domingo, 4 de abril de 2021

INCLUSIÓN


INCLUSIÓN

AIZPURUA tar JOSU Mª

(En el ABERRI EGUNA, día de la Patria Vasca, de 2021)

Obstinadamente, terca y ridícula, España desde la casta de sus dirigentes y beneficiarios, se declara Estado-Nación y arrasa contra sus cautivas naciones, pueblos, tribus y gentes en general que nacieron en el territorio peninsular y en “ultramar”, objeto soñado de las calenturientas mentes españolistas castellanas supremacistas, ensoñado como Estado-Nación-Patria. (Pobre Asturias).

Vasconavarros, Catalanes, Galegos, Castellanos, Andaluces, …. ¡vale: pulpo animal doméstico!

(Y los Canarios en Babia, como canaroides sin base).

¿Y dónde nos quieren meter? Pues en algo utópico, la raza española que Franco inventó sobre las nuevas bases del capitalismo europeo del s. XX, pero a caballo del indestructible “espíritu nacional”, el gran error de concepto castellano desde Alfonso X el Sabio, sabio entonces pero hoy sus recetas son de tonto de baba, pues se basaron en la violencia sobre el débil y sin soporte racional. No hay sinergias ni razón en sus bárbaras uniones.

A principios del s XXI, en el territorio de la presunta España no existen lazos de inclusión suficientes para que 47 millones de seres sean constituyentes de una Sociedad viable en un Organismo socio-político de concurrencia mundial.

La foto, una “salade haitienne”, es una ensalada, pero hay tomate y pepino y muchas cosas más, y “eso”, es lo que nunca quieren ver los españolistas recalcitrantes: todos pepino.

La fórmula unionista españolista supremacista castellana, nace de principios hoy inválidos a la luz del progreso del s. XXI y de los avances éticos, científicos, sociológicos, que deben ser los que reconduzcan a una Humanidad al camino de la armonía social. Salimos de la selva social y ahora toca inventar una sociedad armónica para todos.

Las cosas fueron así, pero no “son así”. Devolver la dignidad humana al vencido y esclavizado debe ser el principio del “Relato Histórico” que dé una base de inclusión social en el Territorio que se pretenda Estado. Basar el edificio social necesario para el complejo s. XXI sobre la historia adoptada por los vencedores e impuesta a los vencidos, será siempre inválido y movedizos cimientos incapaces de sostener nada socialmente viable.

Esto viene llamándose la lucha por el relato, que es la primera piedra sobre la que se edifica el corrupto Sistema por el que la endogámica casta hispana y sus adláteres, pretenden entrar en el s. XXI como si aquí no hubiera pasado nada.

Y pasó: Reconquista genocida, Descubrimiento inexistente, Esclavitud, Explotación, Apropiación de la Naturaleza, Capitalismo salvaje, Alzamiento Militar, Dictadura Franquista, Exilio, Tortura y Represión.

Pero todo se pretendió ocultar en maniobra seudodemocrática, alentada desde Alemania y gestionada por un PSOE felipista que nada tenía que ver con el histórico de Llopis, en la que una Constitución78 sacada de la manga, y al margen de las soluciones que los antifascistas venían trabajando en fábricas y universidades, los luchadores por la Democracia años organizados en clandestinidad, que se les impuso por los mismos Poderes Facticos franquistas a ellos y a una población despolitizada, desinformada y aterrada ante la amenaza militar. Los nietos de nuestros nietos lo estudiarán así en sus escuelas, pero hasta entonces la Brunete Mediática seguirá engañando a los ingenuos necios actuales.

No crecen los “constitucionalistas”, crecen los tontos que no saben lo que es.

En la proa, reyes o presidentes dan lo mismo pues al timón siempre van los mismos.

La constitución y la democracia ya estaban en la República, pero la Dictadura fascista las derogó e intentó en 40 años un Régimen antieuropeo y antidemocrático. Con un pie en el abismo, los mismos fascistas se camuflaron a europeístas y demócratas, montaron el PPSOE, y siguieron con sus mismos paradigmas protectores de su bolsillo que hoy camuflan como “constitucionalismo”. De Democracia; nada de nada. Semántica falsa par no llamar a las cosas por su nombre.

Ahí: a mí no me incluyan.

 


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