Por Eduardo Sanguinetti
Filósofo (Ph.d. Cambridge
England)
Parece
claro que estamos ya sumergidos en una muy grave crisis económica y social cuyo
detonador habrán sido en principio las famosas "subprimas" que han
revelado una crisis bancaria (deudas podridas), financiera (hundimiento de las
bolsas) y una recesión en los EEUU, sumado a las diversas pandemias y epidemias
de gripe porcina y dengue, más lo por venir en un futuro calculado para los
forjadores de la realidad virtual que nos toca transitar.
Es
un giro importante de la situación en la cual un sistema corrupto, bestial,
como lo es el capitalismo puede derrumbarse, a pesar de sus socios narcos,
dictadores de republiquetas estúpidas, políticos negociables y demás fauna que
conforma al poder económico del mundo... los intelectuales románticos del
mundo, que son la buena voluntad pensante que puede avisorar un nuevo
horizonte.
Las
revueltas del hambre que afectan en particular pero no solo a los países
pobres, son la resultante de una crisis alimentaria provocada por la
especulación y por las políticas neoliberales que han destruido las
agriculturas alimentarias campesinas, en beneficio del agrobusines y los
cultivos de exportación. La crisis energética, ilustrada por la explosión de
los precios del petróleo, acentúa y se combina con la crisis alimentaria
encareciendo los costes de producción agrícolas y por los famosos
agrocarburantes que vienen a hacer la competencia a las producciones
alimentarias en su propio terreno. La crisis energética multiforme, agotamiento
previsible de las reservas de petróleo, relanzamiento de lo nuclear,
calentamiento climático provocado por la utilización masiva de las energías
fósiles..., es a la vez una traducción y un factor de agravación de los
problemas económicos, de las guerras y de la inestabilidad política del mundo
actual: ocupación de Irak, guerra en Afganistán, tensiones entre el
imperialismo americano y estados como Irán, Venezuela, Corea del Norte... La
guerra sin fin contra el "terrorismo" llevada por el gobierno
americano provoca conflictos mayores (Afganistán y los que vendrán). Los modos
de producción y de consumo capitalistas provocan una crisis ecológica
multiforme que no deja de afectar a ninguno de los sectores vitales para la
humanidad. Mi posición histórica anticapitalista, mi voluntad de una
transformación revolucionaria de la sociedad que sea llevada por la inmensa
mayoría de trabajadores de las ciudades y del campo, no caen del cielo, a pesar
de las elecciones del 28 de junio cuando el electorado eligió a sus verdugos.
El
capitalismo, más que nunca en estos comienzos del siglo XXI, muestra por su
brutalidad, su potencial destructivo con sus estratégicas alianzas con el
narcotráfico que aniquila generaciones con la basura que negocian a cualquier
costo, creo que esta es la guerra que no comenzó y se torna imperativo librarla
a pesar de las desigualdades crecientes, la necesidad de una ruptura y de la
invención de un socialismo realmente emancipador. Una democracia real y profunda
implica la puesta en cuestión de la propiedad capitalista, no olvidemos en
términos de orden natural que en la naturaleza no existe la propiedad privada.
Lejos de combinarse armoniosamente, la economía de mercado y la democracia
forman buenas parejas: China, Rusia y USA ponen de relieve un pliegue de
espectáculo donde las políticas económicas y las corporaciones mafiosas se
asociaron globalizando el libre mercado.
La
perspectiva socialista, es decir la esperanza de un mundo diferente al
capitalismo, hay que reconstruirla. Pues no sale indemne de las experiencias
del siglo XX. A través de las resistencias y las luchas, se trata de inventar
el socialismo del siglo XXI. Es por ello que nos parece completamente
imperativo: _desarrollar frente a los grandes problemas movimientos de masas
unitarios, luchas de resistencia coordinadas a escala internacional; _dirigirse
hacia una nueva internacional democrática, anticapitalista, ecológica,
antirracista, humanista; llevar a cabo campañas unitarias internacionales y
participar en los marcos que permitan animarla.
Un
movimiento social poderoso, un mayo 68 que iría hasta el fin, que comenzaría
por controlar la marcha de la economía y la erradicación definitiva del hambre,
la miseria, la discriminación, la educación degradada, conformando pequeñas
comunidades que conformen el nuevo orden mundial, dentro de un marco de
solidaridad y armonía. Las instituciones son elementos esenciales del
mantenimiento del orden social y de la propiedad capitalista. No deseo
construir un movimiento de acondicionamiento sino un movimiento de ruptura.
Un
movimiento, es para mí un reagrupamiento de militantes unidos alrededor de un
programa común, como en Uruguay el Frente Amplio logró hacerlo y con un
magnífico resultado en la gestión de Tabaré Vázquez cuya transparente
administración da lugar para que en las elecciones presidenciales de este año
"Pepe"Mujica resulte ganador absoluto a la presidencia de la Banda
Oriental del Uruguay, por su capacidad, su trayectoria, la espontaneidad de su
discurso original en la verdad y por la verdad, sin olvidar su amor a la
libertad del individuo.
Un
movimiento que actúe como instrumento, no como un fin en sí mismo. Una fuerza
capaz de reflexionar para actuar. Frente a una vida política centralizada por el
Estado, tenemos necesidad de un movimiento socialista, de una fuerza para la
transformación revolucionaria de la sociedad, que combine actividades
nacionales y declinaciones locales. Un movimiento que aparece claramente como
rechazando oponerse a los planes del poder y de la patronal y encarnar un
cambio de sociedad. Sindicalistas, militantes asociativos, altermundialistas,
jóvenes comprometidos en la acción, antiguos militantes de diferentes
trayectorias, militantes de la diversidad, personas que llegan nuevas a la
política y personas que retoman su actividad, intelectuales comprometidos con
su tiempo. Unidos alrededor de la necesidad de defender un plan de acción
anticapitalista integrando reivindicaciones sociales, democráticas,
ecologistas, antirracistas y solidarias podemos construir juntos un nuevo
mundo. Es necesario y es posible
Publicado
por MARIANA TURCHIO
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