lunes, 2 de enero de 2023

RIO KWAI

 

RIO KWAI

JOSU AIZPURUA

Gran película, “el puente sobre el rio Kwai”, revista en los atardeceres de cine de la TV fin de año   y que me lleva al debate eterno de presos y colaboradores. En los 70 estos temas aún eran candentes en la clandestinidad antifranquista vasca y creaban duras polémicas.

Cuando el Comandante Zubiaga, preso en redención de pena en la construcción del Valle de los Caídos en su condición de ingeniero a las órdenes del también vasco Huarte, que por orden de Franco dirigía las obras, nos hablaba de la construcción de la Cruz como la obra de los presos republicanos y de ello se sentía muy orgulloso. Era la misma postura que el jefe inglés ante los japoneses en el puente.

El Comandante Zubiaga, compañero de ANV-EAE, dejo sus memorias y en ellas se observa que los que en comandos destruíamos los monumentos fascistas teníamos el mismo espíritu vasco del Comandante construyendo.

Entonces nunca llegábamos al acuerdo sobre el tema y hoy tampoco sabría discernirlo.

Ambos, el Comandante y yo, entramos en el intento de construir el futuro vasco en el Régimen 78, desde nuevos esquemas superadores del conflicto y actuamos con lealtad hasta que la traición al Espíritu de La Transición fue evidente y todo el componente antifascista militante quedó anulado por maniobras torticeras del franquismo sin Franco.

Hoy estamos en el mismo punto que en los 80.

Los espíritus libres, pensantes, se enfrentan a un futuro falsificado y con una Casta a la que se le ve el plumero. Y su fatal desarrollo hace que el dilema construcción-destrucción se haga de nuevo presente. Lo peor es que hoy nadie es ingenuo ni espera que esa banda neofascista traiga nada bueno a la armonización social del aún Estado fallido.

La involución carlista de Urkullu y su clan, hace retroceder el debate interno del vasquismo a un pre-Aranismo que en nada aporta futuro y encubre una derrota que no se corresponde a la realidad de una Nación vasca, eterna y en espera de nuevos lideres y caminos europeos. La mano de Irulegi nos habla de una causa vasca neolítica y con raíces y bases que no pueden ser asimiladas por el castellanismo españolista y su versión navarrista sin la intervención de un sujeto vasco de derecho inalienable.

Las naciones y Pueblos empujados al Regimen78 aún están pendientes de la descolonización africana, de la consulta individual a sus naciones, y de la manifiesta voluntad de formar Estado en cualquiera de las formas que Europa posibilite.

El atajo constitucional 78, fue un intento fallido, que se prolonga para beneficio de la casta y sus pesebres, y que no ha mejorado un ápice la categoría y la armonía social de la Democracia Peninsular. Véanse sus liderazgos.

 

 

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