jueves, 2 de junio de 2022

LA OTAN Y EL CRIMINAL E INMORAL NEGOCIO DE LAS ARMAS


LA OTAN Y EL CRIMINAL E INMORAL

 NEGOCIO DE LAS ARMAS

Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario. La OTAN es la táctica que, junto con otras tácticas como el plan Marshall, utiliza el imperialismo en su estrategia global para impedir tanto la liberación nacional como social de las naciones y pueblos oprimidos por el yugo del colonialismo o, dicho de otra forma, para defender al capitalismo y sus intereses. La OTAN se constituyó mediante el Tratado del Atlántico Norte (en adelante El Tratado), firmado en Washington el 4 de Abril de 1949, trascendiendo ampliamente los aspecto militares, al incluir asuntos políticos e incluso económicos, que constituye el principal objetivo del tratado, como queda claramente recogido en al artículo 2: “Tratarán de eliminar conflictos en sus políticas económicas internacionales y estimularán la colaboración económica entre varias o todas las Partes”.

El Tratado no tenía una organización que pusiera en práctica sus disposiciones, por lo que lo dotaron en 1951 de una estructura organizativa: la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). El Tratado está custodiado por su amo y señor, como reza el artículo 14 y último: “Este Tratado, cuyos textos en inglés y francés dan fe por igual, será depositado en los archivos del Gobierno de los Estados Unidos de América. Este Gobierno remitirá copias debidamente certificadas a los Gobiernos de los demás Estados signatarios”.

 

La perversión del lenguaje. En el preámbulo del Tratado se dice literalmente «Las Partes de este Tratado reafirman su fe en los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y su deseo de vivir en paz con todos los pueblos y todos los Gobiernos. Decididos a salvaguardar la libertad de sus pueblos, su herencia común y su civilización, fundadas en los principios de democracia, libertades individuales y el imperio del derecho». Por tanto, el Tratado no contempla específicamente la defensa armada entre los signatarios, sino que asume y se compromete en la defensa de una ideología política perfectamente definida: trata de salvaguardar la libertad de los pueblos signatarios del tratado mientras masacra la libertad de los demás pueblos, a los que señala como enemigos potenciales si su sistema político se apoya en principios anticolonialistas. Evidentemente defiende las conquistas llevadas a cabo por el capitalismo en el marco de las plutocracias o gobierno de las poderosas oligarquías a las que, demagógicamente, el tratado denomina democracia, específicamente el Tratado se manifiesta en contra de lo que supone para la emancipación nacional y social el auge de las revolucionarias ideas surgidas de la revolución de Octubre de 1917.

 

El plan Marshall. El 5 de Enero de 1947 el general Marshall pronunció una conferencia en Harvard mediante la que solicitaba una ayuda masiva para reconstruir Europa. Lo que Marshall ocultó es que esa ayuda era vital para que Estados Unidos continuara su nivel de crecimiento económico y para mantener el liderazgo de primera potencia mundial; asimismo ocultó que en el trasfondo de la ayuda económica a Europa existía un segundo motivo, el de un ‘fantasma’ que recorría Europa, el del comunismo y que, como ya habían vaticinado otros intelectuales orgánicos del capitalismo: «la pobreza es la vanguardia del comunismo», por tanto se trataba de ayudar a la recuperación de Europa para sostener la hegemonía mundial de Estados Unidos y de frenar la exportación del ideario surgido de la revolución bolchevique. Probablemente nadie ha definido mejor este complejo industrial-militar como Eisenhower al terminar su mandato en 1961: “Nuestro trabajo, los recursos y los medios de subsistencia son todo lo que tenemos; así es la estructura misma de nuestra sociedad. En los consejos de gobierno debemos evitar la compra de influencias injustificadas, ya sea buscadas o no, por el complejo industrial-militar. Existe el riesgo de un desastroso desarrollo de un poder usurpado y [ese riesgo] se mantendrá. No debemos permitir nunca que el peso de esta conjunción ponga en peligro nuestras libertades o los procesos democráticos». Eisenhower lo aplicaba a los grupos industriales estadounidenses interesados en mantener la carrera armamentística entre los Estados Unidos y la Unión Soviética durante la Guerra Fría para su beneficio económico; posteriormente el senador demócrata J. William Fulbright (Estableció el programa de intercambio internacional, que más adelante llevó su nombre, las becas Fulbright) condenó públicamente las políticas interior y exterior, manifestando que el radicalismo de derecha se había incrustado en el ejército de los EE. UU. George F. Kennan, autor de la doctrina de la contención y figura clave de la Guerra Fría fue más explícito aún “Si la Unión Soviética se hundiera mañana bajo las aguas del océano, el complejo industrial-militar estadounidense tendría que seguir existiendo, sin cambios sustanciales, hasta que inventáramos algún otro adversario. Cualquier otra cosa sería un choque inaceptable para la economía estadounidense”, como así ha ocurrido.

 

En conclusión, la OTAN, al servicio de la bestia del capitalismo, es una organización antidemocrática, en línea con el régimen monárquico y colonial español, como ha venido demostrando desde su nefasto nacimiento y, particularmente, desde el 12 de Marzo de 1986 con la celebración del Referéndum mediante el cual los heroicos pueblos canario, navarro-euskaldum, catalán y gallego (este no reconocido oficialmente, aunque las investigaciones han sacado a la luz la desaparición de las urnas de más de medio millón de votos en contra de la OTAN) rechazaron valiente e inteligentemente integrarse en esa organización, decisión aún pendiente de ejecutarse treinta y seis (36) años después, muy al contrario: los ejércitos integrantes de la OTAN han incrementado su presencia en nuestra sorroballada patria e incluso los neo-colonialistas del gobierno metropolitano (PSOE, Unidas Podemos-incluyendo IU e incluso el PCE, con apoyos puntuales de Ezquerra Republicana e incluso Bildu), con el apoyo del pseudo-gobierno esbirril de los autonomistas canarios (PSOE, Nueva Canarias-demagógicamente autodefinidos como nacionalistas canarios-, Unidas Podemos-Podríamos o Pudiésemos-, así como los autodenominados socialistas de Curbelo, el de la sauna) apoyan la creación de una base del arritranco de la OTAN en nuestra patria, con la intención de apropiarse de los recursos naturales de los pueblos hermanos del continente africano y de nuestro territorio, pasándose por el arco del triunfo nuestra democrática decisión.

 

MINISTERIO DE CIENCIAS DE LA TIERRA DE LA REPÚBLICA DEMOCRÁTICA FEDERAL CANARIA

 

 

 

 

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