martes, 31 de enero de 2017

ALGUNAS VERDADES SOBRE LA CREACIÓN DE EMPLEO



ALGUNAS VERDADES SOBRE LA CREACIÓN DE EMPLEO
VICENTE CLAVERO

Cuando Rajoy se convirtió en presidente del Gobierno, a finales de 2011, la Encuesta de Población Activa (EPA) situaba en 18.153.000 el número de ocupados. Cinco años después, eran 18.508.100; es decir, 355.100 más. Culminaba así –por el momento– la remontada iniciada después de que en el primer trimestre de 2014 la ocupación tocara fondo. Desde entonces, ha subido en más de un millón y medio de personas, siempre en términos estadísticos. Pero conviene hacer algunas precisiones:

– De los 355.100 nuevos ocupados, resulta que 234.900 son asalariados y se supone que el resto trabajan por cuenta propia, en calidad de autónomos. Eso significa que casi un tercio del empleo no lo han generado ni las empresas privadas ni el sector público, sino que son fruto de una vocación emprendedora o –seguramente en mayor medida– de las a veces insalvables dificultades para encontrar otra salida laboral.

– Por supuesto, no todos los que han logrado salir de las filas de paro disfrutan de un trabajo estable. Más bien al contrario: el número de asalariados con contrato indefinido ha caído en 81.100, pues eran 11.393.600  y ahora son 11.312.500. Si cuando Zapatero dejó la Moncloa ese tipo de contrato representaba el 75% del total, hoy no pasa del 73,5%. Lo que confirma que la creación de empleo de la que tanto alardea el Gobierno es fruto exclusivo de la precariedad, por más que se empeñe en negarlo.

– Tampoco todos los contratos indefinidos son como para tirar cohetes, aunque Rajoy, sus ministros, su partido y su coro mediático insistan en que peor es no tener nada. De los 234.900 nuevos asalariados, más de una cuarta parte (en concreto, 62.500) son fijos discontinuos; o sea, trabajadores que en realidad sólo prestan sus servicios cuando la empresa los necesita y, por lo tanto, salen y entran periódicamente del paro. Quienes están o han pasado por la hostelería, por ejemplo, saben por experiencia propia de lo que hablo.

– Si un contrato indefinido no garantiza continuidad en el trabajo, mucho menos es sinónimo de jornada completa. De hecho, el número de asalariados con ambos privilegios ha descendido claramente, al pasar de 10.201.600 a 9.921.800 durante el último lustro (279.800 menos). Eso sustenta la idea, muy extendida, de que los empresarios, después de aligerar sus plantillas al abrigo de la reforma laboral de febrero de 2012, se han dedicado a sustituir empleo fijo por temporal y  a hacer un uso intensivo del trabajo por horas, que debilita la posición de sus trabajadores en la relación laboral.

Y otro días hablaremos de los sueldos.

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