EL VUELO DE LA PARDELA.
AGUSTÍN ESPINOSA Y EL SURREALISMO…
Graciliana Montelongo
Amador
Canarias es sin duda tierra de escritores,
tierra de pintores, músicos, cantantes y poetas. Siempre es bueno recordar a
los grandes de nuestra cultura. Agustín Espinosa, escritor surrealista nació
en el Puerto de la Cruz en 1897. Su obra,
Crimen, es sin duda una de las más famosas que forman parte de nuestra historia. Es necesario
contar a los niños, a los jóvenes, de su existencia, de su lucha y de
su trabajo. Mucho sufrieron todos, para
poder seguir adelante en aquel momento de represión (cuando llegó la dictadura
de Franco) donde tuvieron que cambiar el contenido y la
forma de escribir. La libertad quedó encarcelada por muchos años… Pero hoy tal y como están las cosas uno se
pregunta : ¿Tenemos realmente libertad de expresión? ¿La democracia es real, existe?
No me gusta lo que está pasando fuera, pero
menos me gusta lo que está pasando aquí, en mi tierra. Hemos pasado de dar a diestro y siniestro, a no dar nada. La
sociedad Canaria está intranquila. Todos los días la cantidad de parados es mayor,
las ayudas al desempleo se acaban, los jóvenes no tiene trabajo y los niños no
tienen comida. Sin casa, porque se la
quedan los bancos. A ellos les da igual que no tengas trabajo, solo quieren dinero. Que pagues la hipoteca, los recibos y con recargos. Recargos que son claramente un
robo al ciudadano y que nadie defiende. Y para colmo, lo antipáticos e
inhumanos, que se han vuelto casi todos sus
empleados. Esta clase de seres que
trabajan cara al cliente, se olvidan de que están ahí, gracias a nosotros. Se
olvidan de que son
tan vulnerables para el sistema, como todos los demás. Una cosa es hacer bien
su trabajo y otra el trato (el mal trato) que nos dan. El otro día escuché una conversación en un banco, mientras
esperaba mi turno para ser atendida. Un hombre mayor pedía en el mostrador, los papeles o
comprobantes de su cuenta, para hacer la
declaración de la renta. El empleado sin
ninguna amabilidad le dijo: Eso lo busca
por internet o lo saca por el cajero. El hombre insistió y le solicitó que se los diera él. El empleado le repitió, como un loro, lo mismo: A través
del cajero o métase en internet. Y firme aquí para poder cobrar el próximo mes.
El hombre preguntó de nuevo: ¿No me estará engañando y voy a
firmar otra cosa? Es que ya me engañaron una vez…
No, esto, es solo, para cobrar. Le contestó con una sonrisa
socarrona.
Estarán pensando amigos lectores lo mismo que
yo: ¿Y si el hombre no sabe leer? O si no sabe cómo funciona el cajero ¿Y si no tiene internet porque no puede pagarlo, o no sabe navegar? Que falta de sentido común, de
profesionalidad, de humanidad. Que mediocres
llegan a ser algunos (casi la mayoría) de los que están ocupando un puesto cara al
cliente. Y no hablemos de los que están empleados en las oficinas del paro,
sobretodo en la de la Orotava, algunos, dejan mucho que desear… Surrealismo
puro, estamos viviendo todos los canarios y así lo escribiría, si estuviera con
vida, nuestro amigo y admirado Agustín
Espinosa, en la revista: La Rosa de los Vientos, que él ayudó a fundar y en la que colaboró..
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