PODEMOS ABRIRÁ DEBATE INSULAR SOBRE EL VUELO DE DRONES EN ESPACIOS NATURALES PROTEGIDOS

 

PODEMOS ABRIRÁ DEBATE INSULAR SOBRE EL VUELO DE DRONES EN ESPACIOS NATURALES PROTEGIDOS 

• Sabaté indica que su uso se está generalizando en zonas no permitidas, a menudo, por desconocimiento de la población.
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• “Qué medidas ha adoptado o prevé adoptar la Consejería de Medio Ambiente para prevenir, detectar, controlar y, en su caso, denunciar el uso no autorizado de drones?”. Esta es la pregunta que el grupo de Podemos en el Cabildo de Tenerife ha incluido en el orden del día de la comisión plenaria de Sostenibilidad y Medio Ambiente convocada para este viernes con la intención, como explica el portavoz de la formación morada, Fernando Sabaté, de abrir debate sobre el vuelo de drones en áreas naturales sensibles y espacios naturales protegidos.
  
  
  Sabaté resalta que durante los últimos meses resulta cada vez más frecuente observar el vuelo de drones en Espacios Naturales Protegidos como, por ejemplo, el Parque Rural de Anaga (en el entorno de la charca de Tahodio) o el Parque Rural de Teno (en el barranco de Masca). Y destaca que ya se han registrado algunas denuncias ante el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil por ese tipo de vuelos. “La actividad recreativa o comercial se realiza en este caso contraviniendo ya no sólo la normativa de navegación aérea, sino también la de conservación de la vida silvestre, así como los planes de ordenación de los Espacios Naturales Protegidos”, indica.
  
  
  Apunta que desde la entrada en vigor de la ley que regula el uso civil de los drones, hace un año y medio, la Agencia Española de Seguridad Aérea (AESA) ha abierto 24 expedientes sancionadores en España contra algunos de sus usuarios. Esas multas, detalla, suman un importe total de 185.500 euros. La sanción más baja que ha impuesto AESA en este campo es de 300 euros, y la más alta, de 21.000 euros. Una de las principales causas de sanción, añade, es el sobrevuelo de zonas no permitidas.
  
  
  Sabaté explica que, aunque gran parte de la ciudadanía lo desconoce, a pesar de su pequeño tamaño, de su ligereza y, a menudo, aspecto de juguete, estos aparatos tienen la consideración legal de aeronaves. Como tales, señala, están sujetos a la normativa de la Agencia Española de Seguridad Aérea, cuyo régimen sancionador contempla desde 60 euros para las infracciones más leves hasta 4,5 millones de euros para las muy graves.
  
  
  Concreta que para vuelos recreativos o de aficionados, está completamente prohibido el manejo de drones en zonas urbanas o sobre aglomeraciones de personas, lo cual abarca parques, jardines públicos o privados, calles, playas, conciertos, bodas o manifestaciones. Tampoco puede volarse el dron de noche, cerca de aeropuertos, aeródromos, helipuertos, ni en zonas donde se practica parapente o paracaidismo.
  
  
  El portavoz de Podemos expone que la información que AESA pone a disposición de los usuarios especifica que "sólo se pueden volar los drones en zonas adecuadas para ello” (por ejemplo, ámbitos designados para la práctica del aeromodelismo o determinadas zonas despobladas). También especifica que deben volarse siempre de día, con el dron a la vista en todo momento y a una altura menor de 120 metros. “Si en los centros comerciales se especificara con mayor detalle la normativa que regula su uso, tal vez sus ventas se desplomarían; pero de momento, con la desinformación imperante, en la pasada campaña comercial de Navidad los drones fueron uno de los 'juguetes' estrella vendidos como regalo”, comenta. Ante la generalización del uso de estos aparatos y sus efectos colaterales, por ejemplo, en espacios naturales protegidos, “administraciones públicas como el Cabildo de Tenerife no pueden seguir viviendo de espaldas al fenómeno”, concluye Sabaté.
  
  
  
  
  
  
  
  
  Saludos, Blanca Salazar (629.14.60.34)
  Comunicación Podemos Cabildo Tenerife
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