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sábado, 12 de diciembre de 2015

MARCELO, IMPUTADO COMO CABECILLA DE UNA TRAMA ILEGAL DE APARCACOCHES

MARCELO, IMPUTADO COMO CABECILLA DE UNA TRAMA ILEGAL DE APARCACOCHES

POR DAVID BOLLERO
La Audiencia Nacional ha imputado a Marcelo, el ángel de la guarda del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, como supuesto cabecilla de una trama ilegal de aparcacoches. Según se desprende de las investigaciones de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil,  en  el marco de la operación bautizada como ‘Trama Gorrilla’, Marcelo habría tenido a su servicio a una plantilla de 250 gorrillas careciendo de la preceptiva autorización para ello.

Rizando el rizo, el ángel custodio ha sido puesto ya bajo custodia y su domicilio ha sido registrado por espacio de ocho horas por la Guardia Civil, habiéndose incautado de numerosos uniformes de agentes del SER (Servicio de Estacionamiento Regulado) que los gorrillas habrían estado utilizando para ‘abrir calles’, como en su argot se refieren a asegurar la rotación de vehículos aparcados.

La ‘Trama Gorrilla’ se extendería a todo el territorio nacional, en especial a aquellas ciudades en las que el titular de Interior viajaba con más asiduidad, bien por sus obligaciones ministeriales o espirituales. El modus operandi era a través de un rosario que lleva siempre consigo Fernández Díaz, dotado con intercomunicador. Cuando el ministro se aproximaba a su destino, tomaba este rosario y con el ruego en clave “Marcelo, Marcelo, o aparco o te empapelo” se activaba el operativo.

Entonces, los gorrillas de las calles colindantes procuraban un estacionamiento libre para el coche del ministro, recurriendo a la intimidación si ello fuera necesario. Agapito, uno de los empleados de Marcelo, apunta que “no siempre resulta sencillo encontrar una plaza, especialmente en las calles más concurridas o en fechas como el besa pies del Cristo de Medinaceli”. Agapito, que se reenganchó a la trama después de que cayera en desuso el “San Agapito, concédeme un sitito y que sea rapidito”, se sorprende de la ingenuidad de Fernández Díaz: “¿Pero qué se creía, que Marcelo obraba milagros para él? Hasta 14 horas diarias nos tiramos los gorrillas en la calle para encontrarle huecos“.

Al parecer, Marcelo vendría desempeñando estos trabajos para el ministro desde que éste se convirtiera al Catolicismo y considerara que ya no era adecuada la oración “San Cucufato, San Cucufato los cojones te ato, sino encuentro parking no te los desato”. El negocio, dado que el ángel de la guarda no tenía a los gorrillas dados de alta en la Seguridad Social y les pagaba en B, llegó a ser tan próspero que justo antes de su detención, el jefe de la trama ultimaba el lanzamiento de la MarceloApp, una aplicación para smatphones para ayudar a encontrar aparcamiento.

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