EL PP ROBA HASTA LAS PALABRAS
JUAN TORTOSA
Siempre han sabido que son menos, pero consiguen gobernar porque no se andan con remilgos: no conocen la vergüenza, la mentira es su instrumento de trabajo y su objetivo mantener privilegios que no están dispuestos a compartir. La religión les da igual pero la usan porque funciona como eficaz instrumento de represión, igual que utilizan en su beneficio el miedo de los pobres a plantar cara o a perder lo poco que tienen. Igual que se apropian de la palabra "Libertad".
Esto es Madrid, esto viene siendo Madrid desde hace veintiséis años y esta es la dinámica que la izquierda tiene la obligación de romper. En la derecha son menos y, además, mentirosos, altaneros, malencarados, muchos de ellos ladrones, pero gobiernan.
Isabel Díaz Ayuso, candidata a continuar presidiendo la Comunidad de Madrid, representa al partido de la corrupción. No lo olviden, por favor.
Representa al
partido condenado por corrupción tras una sentencia de la Audiencia Nacional
que le costó perder una moción de censura. El que, ayudó a establecer –según
palabras textuales del fallo judicial, "un sistema genuino y efectivo de
corrupción institucional a través de la manipulación de la contratación pública
central, autonómica y local."
Ayuso es la
sucesora, por favor, no lo olviden, de Cristina Cifuentes, Esperanza Aguirre,
Ignacio González, Francisco Granados… Enumerar sus fechorías es más propio de
una tesis doctoral que de un artículo. Compruébenlo ustedes mismos: escriban en
google cualquiera de esos nombres seguido de la palabra corrupción y les
aseguro que tienen lectura suficiente para el fin de semana.
Ayuso representa al
partido donde dos presidentes de gobierno y muchos de sus ministros niegan
evidencias flagrantes como ser ellos quienes figuran en determinados apuntes
contables de quien fuera el tesorero de su formación, y no se les cae la cara
de vergüenza al mentir. Quizás por ello muchos han declarado "on
line" con la mascarilla puesta a pesar de estar en su casa solos frente al
ordenador. No lo olviden el día 4, por favor.
Sí, estamos
hablando de los máximos responsables del partido donde se rompían a martillazos
ordenadores con información comprometida. El partido con numerosos miembros del
staff condenados por prevaricaciones, malversaciones y robos varios, con
presidentes de autonomías, alcaldes y presidentes de la diputación en la
cárcel, y hasta vicepresidentes de gobierno que, como Rodrigo Rato tras ser
condenado, se vieron obligados a reconocer sus fechorías y pedir perdón a las
puertas de la prisión.
El partido que
hacía obras en su sede con dinero B. El que, si se terciaba, era capaz de robar
hasta el cemento con el que se construían puentes mucho menos seguros que los
que levantaron los romanos hace dos mil años largos. El partido que montó un
operativo para robar documentos de su ex tesorero mientras este estaba en la
cárcel, documentos comprometedores sobre la financiación irregular de las
campañas electorales del PP en Madrid y apuntes relacionados con la tesorería nacional
del partido. El partido que aceptó donaciones de grandes empresas de este país
e incluso de delincuentes como Laureano Oubiña, según declaraciones del propio
narcotraficante.
El partido que en
su día compró a dos diputados
socialistas llamados Tamayo y Sáez, provocando así un terremoto en la Comunidad
de Madrid y propiciando el advenimiento de Esperanza Aguirre.
El mismo partido
que ahora ha vuelto a repetir ese tipo de jugada en Murcia, con mayor desahogo
y descaro aún que entonces, fichando a diputados de Ciudadanos para evitar
perder una moción de censura a su presidente regional.
Ese partido es el
que representa Isabel Díaz Ayuso, candidata a continuar en la presidencia de la
Comunidad de Madrid tras las elecciones del próximo 4 de mayo y quien, con el
mayor desahogo y sin ningún rubor, se apropia para hacer campaña de términos
como "Libertad", una palabra que, por mucho que se empeñen, no
conseguirán profanar.
Pasear la palabra
"Libertad" en autobuses, carteles y atriles por toda la región madrileña
es una violación del término en toda regla y del respeto que los verdaderos
demócratas le tenemos a una idea por la que tantas personas en tantos sitios
dieron la vida luchando contra la opresión, los abusos, la injusticia y la
violencia de gobiernos autoritarios y asesinos.
Ayuso está haciendo
una campaña fea y frentista, al tiempo que sus aliados ultras traspasan líneas
rojas en las plazas y en los carteles sin que parezca importarle mucho estar
incurriendo en presuntos delitos de odio y alteración de la convivencia. No, no
puede valer todo por mucha campaña electoral en la que estemos. No se les puede
consentir que revienten debates como el de este viernes en la cadena Ser, hay
que protestar contra ello con la mayor firmeza posible porque el terreno que
cedamos ahora en esa línea, en la medida en que vaya pasando más tiempo, más
trabajo costará recuperarlo.
Esas gentes de
izquierdas que se ríen cuando ven a Ayuso todo el día con la palabra
"Libertad" en la boca hacen mal en minimizar la importancia de
agresiones de este tipo. Porque de eso se trata, de una agresión en toda regla.
Una más en la colección de chulerías y despropósitos que llevamos dos años
oyendo y soportando sin que nadie se decida a dar la voz de alarma.
¿Cómo se puede entender
que tras robar a manos llenas y mentir descaradamente cada vez que te pillan,
aquellos mismos a quienes humillas acudan luego en masa a votarte? ¿Por qué no
usamos este 4 de Mayo para darle la vuelta a eso?
Parece mentira que
a estas alturas, el Madrid de Valle Inclán y de Pérez Galdós siga estando ahí:
"En España el mérito no se premia. Se premia el robar y el ser
sinvergüenza. Se premia todo lo malo", decía uno de los sepultureros que
aparecen en "Luces de Bohemia".
"Tendremos que
esperar como mínimo cien años más para que en este tiempo, si hay mucha suerte,
nazcan personas más sabias y menos chorizos de los que tenemos
actualmente", decía Pérez Galdós hace más de cien años. Pues no, don
Benito, parece que de momento no ha habido suerte. A ver si esta vez…..
J.T.
No hay comentarios:
Publicar un comentario