SOBRE “CANARIAS: ¿GENOCIDIO PLANIFICADO?”: LIBRO DE VÍCTOR RAMÍREZ
POR ISIDRO SANTANA
“Genocidio
planificado” es el nuevo parto que me trae a acompañar a su progenitor, Víctor
Ramírez, en su presentación: Siempre encuentra él un título que suscita el
interés de nuestros compatriotas más conscientes, pero que sintetiza con
exactitud las situaciones, los acontecimientos y acometimientos contra
Canarias.
En una ocasión que
tuve el honor de prologar un libro de Víctor, concretamente “Agüita pasada”,
perteneciente a su colección “Reflexiones periodísticas”, apunté, sobre las
obras de nuestro autor, la magna importancia que tiene la de artículos
periodísticos, ya que es de considerarla como una creación ideológica,
filosófica, elemental para la concienciación y dignificación personal, y la que
más directamente pellizca en el cerebro de nuestros dormidos, ya no digo
pueblo, sino escritores, profesionales dedicados a la formación, la
comunicación, la música, el deporte…
Es Víctor acicateado muy a menudo, me
consta, para que se ocupe de su obra narrativa, la que sabemos que atesora una
genialidad extraordinaria, pero no con el fin de hacerle un reconocimiento
honesto (si así fuera ya lo habrían propuesto para el “Premio Canarias”), sino
a modo de desocuparlo de su quehacer ideológico, de su obra política y recia,
ya que es la verdaderamente lesiva para el sistema colonialista español aquí en
su posesión ultramarina.
No sólo sigue fiel
a sus convicciones independentistas, publicando incesante sus libros de
artículos, sino que continúa atareado con sus novelas –tengo conocimiento de
que en breve publicará alguna–, demostrando una compulsiva y prolífica
creatividad, además de atender otros menesteres culturales.
Es de los pocos, aquí en la colonia,
que han puesto su saber y su tiempo al servicio de la razón (como dice él, para
poderse servir de ella, de la razón), haciendo contrapeso en el temporal
mendaz, alienador, corruptor, sometedor y antihumano, con el que colaboran o,
más bien, conforman, tantos intelectuales canarios, esbirriles e indecentes,
con el único fin de remuneración dineraria o prestigio personal.
Se suele decir de
Víctor Ramírez que es un gran escritor, pero no que es un gran pensador. Pues
es aquí, en su pensamiento, en sus ideas, las que, además, tiene la suerte de
saberlas expresar oral y gráficamente, y hacerlas de fácil comunicación y
entendimiento para sus receptores e interlocutores, evidenciándose también su
didactismo y su vocación por la enseñanza (debe ser muy libre, y muy feliz,
quien enseña verdades), donde se encuentran realidades concernientes a nuestra
diferencia como colectivo humano y a nuestro derecho a ser libre como cualquier
otro pueblo del mundo; desenmascarando al sistema ocupacionista español que,
auxiliado por sus capataces coloniales (toda esta laya de políticos rastreros
que rapiñan en y de canarias), ha bordeado, ha solapado, tergiversado, y
contravenido el reglamento internacional, con la práctica, flagrante, de
coloniaje en Canarias, imponiendo
cualquier método para la inoculación y el desarraigo cultural, y hasta social,
de nuestro pueblo, a fin de perpetuar su inicua e ilegítima autoridad.
Se diría de estas prácticas fascistas
que son inaceptables, si se ejecutaran en otro sitio que no fuera Canarias;
pero, como estos ejercicios son innatos de las colonias, se consideran y se
viven, tanto por parte del pueblo incapacitado como de sus opresores e
interesados dirigentes, tales como si hechos normales fueran. Pues es
particularmente ahí, donde nuestro autor se opone a aceptar y menos a colaborar
con semejante ignominia que desborda la decencia o el decoro más nimio.
Sí: ha dicho él que
nunca le perdonará a España lo que ha hecho con su pobre pueblo. A todos
aquellos que carezcan del sentido de la pertenencia, y así no tengan que
recurrir a madrastras arbitrarias para llenar su vacío existencial, aprovecho
para decirles que nuestro pueblo es nuestra familia en una escala superior; y
que, en el momento que se está mancillando, ultrajando, explotando, castigando…
a un canario o canaria, se está a su vez haciendo ídem con nuestra familia: con
Canarias. ¡Y yo tampoco le perdono a
España lo que ha hecho con nuestra familia!; por eso, al igual que mi
compatriota Víctor Ramírez, y con los pocos medios que pueda (pues la lucha es
muy desigual para combatir con esa bestia abusadora –y cobarde con los de su talla),
sigo alzado exigiéndole a la España imperialista el derecho a la libertad de mi
pueblo, además de las responsabilidades penales e históricas –o memoria
histórica– (ya que tanto ha estado en el candelero la de un episodio de la
metrópoli y de su malhadada colonia, eludiendo, muchos hipócritas, los más de
quinientos años de colonialismo inclemente español sobre Canarias y sus
consecuencias: venta de esclavos, migraciones forzosas, levas para las guerras,
desapariciones, torturas, asesinatos, violaciones…) que como independentista e
hijo agradecido a esta Patria Canaria tengo como un deber.
Me queda
reconocerle y alentar a mi compatriota Víctor en la pugna que sostiene por la
libertad de nuestra Patria (pues agradecerle su rumbo no puedo, porque somos
hermanos ideológicos y su fin es mi fin, la independencia de Canarias) y ojalá
ésta nos toque más temprano que tarde, por el bien de nuestro pueblo; de lo
contrario, amigo Víctor, atisbo que tu nuevo libro tendrá que titularse
“Genocidio consumado”.
* Escritor y
cantautor
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