¡HOY LES TOCA ESCRIBIR A UDS!
QUICOPURRIÑOS
El otro día escribí un relato donde
decía que no se me ocurría nada. Y de la nada, de ese día en que las musas
estarían despistadas y no me visitaron, salió un cuentito.
Y entonces, los
que me siguen, los que me quieren y leen, me comentaron cosas, y me dieron
ideas para escribir, para cuando no se me ocurriera nada. Como hoy.
Pues hoy tampoco.
Tampoco las musas me visitaron hoy, estarán ocupadas por aquello de las fiestas
navideñas, pero me sugirieron, me mandaron por wsap, por el que dicen que no
cuesta nada, un mensaje, un escribe aprovechando la los que te escriben, lo que
te dicen. Los comentarios que te mandan a los que escribes, a los que te leen.
Los que te comentan cosas de las boberías que narras.
Buena idea pensé.
Porque, mis seguidores, comentan, hablan, escriben, me animan, con su lenguaje
precioso. Tanto que me animan, siempre me animan a escribir.
Por tanto, el presente, el cuento, el relato de hoy, no lo escribo yo. Lo escriben ellos.
Son, ellos los artífices de esto que lees,
recopilado con lo que me han escrito y dicho. Esos comentarios que merecen ser
compartidos. Que deben ser compartidos.
Los pondré, sin
orden de aparición. Son comentarios a diferentes relatos, pero escritos y sentidos
con cariño. Con muy buena pluma.
Pues ahora los
pongo:
Deditos hacia
arriba, muchos.
Pero palabras entrañables, esas, esas son otra
cosa.
Mary
Carmen Martín Consuegra, me escribió un día:
“ Quico, te miro en tus relatos, con una sonrisa y el corazón, mirándolos con
la ilusión que son un mensaje en una botella que lanzas al mar, y seguía….
Bonito, ¿No?”
“ Buenos y fresquitos
días”. Al cuento “ Amores”. Qué puedo
decir que no sea que es el más intimista y sentido de los que has enviado. Te
envío la letra completa de esa bella canción (la de Mary Trini)…y te recuerdo
que lo que envejece a las relaciones personales es la incierta espera de que
ocurra lo que, si intentas de corazón y te lo inventas cada día, de cierto ocurrirá.
Y añadió, Amigo…me
encantó tu último relato, especialmente.
El día gris parece que invita a cierta
melancolía.. pero recuerda…tras las nubes brilla el sol…dador de la vida. Buen
día y gracias amigo. Eso escribió. ( Lucy)
Y otra, que me
sigue, “dijo”: Oh qué romántico, llegas a la profundidad del corazón. (Olga)
Y Mercedes, mi querida amiga Mercedes
Caballero, la que siempre contesta, la que siempre me anima, Y me puso, un “Amores se van marchando, como las olas del
mar. Pero Amores los tienen todos, pero ¿quién los sabe cuidar?” Eso me dijo. Y
es que eso también decía la canción. Eso es lo más difícil escribió. Gracias
Merceditas, amiga del alma, amiga desde la niñez.
O un hola Quico, qué
bonito el escrito “Amores”, pero nostálgico.
Y le pregunté qué problema es ser
nostálgico, y su respuesta fue que la nostalgia contínua no es buena, porque te
aparta de la realidad presente que irremediablemente se pierde. (Nena, mi
hermana Nena)
Y es verdad,
aunque, a veces, la nostalgia sea el escudo donde arroparte, al que te agarras
si la realidad no te gusta, a la que te aferras para no sentir un vacio, para
no caer en esa irremediablemente levedad
del ser.
Mary Carmen Artíles esa abogada con
la que compartí despacho en los principios, en la calle San Agustín 5, y en el
que el teléfono era el “250555”, el que rara vez sonaba, me dedicó estas
bonitas palabras:
“Se ve que has disfrutado y disfrutas de un
amor verdadero, si no, no sabrías escribir como lo haces, ….” Gracias Mary
Carmen, y besos a Andrés Doreste, canarión de nacimiento, a tu pareja, ese que
se compró un burro, para ir a la romería de Tegueste y de nombre le puso
“Catedrático”, él, que volviendo de la Romería se perdió por el camino, y con
su burro no le quedó más remedio que dormir en el monte, a la intemperie hasta que el sol volvió a brillar. Anda que
no me reí cuando me lo contaste. Recuerdo que me llamaste angustiada, a no sé
qué hora, preguntándome si sabía por
dónde andaba, él y el burro. Y angustia estabas, no sé si más por él, o
por catedrático, el burro.
Hoy no escribo yo,
sino los que me siguen los que me leen y quieren. A esos, a los que me dedican
comentarios y me animan a seguir escribiendo. A los que tanto quiero.
¡Curioso!. Los que llevan
calzoncillos, te mandan o un dedito para arriba o un “qué bonito”. No se matan
en escribir: el cerebro justito. Sin
embargo, las de las bragas, esas, te hacen comentarios preciosos, escriben y
muy bien. Comparten. No les cuesta nada en dedicar parte de su tiempo, a escribirte
algo, en parar y decirte, me gustó tu último relato.
A ellas y a ellos hoy
les mando, a punto de llegar los Reyes Magos, los que vienen de Oriente…. a
Melchor, Gaspar y a mi amigo Baltasar,
mi afecto. Mil gracias.
quicopurriños, 4 de enero de 2021
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