CONTRA EL NEOLIBERALISMO, MARINALEDA
POR LUIS FELIPE OSPITIA RAMIREZ
Nuestra responsabilidad como sociedad es sumarnos a
las reivindicaciones de los agricultores, no podemos ser indiferentes
porque también nos agreden como consumidores de forma directa al encarecer
abusivamente los precios, lo que se traduce en una merma considerable de
nuestro poder adquisitivo, nos están robando en nuestra cara sin
vergüenza y esto no es de ahora, llevamos años así, en que se enriquecen unos
pocos a costa de la inmensa mayoría, de nuestras movilizaciones y presión
depende que las cosas cambien a mejor.
«Si el campo se para, la cuidad no come», lo expresado por el Ministerio de Agricultura genera
esperanzas para solventar la situación, es ridículo que inunden nuestro mercado
con productos traídos desde lugares tan lejanos como Israel, Marruecos o
Filipinas, lo entendería si no dispusiéramos de tierras de cultivo como sucede
en Japón.
El bipartidismo ha sido responsable de
esta escandalosa situación por su permisividad y abandono al sector durante
todos estos años, quién perpetra la injusticia es el oligopolio de los
grandes distribuidores, este es el factor que se debe regular por ley o
eliminar de la ecuación, pero si el sector opta por la segunda
opción, debe reestructurar su modelo de producción llevándolo un paso
más allá, además de producir debe distribuir a los comercios, esto se logra por
medio de las cooperativas que se encargan de gestionar todos los
estadios de los productos.
Los payasos de la derecha, la ultra derecha y la falsa
izquierda, en este caso el presidente extremeño Fernández Vara, se han sumado
falsamente a las reivindicaciones de los trabajadores del campo, aprovechando el río revuelto como buitres
alimentándose de la carroña, buscando los primeros sacar rédito político y el
segundo de forma irresponsable desprestigiar a su propio partido en el
gobierno, tratando de vender en el imaginario colectivo que el principal
problema del sector es la subida del SMI.
«A pequeños hombres, pequeñas cosas».
Se ha hablado solo del sector agrícola productivo, no
podemos permitirnos desaprovechar nuestras vastas extensiones de tierras
abandonadas.
La despoblación de la España rural es una realidad
preocupante gracias a las políticas del bipartidismo, quienes siguiendo las directrices del capital han
obligado a la inmensa mayoría de los habitantes del campo a migrar hacia los
grandes núcleos urbanos por las altas tasas de desempleo. En la última década
6000 municipios han perdido su población, 5000 pueblos tienen menos de 1000
habitantes, el 56% del territorio está ocupado por tan solo 4,5 millones de
habitantes, 12 habitantes por kilómetro cuadrado y somos en total
aproximadamente 47 millones.
Eso quiere decir que el 90% de la población vivimos en
el 30% del territorio, es un sin sentido que nuestro campo esté abandonado y
estemos concentrados de esta manera.
Lo que otrora fuera nuestra huerta de la que nos auto
abastecíamos, hoy tan solo son infinidad de terrenos cultivados de forma
recreativa para consumo propio, para el pastoreo y la mayoría abandonados
consumidos por la maleza, la naturaleza reclama lo que una vez le arrebataron.
¿Cuáles son las recetas para evitar la despoblación en
los pueblos?, La respuesta es compleja porque cada pueblo tiene características
propias por su ubicación geográfica y los recursos naturales de los que
dispone, así que las propuestas se deben interpretar de acuerdo al lugar en
concreto.
Revertir el flujo de población implica hacer del campo
un medio de subsistencia digno, lo que haría atractivo regresar al entorno
rural, entre el Ministerio de Agricultura
y la Seguridad Social deben apoyar a los parados de larga duración que quieran
cultivar la tierra en zonas despobladas, con la facilidad de tener su vivienda
y parcela en la cual también puedan explotar animales domésticos y sacar
adelante su proyecto personal.
Recuperar las labores agrícolas que otrora hicieron
que floreciera el lugar y/ o con apoyo técnico incorporar nuevas tecnologías
para poder producir durante cualquier época del año los mismos productos y
otros nuevos.
El trabajo consiste en que se produzca localmente para
satisfacer las necesidades del entorno, haciendo de la economía algo cíclico.
Una de las opciones a nivel macro para eliminar los
intermediarios pasa por la constitución de cooperativas, a menor escala son
garantía de éxito.
La respuesta para recuperar nuestra España vaciada no
se soluciona con buenas intenciones ni teorías económicas que no pasan de ser
quimeras, la respuesta la tenemos en casa, tan solo hace falta replicar el
ejemplo de Marinaleda, un pueblo eficiente en materia social, agrícola y
económica.
Gracias a la gestión de Sánchez Gordillo, Marinaleda
se ha convertido en un municipio gestionado de forma exitosa, el trabajo mancomunado de la sociedad ha
conseguido que la explotación agrícola sea una verdadera alternativa de
sustento para la comunidad en que la riqueza se distribuye de forma
equitativa permitiendo vivir con dignidad por medio de la Cooperativa, esta
es una forma de hacer política decente y responsable, el camino que debemos
transitar para ser de nuevo autosuficientes.
Y voy más allá, debemos ser
ambiciosos, ¿Qué pasaría si hay excedente de producción?, Vamos a
exportar, seamos la huerta de Europa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario