ANGUEL MORALES
Basado en el salmo 137
Junto a los caminos de Godilandia,
acordándonos de ti, nos sentamos a llorar.
De los pin0os colgaban nuestros timplillos
y acordándonos de ti,
nos sentamos a llorar.
¡Cantadnos! nos decían nuestros enemigos;
¡cantadnos! nos decían nuestros invasores.
Ellos querían
que nosotros los divirtiéramos.
¿Cómo cantad, canciones del Guañac,
habiendo tanto invasor en nuestra tierra?
Si de ti yo me olvidare,
si de ti yo me olvidare,
¡Oh, mi Canarias!
Que se me seque la mano derecha,
que se me pegue la lengua al p'aladar.
Si de ti yo me olvidare,
si de ti yo me olvidare,
¡Oh, mi Canarias!
Señor toma cuenta de nuestros enemigos.
Señor toma cuenta de nuestros invasores;
cuando ellos se decían:
¡Arrasad! ¡arrasad!
¡arrasad, hasta el sentimiento!
Capital de Godilandia Criminal,
¿Quién pudiera pagarte
los males que nos has hecho!
¿Quién pudiera estallar
tus hijos contra las rocas!
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