EL DEPORTE "REY"
Por
Eduardo Sanguinetti,
Filósofo
Rioplatense
El fútbol, hoy,
no tiene nada que ver con la concepción de deporte en el sentido clásico, en
cuanto el “negocio” que fomenta, en manos de entidades dirigidas por
inescrupulosos empresarios y políticos, que como objeto de cambio, esclavizan a
jugadores (gladiadores rentados del tercer milenio) convertidos chivos
expiatorios de todas las corrupciones cometidas en nombre del "deporte
rey".
Tampoco en
cuanto a multitudes apasionadas, cegadas hasta el infarto en las gradas, a la
presencia de barras bravas, incluida su violencia al servicio de los
empresarios y autoridades de las asociaciones que manipulan el espectáculo del
fútbol. No olvidemos a los fanáticos que, ya finalizado el show, hacen asomar sus
banderines por las ventanillas del ómnibus, que los devuelve a la realidad de
su hogar, familia o soledad.
El Fútbol,
"pasión de multitudes", sin dudas es uno de esos acontecimientos que
encandilan en un doble sentido, en que permiten ver y obligan a seguir mirando,
a miles de millones de seres que conforman la humanidad. Todo queda a la zaga,
cuando la pelota se echa a rodar en el campo de juego.
En el
espectáculo mediático, el fútbol opera como aglutinante: es fácil, universal y
televisivo. No es la nación pero sí su supervivencia pulsátil. O quizá, la
forma en que la nación incluye hoy a quienes de otro modo abandona...el fútbol
es "pasión de multitudes", conformadas por todas y todos, los que
manera casi patológica, dejan de lado toda urgencia y compromiso con la
realidad.
El 27 de mayo,
se ordena la detención de los más altos dirigentes del gobierno del fútbol la
FIFA, a petición de la justicia estadounidense, acusándolos de haber cometido
fraude, asociación delictiva y blanqueo de capitales, solicitando su
extradición, para ser juzgados, según informó el Ministerio de Justicia suizo.
La fiscal
general de Estados Unidos, Loretta Lynch, y el director del FBI, James Comey,
ofrecieron una rueda de prensa en Nueva York en donde explicaron los detalles
de la acusación.
"Corrupción
rampante, sistemática y profundamente enraizada". Con esta crudeza la
fiscal general de Estados Unidos, Loretta Lynch, calificó la supuesta trama en
la FIFA que habría sido desarticulada.
Además de la
investigación hecha por Estados Unidos, la fiscalía suiza abrió una
investigación separada por presuntas irregularidades de la FIFA en cuanto al
proceso de selección de las Copas del Mundo de 2018 y 2022, otorgadas a Rusia y
Qatar respectivamente, reportó la cadena CNN en su página digital.
Corrupción
institucionalizada, al menos en los 15 miembros que fueron denunciados, entre
los cuales, encontramos a un uruguayo, con ciudadanía estadounidense, Eugenio
Figueredo, quien según el Observador:"Se lo acusa de negociar extensiones
de los derechos de televisión (...), a escondidas de los clubes. Fue sacado de
su cargo a instancias del gobierno de Tabaré Vázquez y terminó como presidente
de la Conmebol en medio de una polémica con los clubes uruguayos que reclamaron
más dinero por los derechos de TV con la figura de Casal sobrevolando por
detrás."
Según esta
investigación, los acusados estarían implicados en la obtención de sobornos por
valor de más de 150 millones de dólares, a lo largo de 24 años por la
corrupción del fútbol, por "lucrativos derechos de comercialización en los
medios y mercadotecnia en los torneos internacionales.
Bien, pareciera
que todos estos dirigentes corruptos y quien sabe cuantos cómplices más,
dejaron de lado el Código de ética de la FIFA, que en su preámbulo dice:
"La FIFA asume la gran responsabilidad de velar por la integridad y la
reputación del fútbol en todo el mundo. Por tal motivo, se esfuerza
constantemente por proteger la imagen del fútbol, y sobre todo la propia, para
evitar que métodos y prácticas ilegales, inmorales o contrarios a los
principios éticos puedan empañarla o perjudicarla..."
La historia
toda es el testimonio del fracaso insigne del hombre en desbaratar su destino;
tal el caso de estos dirigentes de la FIFA, referentes de la corrupción y la
estafa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario