ni se las pierda el respeto con esa altanería tan falta de dignidad. No quieren
más ‘regalitos’ en huella oficial que se expandan por su comarca como lenguas
de fuego de un volcán henchido borboteando incesante su lava; ni como maná del
cielo a la tierra frontera tras frontera con permiso gubernamental; ni caigan
de sorpresa toneladas por ninguna chimenea en envoltorio de navidad en sacos
Papá Noel, como fantasmita de la ópera los templarios asegurando el camino a
recorrer, aferrado a las horas extras en generosidad remunerada a la espera de más
cargas en víspera de ¡7 mil toneladas más!!! Y todo por la ‘Comunidad’, de
bienes, los suyos no los nuestros; a su rol ‘español’ por una Europa que pita
en árbitro convirtiendo la imagen de Huelva en estercolero, a 700 metros del
poblado, objeto de polémicas constantes que nunca se han tenido en cuenta,
desde antes de su apertura en 1996. Una ofensa a un solo pueblo es una ofensa a
todos los pueblos. Más de dos décadas y media de aguante recibiendo
encantamiento y agradecimiento en millones de toneladas tóxicas. Tal es la
gratitud al balneario europeo al sol y son de sus rayos: por su trato, su
gracia y su salero dicta convertirla en vertedero, la Europa ecológica, la
diplomática y respetuosa gracias al descubrimiento de Nerva (¡EUREKA!!!) Lo más
terrible de la degradación es que, mientras los prudentes la afrontan, los
demagogos de la política la precipitan. Por lo que termino en consecuencia, con
una frase que en sí resume la política siglo 21; del leonés (e ‘increíble
africano’) olvidado, brillante e irrepetible filólogo, poeta y narrador Juan
Ignacio Ferreras: ”El desarrollo económico, técnico y del saber del mundo ha
roto (en el mundo en el que vivimos), las morales y las ideologías dejando a
los humanos en ‘pelota’ doctrinal. Uno de los numerosos ‘pecados’ de la
izquierda ha consistido en buscar la paz social ignorando la lucha de clases”.
Maité Campillo (actriz y directora d’ Teatro
Indoamericano Hatuey)
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