SE LE ANTOJABA...
DUNIA SÁNCHEZ
Se
le antojaba ser como el cosmos, con la negritud y el brío lejano de algún
astro. Las olas también cuando la luna se escondía ser chispeantes rupturas en
la orilla de lo negro. Hoy no quería mirarse al espejo, le apetecía o más bien
le daba la gana de quedarse en la cama. Las noches no eran las de antes donde
el silencio era coro de grillos. Ahora, la contaminación andante del ruido la
hacía escaparse entre sus sábanas, bajo un edredón anciano como ella. Ya estaba
cansada, tan harta del latido confuso de sus pasos que aupada por la memoria
que se iba y la independencia eclipsada
que su espalda dijo adiós.
Espaldas mojadas por un frío fúnebre, por una brisa que penetraba por
los cristales rotos de su ventana. Aun así, se le antojó mirarse por última
vez. Y qué puede ver esta vieja mujer a través del espejo…un pasado floreciente
en vida, un pasado condicionado por sus manos verticales a la respiración de
los vientos, un pasado envuelto en una sonrisa. Sonrisa ida, sonrisa ahora
perforando su rostro, yermo, abatido. Y cerró los ojos, y apretó los puños, y
se destapó…así con su camisón de flores negras dejo que la muerte la embriagada
como fértil paseo al descanso. Sí, ya había sido suficiente, no podía quejarse. Ahora, sola, antes de ser uso indebido de sus
deseos, de sus sueños se fue. Adónde, no
lo sé….solo el tic-tac, tic-tac de su reloj y ese espejo sucio diría de su alma
ausente, de su cuerpo presente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario