¡UN DESEO!
QUE EL PC (PERSONAL COMPUTER) NO ME
CORRIJA
QUICOPURRIÑOS
Delante de la pantalla del ordenador estoy, del PC. Y yo que sólo venía a escribir pero, al intentar a comenzar a lo que quería, a lo que venía, me paro a mirar antes y veo descubro como la pantalla me informa, como que me dice muchas cosas. Y es que tiene un montón de cuadraditos donde lees cosas como “inicio, insertar, diseño de páginas, referencias, correspondencia, revisar, vista…” Eso solo en la línea de arriba.
Pero es que, a la izquierda debajo, salen unos cuadraditos con pegar, cortar (tijera incluida), copias, copiar formato (con una escobita incluida para tu información), portapapeles. Y luego, en otro renglón, al lado, que si una N, K,S, x, Aa… y yo que sé qué cosas más, un cuadradito con cambiar estilos, subtítulos, énfasis, buscar reemplazar….
Y siguiendo “pabajo” …..”portapapeles, fuente párrafo, estilos” y
con una flechita cada una a su lado, pero que no se te ocurra abrir, porque te
saldrá un montón de ¿información?. De información o de órdenes. Abrumadito
estoy, con todo lo que está delante de mí, con todo lo que dice, o es que no te
has dado cuenta de todo lo que te encuentras nada mas encender el ordenador.
Veamos, pantalla, que sólo venía a
escribir, que no a pelear. Que el que relata o lo intenta soy yo, aunque veo
que me quieres imponer normas. Viejo y caduco estoy pues recuerdo a esos, a los
que también les gustaba escribir, y que lo hacían cogiendo un lápiz, un
bolígrafo o una pluma y directamente, sobre el papel virgen y desnudo,
plasmaban su historia. O, más adelante, quienes escribían insertando un folio,
también blanco, virgen y desnudo, o dos al poner por medio un calco, con la
ayuda de la “Hispano Oliveti” portátil, pero en ambos casos, dueños absolutos
de sus relatos. Y es que entonces ni el papel, ni el bolígrafo o la pluma, ni
la “ Hispano Oliveti”, mientras relataban, mientras escribían, se atreverían a
decirles, eso está mal. Pues ahora no, el dichoso corrector “el inteligente” te
corrige, te pone en rojo, lo que escribiste en negro como diciendo, pedazo
bestia que eso va con “b”, no con “v” o te cambia la palabra, porque sí, porque
a él le da la gana.
Pero es que el listo del corrector
también se equivoca. Porque no conoce la palabra y entonces le tienes que
enseñar tú, tocando una flechita que dice agregar al diccionario. Y eso sí, cuando
ya la tiene agregada y, por tanto, ya se la sabe, no te vuelve a advertir, a
corregir, ni a llamarte tonto el dichoso cerebro artificial que presume de
haber nacido en Silicon Valley.
Es así, de esa manera tocando la
flechita de incorporar, como al mío, a mi ordenador nacido y producido fuera de
las islas, he ido educando. Porque es que un día me planté, y le dije en la
cara a esa herramienta, a ese conjunto de cables, transistores, chips, o como
se llamen, que fuera parido en un garaje cualquiera: “Chacho… esto no puede
seguir así”.
Y sí, ahora sí, gracias a que aprendí
a darle a esa flechita de “agregar o añadir al diccionario” es que mi “PC” ya
conoce palabras o conceptos como “rebenque, totiso o totizo, tolete, totucho,
cotufa, tonique o guachinche, que deberían, si es que no lo están, incorporarse
al Real Diccionario de la Lengua Española. Al RAE. Y también palabras como
cambuyonero, fonil, autodate o chinegua. Lo de “chibichanga” le costó, hay que decirlo, un poquito de entender porque
mi “PC” ya es chicharrero y la palabra, la del miembro viril, viene de la isla
de enfrente, pero tengo que reconocer que lo de “poyaboba” lo cogió a la primera. Sí, ahora, tras conocer esas
palabras, tenemos más empatía, porque ya vamos hablando de la misma manera.
Quisiera irme ahora a dormir, tras
escribir este cuentito, llegando a un pacto con el que tengo enfrente, con la
pantalla de fondo azul cielo. El acuerdo es: que sea, que se comporte como el
papel y el bolígrafo, como la Hispano Oliveti aquella, que deje que escriba y
lo haga sin interrupciones, que no me corrija, aunque me equivoque, que equivocarse
es de humanos, algo que él, como máquina que es, no va a entender nunca.
¡Qué! : Computadora, ¿firmamos ese
acuerdo?
Post data: Dije computadora. No ¡con
puta hora! ni ¡con puta ahora! Que aclarado quede.
quicopurriños, hoy que es 10 enero de 2021 en el que hace
frio del carajo, un día más y mucho, mucho y además sigue lloviendo. El Teide
está blanco, blanco y nevado como nunca.
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