ADIÓS 2023, BIENVENIDO 2024
ADALBERTO SANTANA
2023 como todos los años a lo largo de la historia inmediata del siglo XXI, presenta un escenario político de nuestra América y el mundo con avances significativos en el progreso humano. Pero también figuran evidentes acontecimientos que muestran grandes retrocesos en contra de la marcha de la humanidad. En nuestro criterio identificamos una valoración más positiva en términos generales que apuntan a mostrar un mejor desarrollo en el desenvolvimiento del año de 2024.
Uno de los temas capitales globales en 2023, ha sido el fenómeno creciente de la migración del sur global al norte imperial. Situación recurrente y masiva en las fronteras del sur de Europa como en el cruce fronterizo entre México y los EU.
Un avance
significativo para los pueblos de la región latinoamericana y caribeña en el
plano político electoral, fue el triunfo en Guatemala de Bernardo Arévalo. Pese
a los obstáculos que las fuerzas de la ultraderecha de ese hermano país
centroamericano, han ido sembrando en el camino, sus esfuerzos fueron
truncados. La madurez adquirida por el pueblo guatemalteco retomó el
pensamiento emancipador de sus grandes intelectuales como Miguel Ángel Asturias
(Premio Nobel de Literatura); el crítico de la cultura y el arte como Luis
Cardoza y Aragón; la gran poeta y profesora feminista Alaíde Foppa; el filósofo
José Luis Balcárcel y la Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú, entre otros.
Sin duda ese pueblo chapín seguirá mostrando su madurez y voluntad de transformación
política y social con la toma de posesión de Arévalo el próximo 14 de enero de
2024. Tiempo del nuevo año donde llegará una nueva primavera que seguirá irradiando al
Istmo centroamericano y hará más fuerte a la Nicaragua sandinista, a la
Honduras y El Salvador de Francisco Morazán y a la herencia de Omar Torrijos en
Panamá.
El contraste es el
arribo del ultraderechista Javier Milei a la presidencia de Argentina, en buena
medida condicionada por las divisiones del peronismo y de las izquierdas de la
nación austral. El camino parece difícil
al querer librar los escollos recientemente implantados por el neoliberalismo
argentino y por las políticas represivas de la ultraderecha. Sin embargo, lo
paradójico de las recetas privatizadoras de Milei, lo que han hecho es acelerar
las condiciones objetivas y subjetivas y crear las condiciones de la necesidad
de una real transformación de la sociedad. En otras palabras, la acumulación de
fuerzas se conjuntará en el polo de las izquierdas y a corto y mediano plazo
harán madurar la necesidad de un proceso insurreccional por la vía de la gran
movilización de masas en todo el país. Seguramente el régimen de Milei y su
“casta” dorada van a caer como simples naipes por la fuerza de las masas
insurrectas. Se ha reconocido con mucha claridad que hay años que se viven por
días y días que se viven por años. Ese
tiempo por la maduración de las condiciones objetivas y el arribo
conjuntamente de las condiciones subjetivas, podría estar pronto a suceder.
Incluso a pesar de los decretos de privatización, el endurecimiento de las
políticas represivas ante las protestas sociales del pueblo argentino
(trabajadores industriales, del campo y servicios, desempleados, estudiantes,
amas de casa, pequeños comerciantes, jóvenes y marginados) los llevarán a
madurar las condiciones de la necesidad del cambio revolucionario. Se puede
inferir que más temprano que tarde el régimen neoliberal de Milei y su timonel
(Mauricio Macri) tendrán que caer estrepitosamente si es que el curso de los
acontecimientos sigue acumulando fuerzas para un estallido social con carácter
insurreccional.
Otros dos
escenarios que son capitales en el desarrollo de la coyuntura internacional en
2023, han sido los conflictos bélicos expresados en las dos guerras que fomenta
y auspicia el imperialismo estadounidense y sus aliados europeos en Ucrania y
Palestina. En el país eslavo, sin duda la política de la Operación Militar
Especial de Rusia, ha frenado la ofensiva de la OTAN de establecer sus
fronteras e implementar una política de seguridad nacional en las fronteras de
Ucrania con Rusia y Bielorusia. El régimen filofascista de Volodymir Zelenski
vive fundamentalmente del apoyo externo de los miembros de la OTAN y de EU. En
2023 el gobierno anti-ruso de Ucrania contó con el apoyo externo de la Casa
Blanca. Hasta el 24 de noviembre se estimaba que el régimen ucraniano recibió
42 mil millones de dólares en ayuda internacional. Sus perspectivas no son nada
positivas cuando la anunció que su último paquete será de 250 millones de
dólares en armas y municiones sin la aprobación del Congreso. Paralelamente
Washington prefiere ante esa guerra perdida, apoyar al régimen sionista de
Israel en su guerra de exterminio y genocidio contra el pueblo palestino. Los
jázaros (adoptados al judaísmo, en el gabinete Joe Biden suman 10 de sus
miembros comprometidos con la política nazi de Benjamín Netanyahu como lo
catalogó el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan y de matar “a más de 20 mil
gazatíes”). Así, los miembros del gobierno de la Casa Blanca prefieren
estratégicamente respaldar al sionismo israelí para no perder su influencia
estratégica en Medio Oriente, cueste lo que cueste. Así como el Reino Unido
amenaza a Venezuela con el arribo a las costas de Guyana del buque de guerra
HMS Trent.
Por último uno de
los temas capitales globales en 2023, ha sido el fenómeno creciente de la
migración del sur global al norte imperial. Situación recurrente y masiva en
las fronteras del sur de Europa como en el cruce fronterizo entre México y los
EU. La preocupación de Washington en 2023 es la “invasión hispana o latina” y
de otras regiones del planeta que generó
un flujo migratorio “sin precedentes” de más de 2 millones 300 mil migrantes
que cruzaron el umbral de la frontera estadounidense en 2023. Asunto que se vuelve capital para 2024,
cuando se elija un nuevo mandatario donde puede ganar el candidato que menos
votos acumule (tal como aconteció con el triunfó de Trump en 2017), ya que así
funciona la llamada democracia electoral estadounidense.
Culmina el año 2023
con dramáticas guerras donde la ONU demostró su incapacidad real para
frenarlas. Es de esperar que los pueblos del mundo y sus auténticos liderazgos,
ejerzan en 2024, una real fuerza que frene los genocidios de Israel y
Washington.
Así, también se
desea que el mundo sea más sano y justo y democráticamente menos vulnerable
frente a las cruzadas de la propaganda de la ultraderecha mundial (fake news:
noticias falsas).
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