POEMA DE PEDRO GARCÍA CABRERA DEDICADO A JOSÉ
ENRIQUE MARRERO REGALADO
ALONDRA DE LOS DOS GATOS
El gato blanco asomóse
a la
luna del espejo,
y vio
surgir otro gato
de la arena del silencio.
Se
acercaron al cristal
despacio,
como temiendo
que su
guillotina de aire
fuera
a partirlos por medio.
Pisaban
muy de puntillas
y eran
sus pasos tan lentos
cual
si calzasen babuchas
de
dormidos terciopelos.
Frente
a frente se miraron
desde
témpanos de hielo;
atril
del uno del otro,
el uno
del otro, asedio.
Sugerían
un paisaje
de bambúes somnolientos
esperando la embestida
de unas zarpas al
acecho.
Quebrada línea en los
bordes,
vetas de azogue en el
centro,
marcaban sus grandes
ojos
los manómetros del
miedo.
Sus madejas de resortes
en un instante se
abrieron
y los lomos enmarcaron
ágiles bielas de acero.
Solo sus albos bigotes
permanecían serenos.
Y eran los dos tan
iguales
en nombre, color y
gestos,
que el de adentro saltó
fuera
y el de afuera cayó
dentro.
Y ahora, yo ya no sé
cuál es el gato que
tengo:
si es el que siempre he
tenido
o el del fondo del
espejo.
Pedro García Cabrera, 1951
A José Enrique Marrero Regalado, artista y arquitecto
granadillero, Tenerife, entendió la vida como una obra de arte, de elegancia y del estilismo urbano. Se acercó
a la masonería, institución de la que llegaría a ser miembro activo.
Enumero algunos proyectos de José Enrique Marrero Regaladao, que
fueron de gran relevancia desde el punto
de vista arquitectónico; como El Palacio Insular, el Hogar Infantil de la
Sagrada Familia (Casa Cuna), la Basílica de La Candelaria, el desaparecido
Frontón de Las Palmas, o el Instituto de Higiene. Otros como el Colegio de
Médicos, el Mercado de Nuestra Señora de África o los grandes Cines Rex, Víctor o Baudet. Se le encarga dos monumentos dedicados a la
memoria de su buen amigo Don Santiago García Sanabria, El Parador de Las Cañadas. Junto con Tomás
Machado Méndez, redactan el proyecto de un edificio destinado a albergar el
Instituto de Segunda Enseñanza de Santa Cruz de La Palma Y muchos más que
podemos ver en cada una de las Islas Canarias.
En su diario relata una ingrata experiencia: Un día, por
ignorancia lanzó un perrito a un
estanque y esperó a que se ahogara. Esa estampa le despertó tal remordimiento de
conciencia que a lo largo de toda su vida cultivó un profundo amor por los
animales. Llegó a tener en su casa más de una treintena de gatos, todos ellos
siameses. Por tal motivo, el poeta gomero, Pedro García Cabera le dedica el
poema Alondra de los dos gatos
Entresacado del libro de
Emiliano Guillén Rodríguez a José Enrique Marrero Regalado. Un granadillero
ilustre. (Ilustre Ayuntamiento de Granadilla de Abona, 2015)
Blog-rosariovalcarcel.blogspot.com
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