EL MACHO MEDIÁTICO
ANÍBAL MALVAR
Se han llenado nuestros periódicos ultramontanos las gónadas para atacar la recién aprobada ley del "sí es sí". El macho universal se siente agredido. Para ABC, con la nueva norma impulsada por Irene Montero "nace el comisariado sexual que culpa al hombre de todo" (titula su editorial).
Dicen nuestras fuerzas del orden que cada día se presentan en España casi una cincuentena de denuncias por agresión sexual. Eso no lo recuerda el testosterónico editorial del torcuatiano diario. Ahora que acabamos de asistir a la enésima matanza colegial en EEUU, se ha dado poca importancia a un dato bien curioso y feminazi: teniendo las mujeres igual acceso que los hombres a las armas, es más que raro ver a una dama empuñando un fusil por capricho trumpero. Habrá alguna excepción en las sentinas de la historia, pero siempre son hombres los que cometen estas atrocidades. Será casualidad.
El proceso de
demonización de la mujer nueva (con perdón) estaba en la calle antes que en los
medios de comunicación. Salvo los Alfonsos Ussías de turno, los periódicos
machistas (hay que decirlo) intentaban mantener un bajo perfil editorial con
estos temas. De lo contrario ya se encargaban los columnistas dobermanes, que
ante la falta de argumentos se conformaban con gracietas banalizadoras del culo
femenino y esteso/landistas.
En El Mundo nos
titulan que "la violencia sexual no puede ser un arma política
arrojadiza", cuando está claro que sí lo tiene que ser. Tiene que ser un
arma arrojadiza contra los que titulan y piensan estas cosas. Porque yo no
tengo inteligencia para saber si esta ley está muy bien o está muy mal, pero sé
que era necesario hacer algo. Y, al menos, se ha hecho algo. Ya veremos si
mucho o poco.
El terror a la
libertad de la mujer es uno de los fenómenos más curiosos que he observado en
nuestras sociedades modernas. O sea, desde mucho antes de Cristo. La Biblia
priva a María de gozar el sexo con su churri San José. Con eso os digo todo.
Se habla mucho de
la educación sexual en la adolescencia, y yo creo que los que deberíamos pasar
por un buen cursillo sexológico somos los adultos. Al fin y al cabo, nuestros
adolescentes han crecido sobre lo que les han construido sus padres. O sea, que
las manadas no son casualidad. Son nuestra semilla, involuntaria o no, pero
siempre culpable.
Este presunto
ataque al hombre que nuestra derecha ve en la ley Montero, lo resume cristalino
y virilmente el ABC: "Se consagra así la presunción de culpabilidad para
el hombre e invierte la carga de la prueba en el proceso penal. Un hombre
deberá demostrar su inocencia, algo inédito en nuestro ordenamiento y contrario
a los más elementales fundamentos jurídicos". Pues mira que releo la ley y
no entiendo yo tal cosa. Pero ya se sabe que un rumor es mil veces más poderoso
que cualquier sabio endecasílabo.
Como son muy
caballerosos, tanto el editorialista de ABC como el de El Mundo se despiden
galantemente de las damas: "Nadie vea en este criterio una falta de
sensibilidad hacia la mujer ni hacia la violencia sexual. Es la denuncia de un
texto maniqueo que instaura un comisariado ideológico para anular la presunción
de inocencia del hombre". Y en El Mundo: "La violencia sexual es una
de las más repugnantes lacras que toda sociedad está obligada a combatir con ahínco",
antes de arremeter contra la primera ley que enfrentará con mayor o menor
fortuna esa lacra. El macho está embravecido, chicas. Andad con cuidado.
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