¿LAWFARE CONTRA PABLO IGLESIAS?
GERMAN GORRAIZ LÓPEZ
La llamada “Teoría
de las Catástrofes” del científico francés René Thom se basaría en dos
conceptos antinómicos para intentar “comprender el orden jerárquico de la
complejidad biológica”. Así, el concepto de estabilidad o equilibrio se refiere
a un sistema que permanece estable aunque registre un cambio, principio que
trasladado a la esfera política se traduciría en la Reforma del Régimen del 78
sin alterar sus principios esenciales (Monárquico, jacobino y neoliberal),
tesis que defenderían los partidos del establishment dominante del Estado
español (PP, PSOE y Ciudadanos).
En la orilla
antónima, encontramos el concepto de cambio cualitativo o discontinuidad que se
produce cuando simples cambios cuantitativos pasan a ser otra cosa diferente y
el sistema se transforma internamente de modo radical en una nueva realidad que
modifica su situación de equilibro interno y se crea una situación nueva
(Estado Confederal), tesis defendida por Unidas Podemos y que es asociada por
el establishment español con el advenimiento del caos. Así, la investidura de
Pedro Sánchez como Presidente del Gobierno y la posterior formación de un
Gobierno de Coalición “a la navarra” entre PSOE y UnidasPodemos habría desatado
las alarmas en el establishment por lo que se habría iniciado una cruzada
mediática para deslegitimar la “unión antinatura” de PSOE y Podemos encabezada
por Felipe González, devenido en testaferro del Establishment.
La primera fase de
la operación de “acoso y derribo de Pablo Iglesias” consistió en la ofensiva
mediática para hacer de Pablo Iglesias el “único culpable de la elevada mortandad
en las residencias”, tuvo su continuación en los reiterados escraches en la
residencia de Pablo Iglesias y en la actualidad asistimos al inicio de la fase
consistente en la “judicialización de la política o lawfare”. Con dicho término
nos referimos al “abuso de los procedimientos legales e internacionales para
provocar un repudio popular contra un oponente manteniendo una apariencia de
legalidad” y que tendrían su plasmación en la cabriola jurídica de la nueva
estrella mediática del firmamento judicial , el juez García Castellón, con el
objetivo inequívoco declarar a Pablo Iglesias como investigado en el llamado
“Caso Dina” y forzar su dimisión como Vicepresidente del Gobierno.
El Tardofranquismo
judicial tendría a la Audiencia nacional y el Tribunal Supremo como brazos
ejecutores, a los jueces Lamela y Llarena como su más destacados peones y al
juez Marchena como Sumo Sacerdote de unos tribunales que estarían controlados
por el llamado “clan de los políticos” en palabras del ex-Presidente de Sala
del TS, Ramón Trillo, descollando la Presidenta de la Sala de lo Penal de la
Audiencia Nacional, Concepción Espejel, condecorada en su día por la Presidenta
del PP de Castilla la Mancha, María Dolores de Cospedal). García Castellón
pertenecería al llamado “clan de los políticos afines al PP” y caso de lograr
su objetivo de defenestrar políticamente a Iglesias, asistiríamos a la
constitución de un Gobierno de Salvación PSOE-PP que procedería a la adopción
de medidas austericidas siguiendo los dictados de la Troika europea para evitar
el rescate y que se traducirán en una dramática reducción de los subsidios
sociales que afectarán a la duración y cuantía de las prestaciones de
desempleo, pensiones de jubilación y viudedad así como a una severa reducción
de los sueldos del funcionariado, lo que de facto marcará el retorno a
escenarios económicos de la postguerra española (Década de los 60).
GERMÁN GORRAIZ
LÓPEZ-Analista
Guardeme usted un cachorro del marques de la chepa de Galapagar .Con razón un partido tan basto como Vox les han adelantado por la (ultra ) derecha ya que no paran de dar bandazos .
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