sábado, 28 de enero de 2017

ECLIPSE, por José Rivero Vivas



José Rivero Vivas
ECLIPSE
Anónimo del Milenio III
(Diciembre de 2014)
En San Andrés se erige
un mamotreto,
que alguno considera
su monasterio.
A tenor, eminencias
del Archipiélago,
asisten a sesión
de Ayuntamiento
con expreso objetivo
-grave secreto,
maquinación aviesa-
de aunar criterios
en apoyo de ediles
-sutil memento-;
es nueva inmarcesible
del indirecto
golpe de fuerza aciago
-hostil suceso-
tras el cual se mantiene
el adefesio,
borrón de Tenerife,
sin par descrédito.

Obra por más ciclópea
de risa y miedo,
simboliza soberbia,
usura y medro;
el Consistorio ostenta
nulo respeto
por ciudadano probo
de afán al medio.

Juntos en conciliábulo
vibran contentos:
concejales, alcalde
y el arquitecto
festejan aquí el logro
-sumo portento-
de unirse en aquelarre
-viaje de lejos-
que es uso primitivo
del Bailadero.
Pretenden mancillar
-antiguo celo-
la luz radiante, nítida,
del Valle entero.
*
Luce allá en Abicor
un edificio
para burla y escarnio
del peregrino
que visita este pueblo
y, en su camino,
avanza hacia la playa
buscando alivio
al calor y al estrés;
cuando excesivos,
Santa Cruz y aledaños
se asfixian vivos.

Rechazado el proyecto
desde su inicio,
en protesta se exige
total derribo;
mientras, la ley sugiere
parcial archivo.
Manifestación densa
porta sus visos,
que el gerente señala
fuera de sitio.

Ante la incertidumbre
de los vecinos,
la autoridad proclama
firme designio:
Se penaliza a quien,
en su delirio,
atente contra el noble
fin de orden fino.

Gente mayor y joven,
los tiernos niños,
van raudos a esconderse
en su retiro:
casas pobres, ruinosas,
faltas de abrigo.
Otras, cual palacetes
-arraigo activo-,
gozan sus moradores
de asiento digno.
No obstante su universo
de gran estilo,
sufren sus propietarios,
sus inquilinos,
el decreto oneroso
del Municipio
*
Tenue se oye la lira
de aquel poeta:
mira triste el entorno,
herida presa,
que en pérfido progreso
el mando extrema.

Sensible y lastimero
en su querella,
expone el desacierto
sobre la arena
y grita enfebrecido
su inútil gesta.

La fragancia del campo,
aunque revuelta,
se aproxima al barranco
lleno de brechas.
Se emociona la luna
en noche intensa;
los amantes apuran
su sed de feria
libando la amapola,
que el sol destella
y abrasa con sus rayos
ultravioleta.

Sorprendido en su arrullo
de imagen cierta,
susurra el trovador
su humilde queja.
Enternecido llora
su cuita inmensa
por la región que gime
de amarga pena,
mal que el poder impone,
agravio y mengua,
para los habitantes
de insigne tierra.
*
Cadencioso el acento,
el vate narra
el pavoroso augurio,
con letra y pausa,
preliminar relato
de un bardo en alba.
Ensoñado juglar,
su endecha lanza:

Estos hondos parajes
de flora varia
y fauna prodigiosa,
según entraña,
son de profundo arraigo
para la raza
que encarecida puebla
esta comarca.
Ogros fieros, odiosos,
criban su cara,
convirtiendo su emblema
en mera farsa,
mestizo mimetismo
de un oligarca.
A su arbitrio sucumben,
sosos patriarcas:
sumidos al dictamen
acopian fama
de subyugar su gente
y asolar su aura,
en el país inédito
de breña brava.

Sosegado el cantor
en la parranda,
con sutileza advierte
en copla clara:
Beneharo en furor
del monte baja
a ejercer con rigor
justicia sana
sobre quien ose abrir
la bella gama
de este neto paisaje
que acuna el alma.

Del mencey, profecía
de amor y salva
se eleva en el decoro
de sus montañas.
Prudente y delicado,
con arte sabia,
temible instaura el halo
que el dador daña,
encendido fulgor
de alcor de Anaga.
__
ECLIPSE
Anónimo del Milenio III
José Rivero Vivas
San Andrés - Tenerife
(Diciembre de 2014)


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