MARCELO, IMPUTADO COMO CABECILLA DE UNA TRAMA ILEGAL DE APARCACOCHES
POR DAVID BOLLERO
La
Audiencia Nacional ha imputado a Marcelo, el ángel de la guarda del ministro
del Interior, Jorge Fernández Díaz, como supuesto cabecilla de una trama ilegal
de aparcacoches. Según se desprende de las investigaciones de la Unidad Central
Operativa (UCO) de la Guardia Civil,
en el marco de la operación
bautizada como ‘Trama Gorrilla’, Marcelo habría tenido a su servicio a una
plantilla de 250 gorrillas careciendo de la preceptiva autorización para ello.
Rizando
el rizo, el ángel custodio ha sido puesto ya bajo custodia y su domicilio ha
sido registrado por espacio de ocho horas por la Guardia Civil, habiéndose
incautado de numerosos uniformes de agentes del SER (Servicio de
Estacionamiento Regulado) que los gorrillas habrían estado utilizando para ‘abrir
calles’, como en su argot se refieren a asegurar la rotación de vehículos
aparcados.
La
‘Trama Gorrilla’ se extendería a todo el territorio nacional, en especial a
aquellas ciudades en las que el titular de Interior viajaba con más asiduidad,
bien por sus obligaciones ministeriales o espirituales. El modus operandi era a
través de un rosario que lleva siempre consigo Fernández Díaz, dotado con
intercomunicador. Cuando el ministro se aproximaba a su destino, tomaba este
rosario y con el ruego en clave “Marcelo, Marcelo, o aparco o te empapelo” se
activaba el operativo.
Entonces,
los gorrillas de las calles colindantes procuraban un estacionamiento libre
para el coche del ministro, recurriendo a la intimidación si ello fuera
necesario. Agapito, uno de los empleados de Marcelo, apunta que “no siempre
resulta sencillo encontrar una plaza, especialmente en las calles más
concurridas o en fechas como el besa pies del Cristo de Medinaceli”. Agapito,
que se reenganchó a la trama después de que cayera en desuso el “San Agapito,
concédeme un sitito y que sea rapidito”, se sorprende de la ingenuidad de
Fernández Díaz: “¿Pero qué se creía, que Marcelo obraba milagros para él? Hasta
14 horas diarias nos tiramos los gorrillas en la calle para encontrarle
huecos“.
Al
parecer, Marcelo vendría desempeñando estos trabajos para el ministro desde que
éste se convirtiera al Catolicismo y considerara que ya no era adecuada la
oración “San Cucufato, San Cucufato los cojones te ato, sino encuentro parking
no te los desato”. El negocio, dado que el ángel de la guarda no tenía a los
gorrillas dados de alta en la Seguridad Social y les pagaba en B, llegó a ser
tan próspero que justo antes de su detención, el jefe de la trama ultimaba el
lanzamiento de la MarceloApp, una aplicación para smatphones para ayudar a
encontrar aparcamiento.
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