PALMERAS ARDEN EN LA
VIEJA PALESTINA
POR POLIFEMO
Desde los tiempos
Preislámicos la imagen de una palmera ardiendo, si se había hecho intencionadamente,
se consideraba «una declaración de guerra». Se tenía (y se tiene) tanto horror
al fuego en el mundo árabe, debido a la aridez que se padece en gran parte de
él, que una de las peores maldiciones que se podía echar al vecino era «Yejereb
bita» u «Ojalá se queme tu casa».
DIARIO DE LA GUERRA
Las ruinas de
Palestina
El Sol se apagó en Palestina
En las ruinas, los esqueletos abrazan a sus madres
Los perros, hambrientos, se comen a los muertos
El mundo juzga, pone su ideología en la balanza
y, sin quitarse la venda, dictamina
(Lunes, 30/10/23/)
El sueño de la razón
El sueño de la razón produce monstruos
qué gran verdad
qué ciegos estamos
parece que nos sacaron los ojos y apagaron la mente
Los Tambores de la Guerra vomitan napalm
rostros desfigurados
corazón de alquitrán
¿Es que no hay gente «teoricamente inteligente»
con agallas para cortar la cabeza a la serpiente?
(Domingo, 29/10/23)
Palmeras arden en
Palestina
Palmeras arden en la vieja Palestina
La sinrazón reina en el Templo de Salomón
Ojo por ojo
Diente por diente
No quedará piedra sobre piedra
En Occidente, dudas, decadencia, pastillas e impotencia
(Sábado, 28/10/23)
Terminamos con unos versos del Poema
«Tierra» de Blas de Otero (muy apropiado en estos Tiempos de Guerra):
Tierra
Humanamente hablando, es un suplicio ser hombre
y soportarlo hasta las heces
saber que somos luz
y sufrir frío (…)
Detrás del hombre viene dando gritos el abismo
delante abre hélices el vértigo
y ahogándose en sí mismo
en medio de los dos
el miedo crece
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Blog del autor: Nilo Homérico
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