DOS POEMAS DE “HIMNO A LA VIDA”
Rosario
Valcárcel
El nacimiento de Venus
Alexandre Cabanel_wide_color
LAS
ÁNIMAS DANZAN
Quiero olvidar,
arrojar el camisón nupcial
al calendario de los
sótanos. Y soñar,
soñar que estoy sujeta
a la infancia
de alma inmortal.
Pero me despierta el
temblor del silencio,
el crujido de unos
pasos en el zaguán,
la canción de cuna de
una araña.
Retumban las letanías
del mar.
Las alas de una
mariposa dormida
tembletean como si
soñaran con volar.
Quieta, no toso ni respiro,
un frío helado me
invade.
Mi corazón late con
desorden.
Me santiguo.
A mi alrededor las
ánimas danzan,
flotan los ojos de los
muertos,
las voces de las
campanitas,
el espejismo de un
gato negro.
Las cosas malas.
Quiero olvidar,
resurgir de los entierros
que atraviesan la
casa.
Olvidar los pájaros
mudos
y la convulsión de los
tambores.
Quiero emerger del son
de la flauta
que corrompe los
sueños,
del amasijo de la
reconciliación:
aborto fugaz.
SAPORE
DE SALE, SAPORE DI MARE
Rebroté del cuarto oscuro
donde gritaba Barba
Azul,
del amor muerto que me
vigilaba,
dispuesta a buscar los
placeres entre los charcos del mar.
Rebroté como los
guerreros de Homero
a vencer o a morir.
A veces el amor es
insufrible hacha
que nos corta el alma.
El viaje me arrastró
al mestizaje de algas húmedas,
a la aromática
cadencia del cri-cri de los grillos,
al gozo y la lascivia
de margaritas
con sal y limón.
No puedo contener mi
risita nerviosa
e igual que una niña
que acaba de surgir
al mundo, ardo en
deseos de algo nuevo.
Brindo por el rubor de
la tierra,
las vestiduras de
gaviota.
Muevo las piernas, las
caderas, las nalgas.
Río a carcajadas.
Protegida por la
exultante luna
alzo la copa y pido un
deseo.
Uno los sueños a la
vida.
Hago locuras.
Al ritmo de maracas y
palos tarareo:
Sapore di sale, sapore di mare.
La única canción que
puede hacerme
creer una mentira.
Dos poemas entresacados del poemario “Himno a la vida” que
resultó ganador del XVI Premio de Poesía “Domingo Acosta Pérez”, que organiza
el Centro de Día de Mayores de Santa Cruz de La Palma y del que me siento
orgullosa de haber recibido.
Porque recibir un premio siempre es una alegría sobre todo si
ese premio, como es este caso procede de la isla de La Palma, a la que yo considero
también mía, a la que he adoptado. Dicen que uno es del lugar del que canta,
del lugar que vive. Pero yo quiero creer que también somos del lugar en donde
tenemos vínculos sentimentales, recuerdos de infancia, sueños con los que hemos
crecido, con los que nos hemos enamorado, placeres, diversiones.
Evocaciones que cada día reconstruyo, que transformo y que igual
que si fuera un tesoro desentierro.
Gracias
al jurado de la presente edición compuesto por Julio Marante Díaz, Ramón Araujo
Fernández, María Teresa García Escudero y Francisco J. Acosta Felipe, actuando
como secretario con voz pero sin voto, Francisco Hernández Betancort.
Gracias
por haber elegido “Himno a la vida”, gracias porque en definitiva fueron
ustedes, los lectores, los que le dieron el sentido poético a ese conjunto de
palabras que yo escribí.
Rosario
Valcárcel por José Luis Pérez
Rosario
Valcárcel fotografiada por José Luis Pérez
Blog-rosariovalcarcel.blogspot.com
*Imagen:
Fragmento de ‘El Nacimiento de Venus’ (1863). Óleo sobre tela. Autor: Alexandre
Cabanel (1823-1889)
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