EL PELIGRO DE LA CULTURA
POR JORGE MAJFUD
La directora de una secundaria en Tallahassee, Florida, fue removida después de que en una de sus clases de arte mostró el David de Miguel Ángel. Algunos padres acusaron a Carrasquilla de mostrar material pornográfico a sus inocentes adolescentes y el Directorio de la institución le dio dos opciones: que renunciara o sería despedida.
Un mes atrás, en mi clase de Arquitectura y Civilización proyecté este mismo David y me reservo comentarios de un par de reacciones. Seguiré incluyendo en el programa de los próximos años ejemplos relevantes de la historia de la humanidad que serían considerados “material explícito para adultos” como la arquitectura india, la cerámica griega y las catedrales góticas (paradigmas cristianos de la conservadora Europa) con sus gárgolas drenando aguas pluviales de sus vaginas.
Ahora entendemos
mejor por qué Goya pintó la Maja vestida luego de lograr una mejor obra con la
misma mujer desnuda unos años antes; seguramente no quería ser censurado en
Florida doscientos años después.
Todavía me salva
que doy clases en una universidad y en el pasado cuando me han venido con estas
quejas me ha bastado con un par de sarcasmos y una posición firme. Publiqué un
artículo sobre esto mismo en 2005 titulado “La inmoralidad del arte, la maldad de
los pobres” sobre una clase en University of Georgia.
Ni un paso atrás en
la demonización de la cultura, porque es la cultura, no la pornografía, lo que
realmente temen y odian los fanáticos: la pornografía es un negocio; la cultura
es un peligro que puede abrir hasta las cabezas más duras y más cerradas. La
cultura radical es, naturalmente rebelde y subversiva. De la verdadera
pornografía que miran en sus teléfonos adolescentes y hasta niños en las
secundarias, ni una palabra; pero leyes prohibiendo libros sobre el racismo y
la historia revisionista, abundan.
A esto hemos
llegado en Florida. Si antes advertimos de un movimiento hacia la Edad Media
(al fanatismo más brutal de la Edad Media y de la Inquisición), hay que decir
que ya llegamos hace rato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario