EL VUELO DE LA PARDELA.
NELSON MANDELA, AHORA, LIBRE.
GRACILIANA
MONTELONGO AMADOR.
En estos días en los que la mala hierba se expande a una velocidad de vértigo, recibimos la
triste noticia de que ha muerto un gran líder, Nelson Mandela. Un hombre que ha
sufrido en sus propias carnes
muchas injusticias, pero la más
cruel, es el racismo. El odio del hombre, contra el propio hombre.
Esto hace que el amor huya asustado y se
refugie bajo la mala hierba para no ser aniquilado. Este gran ser humano nos deja
huérfanos de esperanza. Si miramos a nuestro alrededor, veremos a algunos de los responsables de velar por el bienestar
del pueblo, que dejan mucho que desear.
Cuando advertimos esto, nos preguntamos ¿Que pensaran los niños al oír las
noticias, en las que se informa de lo
que hacen, y al mismo tiempo no pasa nada? ¿Qué enseñanza les estamos
transmitiendo a los jóvenes que forman parte
de este país? ¿Qué tipo de
cimientos estamos empleando para el futuro?
Donde el amor y el respeto, está oculto
bajo la mala
hierba. Donde se observa que la meta, de esta gente, es la obtener beneficios (Dinero) a costa de lo que sea. A la dignidad la tienen encarcelada, para que
no les salgan sarpullos en el rostro. Mandela, si era y es un ejemplo a seguir,
incluso estando encarcelado nunca dejó de luchar. 27 años en la oscuridad,
apartado del mundo, no sirvieron para apagar la llama. Siempre la mantuvo
encendida, fue constante y eso le permitió conseguir
de nuevo la libertad. Salir de
entre los barrotes de la ignorancia. A mi mente me viene una de sus frases más famosas y que dice así: La educación es el arma más
poderosa que puedes usar para cambiar el mundo. Y esta otra: La mayor gloria no es caer, sino saber
levantarse. Él luchó por la libertad, por la justicia, por la igualdad. Sin duda, su pérdida nos apena, pero también
nos da que pensar. Ahora debemos tomar el relevo de su obra y continuar con la
lucha. Alcemos la voz, unamos nuestras manos, pongámonos en pie, por nuestros hijos,
porque queda mucho trabajo por hacer. No
perdamos este tiempo que se nos ha dado, para habitar en este hermoso planeta.
Por eso termino con esta enseñanza del maestro Mandela:
Debemos usar el tiempo sabiamente y darnos
cuenta de que siempre es el momento de hacer las cosas bien.
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