A Guacimara Medina
La verdad es que no se por donde empezar, y es que se te hace difícil cuando tratas de hablar de una persona pública admirada en algún momento por su congruencia y tesón, como la actual viceconsejera de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias Guacimara Medina, venida a menos por todo lo contrario, por su incongruencia y falta de tesón. De nuevo se hace presente ese rechazable “todo vale” en política, esta vez de la mano de esta mujer que tanto luchó desde La Oposición en el Parlamento de Canarias, para que NO prosperara un nuevo y, a la vista de casi todos, CRIMINAL Catálogo de Especies DES-protegidas de Canarias, pero que ahora, por nimias cuotas de poder no más allá de simples migajas, ha decidido inhibirse del asunto, ¡si te he visto ni me acuerdo!
Pero claro, ¿es achacable sólo a la viceconsejera esta falta de acción, aunque esté casi al mando del Área relacionada? Evidentemente no y con esto no pretendo trasladarle las culpas a Coalición Canaria, que fue quien parió la deshonesta idea de hacer un catálogo a la medida para bordear a la Justicia y poder así continuar con las obras de un ruinoso puerto de Granadilla, con el grave despilfarro público que conlleva. Porque si bien es cierto que en CC también hay voces discrepantes, como Carmen Nieves Gaspar y algún otro, la realidad es que institucionalmente siempre han apostado por esa infraestructura portuaria, de tal manera que hasta han llegado a adornarla con mentiras, irregularidades u omisiones de todo tipo, para sacarla adelante. En esta tesitura, vuelve a ser el PSOE el responsable directo de todo lo que está acaeciendo, pues son ellos los que desde el poder nacional tendrían que haber dado la talla, desechando el puerto, por manifiestamente inoperativo, y el catálogo, por dejar al pairo mucha vida que nos es vital.
Y claro, llegado a este extremo nos resuenan en los oídos, por repetitivas, las clásicas promesas de PSC-PSOE, “recurriremos el catálogo”, “si llegamos a gobernar retiramos el catálogo” o lo que sea, si ello se traduce en cuotas de poder o en votos. En mis oídos tengo muchas voces de Guacimara y de Francisco Hernández Spínola en este sentido. También tengo otras muchas de un político que llegué a admirar, cuando desembarcó en Canarias, su tierra, para hacer política enarbolando la bandera de la honestidad y con un mensaje beligerante contra esa corrupción que afloraba por todos lados, López Aguilar. Al final, tras engancharnos, nos dejó tirados como una colilla, y no sólo a los que desde fuera dedicábamos nuestro día a día a combatir esa gravísima epidemia, sino también a algunos de sus compañeros que en esa misma línea le seguían y le apoyaban, y que finalmente terminaron prácticamente siendo expulsados, como si de apestados se tratara.
Pues bien, Juan Fernando López Aguilar vuelve a hablar de Canarias, ahora dice que ha considerado que la UE debe incentivar su compromiso por la innovación en Canarias y por un nuevo modelo de crecimiento económico que no repita los errores del pasado, fundamentalmente “la esquilmación medioambiental, la especulación urbanística, el empleo barato y la corrupción”, todo un bonito mensaje que puede enganchar, pero que por experiencias anteriores debe ser recibido con cautela y contestado con dureza. No se puede hablar de esquilmación medioambiental y aceptar de buen grado la devastadora obra del puerto de Granadilla, y si hablamos de especulación, ni te digo. Más de lo mismo cuando habla del empleo, ese empleo con el que algunos, entre los que se encuentra el multi-imputado alcalde de Granadilla de su mismo partido, quieren justificar ese puerto en cuyo recinto cuelga un cartel desmoralizador, “no se necesita personal”. Y si hablamos de corrupción y sin salirnos del tema, mejor dejarlo.
Claro, es posible que este discurso de Juan Fernando o lo que piense Guacimara, tenga mucho que ver con lo que recientemente ha dicho el secretario general canario, José Miguel Pérez, sobre modificaciones en el catálogo para mejorarlo. Está claro de que se trata de otro de sus engañosos discursos, para hacerlo realidad le faltó el “post mortem” del mayor y mejor conservado ecosistema de Tenerife, o lo que es lo mismo, después de que se haya hecho realidad la BARBARIE del puerto de Granadilla, ¡el truco del almendruco!
Mentiras aparte, estamos ante una grave e intolerable falta de respeto a la Ciudadanía y a la Justicia, quien aún no ha levantado la suspensión cautelar y no parece fácil que lo haga, si tenemos en cuenta que existe otro proceso judicial abierto vital para que se haga o no realidad, pues está directamente relacionado con su más que dudosa operatividad. ¿Se ha leído Guacimara Medina el contundente DICTAMEN PERICIAL emitido por cauces legalmente establecidos y visado por el Colegio de Oficiales de la Marina Mercante Española, a solicitud del Tribunal Superior de Justicia de Canarias? Seguro que no, porque si lo hubiese hecho, como persona de bien, con total seguridad hubiera impuesto sus criterios medioambientales y de protección de la biodiversidad. Mientras tanto NO pararemos, porque estamos convencidos de que el puerto de Granadilla es una barbaridad ecológica y económica, y por ello nos volveremos a manifestar el próximo 12 de Noviembre. Doña Guacimara, ¡sea usted más congruente y no desilusione!
© Cándido Quintana
Oficial de la Marina Mercante
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