EL PADRE DE LEONOR Y EL
TOISÓN DE ORO
JUAN CARLOS MONEDERO
A la España
salida de la dictadura, el cuento de la monarquía le ayudaban a soñar. El
saqueo del franquismo dejó a España pobre, menesterosa, postrada y obligada a
soñar a través del bienestar de los ricos y famosos. Las bodas de los reyes
siempre ayudan a imaginar la boda que no tienes. Y sin generar envidia, porque
nadie de tu entorno nunca podrá ser ni rey ni reina. La monarquía, como régimen
político, es un juego de prestidigitación y de engaño. Tiene que enmascarar
privilegios escondidos en algo tan vulgar como la mera unión de un óvulo y un
espermatozoide. Por esa mentira de origen, la cortes siempre han estado llenas
de santeros, trileros, aventureros, vividores y jefes de protocolo. En el Moscú
de Rasputin, en la Marbella de Gil y Gil o en la Mallorca de Jaume Matas
prosperaron todo tipo de aristócratas, pícaros y ladrones. Muchos, claro,
condecorados. ¿Por qué se le abrieron tantas puertas a Urdangarín?
Los 50 años de
Felipe VI han activado los procedimientos. En la Casa Real ya han empezado con
el teatro sucesorio. El rey Felipe VI le va a regalar un collar de 50.000 euros
a una niña de 12 años. Para que vaya acostumbrándose a la carga del poder. El
collar perteneció a Juan de Borbón. El rey Juan Carlos se llama Juan Carlos y
no Juan para que Juan de Borbón no fuera Juan IV y Juan Carlos Juan III. Cosas
de Franco, que prefería al hijo. El abuelo estaba convencido de que el hijo iba
a ceder el trono al padre. Pero eso de ser rey debe de tener su atracción.
Padre e hijo se llevaron siempre mal. Ahora pretenden que un Toisón legado de
bisabuelo a bisnieta obre el milagro del amor.
El Toisón de
Oro no es una condecoración de Estado, sino una distinción privada de la Casa
de Borbón. O sea, es un gesto privado donde no opinamos nada los españoles ni
nuestros representantes. Es como cuando Juan Carlos I en un acto privado nombró
a Felipe VI Capitán General y jefe de las fuerzas armadas. Los Borbones deciden
y nosotros pagamos el Real Decreto
Los Borbones
regresaron a España porque Franco, con ayuda de Hitler y Mussolini, ganó la
guerra del 36. Crió al rey emérito en sus pechos y en 1969 lo nombró su sucesor
a título de Rey. Juan Carlos, después de lo de Botswana, tampoco quería
abdicar, y le convenció Felipe González, muy fan de Davos. Felipe VI acaba de
fotografiarse en Davos con Pablo Casado, que acaba de leer el Padrino y le ha
dicho al Presidente del Parlament catalán que cuidado que tiene dos hijos.
Alguno incluso tendrá la edad de Leonor. ¿Nadie va a hacer nada? Una frase
mafiosa de un partido que se ha financiado de manera mafiosa. El Rey no ha
dicho ni pío. Luego, Casado, que cada día se supera a sí mismo, ha acusado a
Manuela Carmena de apoyar el Holocausto. El Rey tapoco ha dicho ni pío.
El Toisón
premia los ideales caballerescos. Felipe VI es rey por algo tan poco
caballeresco como haberse colado por delante de sus hermanas Elena y Cristina.
Su padre tampoco demostró un enorme respeto por las mujeres. Su biografía está
llena de comportamientos que encajan mal con los discursos familiares de los 24
de diciembre. El artículo 14 dice que los españoles somos iguales ante la ley.
Salvo la Casa Real, y dentro de la Casa Real, tampoco las mujeres, pues aunque
seas mayor en edad, se te cuela el varón y todos sus privilegios.
Poniéndole a
una niña un collar de 50.000 euros pretenden que nos ceguemos por el brillo,
hagamos como nuestras abuelas y con sonrisa bobalicona aplaudamos. Yo
aplaudiría un cambio en la Constitución que terminara con ese machismo de la
Corona. Pero veo las grandes empresas que felicitan al Rey en su 50 cumpleaños
y veo que hay cosas atadas y bien atadas. A la ceremonia está invitado Solana,
que nos metió en la OTAN, bombardeó Yugoslavia y también tiene el Toisón de
oro. Ellos sabrán por qué. ¿Invitarán también a López Madrid, el compiyogui de
los reyes, imputado por las black y la Púnica y que también estuvo en Davos?
¿Habrá fiesta? Y como diría Bertold Brecht ¿quién lavará los platos?
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