PRECISIONES
L. Soriano
Los discursos políticos que se excretan en todo el territorio nacional, por todos los candidatos son casi idénticos. Esto a mí, me crea aprensión. No hay valentía ni arrojo, de la misma manera que no hay destacados ni que generen seguridad alguna, y mucho menos ilusión. Estas elecciones son sobre todo de “perfil bajo”. Unos para no perder por mucho según se les anuncia, y otros para no salirse del carril que en muchas ocasiones, a pesar de ellos, les llevará a la poltrona máxima, creen.
Sin embargo lo que más me llama la atención es la repetición hasta la arcada del lema “a crear empleo”, por todos y cada uno de los que se nos aparecen en la tele o en vivo y en directo en cualquier medio o lugar insospechado. Quizás les perezca presuntuoso que apostille, que yo de este tema entiendo algo, pero mentiría si dijera otra cosa, y les garantizo que ninguno de ellos va a crear ni un solo puesto de trabajo que sea productivo y beneficioso para el resto de los españoles. Así pues ¿mienten? Pues muchos sí, nos han mentido en este tema casi siempre, pleno empleo decía ZP hace apenas 2 años. El ínclito Solchaga fue el primero que inauguro lo de “político veraz no gana elecciones”, con sus 800.000 promesas falsas.
Para crear empleo, en el sistema económico donde nos hayamos inmersos, hay que crear, desde las instituciones del Estado las condiciones para ello. Y no se da esta particularidad. Ni siquiera han cambiado, con urgencia, las desquiciadas leyes fiscales y recaudatorias que van a llevar al embargo a centenares de miles de familias españolas, y al cierre de las pocas empresas que queden que no hayan cerrado ya. El estrago entre los autónomos, los mayores creadores de empleo, es de muy difícil reparación. Los grandes empresarios están fuera del país, o con solo una parte de un pie dentro, y hasta el cambiante Sr. Botín está molesto siendo la “Vedette” de este sistema, ahora se ve que ya le duele algo si nos atenemos a sus últimas declaraciones. Parece ser que este empecinamiento torticero y brutal en no abandonar los pesebres y las costumbres despilfarradoras, megalómanas, y totalmente fuera de nuestras posibilidades ni de la realidad, se va a mantener hasta que la tragedia sustituya inevitablemente al drama.
Para terminar, les diré, que sin que comiencen los movimientos encaminados a liberar a los creadores de empleo de presiones fiscales, aportaciones y contribuciones insoportables que hagan de nuevo que las actividades profesionales o empresariales sean rentables, aquí no creara empleo nadie. Se marcharan los inversores y hacerlos volver costara lustros.Y, además habrá que liberar a los emprendedores de la farragosa burocracia elefantiásica que rodea a cualquiera con iniciativa, anulando todas las subvenciones que perjudiquen a los que quedan establecidos, sustituyéndolas por anulaciones de tasas o exigencias tributarias desalentadoras, pero que beneficien a todos. Las Subvenciones crean clientelismo y todo lo que no se aplique a cualquiera sin excepción es perjudicial para el común. Entonces, basta ya de demagogia o de voluntarismo si se quiere y vengan ya normativas que hagan que los negocios y los trabajos sean rentables y posibles para los ciudadanos. Es la única manera de que se cree empleo.
A reflexionar.
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