EL ATAQUE FRONTAL AL MUNDO DEL
TRABAJO
VICENÇ
NAVARRO
Una de las constantes cantinelas del pensamiento neoliberal
promovido por la Troika y por sus aliados –los gobiernos conservadores,
neoliberales y socioliberales de la Unión Europea- es que hay que bajar los
salarios a fin de aumentar las exportaciones y así salir de la crisis. Como es
de esperar, los mayores medios de difusión reproducen este mensaje miles de
veces, en su campaña orientada a crear una opinión popular favorable a estas
políticas. La Comisión Europea, una vez más, ha publicado una serie de
propuestas, señalando la importancia de que bajen los salarios. Algo semejante
ha ocurrido con el Fondo Monetario Internacional y sus recomendaciones para
salir de la crisis. Constantemente se acentúa que los salarios, y muy en
particular los salarios de los países periféricos de la Eurozona (GIPS, Grecia,
Irlanda, Portugal y España-Spain) han estado subiendo demasiado, lo cual ha
causado o contribuido a que estos países tengan las grandes dificultades que
presentan.
Por supuesto, tanto el Banco Central Europeo como el Banco de
España, así como la patronal bancaria, han enfatizado también que los salarios
son demasiado altos, dificultando la recuperación económica. Para complementar
esta lista, las grandes empresas del IBEX-35 también han añadido su voz a este
coro, instruyendo a los sucesivos gobiernos españoles para que hagan algo para
forzar este descenso salarial. Y los gobiernos Zapatero y Rajoy (este último con
más intensidad que el primero) han estado siguiendo estas instrucciones (que no
estaban en sus programas electorales, como tampoco estaban los recortes de
gasto público), aprobando tres reformas laborales cuyo principal objetivo
(nunca explicitado) era precisamente reducir los salarios. Y lo han conseguido.
¿Han estado los salarios subiendo demasiado?
Para que pueda sostenerse esta postura de que los salarios han
crecido demasiado, hay que analizar cómo estos evolucionan en relación a la
productividad. Si esta última crece menos lentamente de lo que crecen los
salarios, entonces la economía de un país puede tener un problema. Pero si
observamos los datos (lo que raramente se hace) se puede ver que en todos los
países de la Unión Europea la productividad, durante el periodo de la crisis
iniciada en 2008, ha crecido más (y en España mucho más) que los salarios. Los
únicos países en los que los salarios han crecido más que la productividad han
sido Alemania (sí, Alemania), Francia y Bulgaria, tal como documenta Ronald
Janssen en su artículo “European Wage Depression Since 1999”, Social Europe
Journal, (30.05.14). Como promedio, en la Unión Europea, la productividad ha
crecido un 4,3% durante este periodo, mientras que los salarios han subido solo
un 2,4%. En realidad, en España los salarios han descendido, siendo de los
pocos países en los que ello ha ocurrido. La gran mayoría han visto incrementar
los salarios, aunque menos que la productividad.
Pero lo que es interesante subrayar es que lo mismo ha ido
ocurriendo en la mayoría de países de la Unión Europea durante el periodo
anterior al inicio de la crisis, es decir, durante el periodo 1999-2008. Como
promedio, la productividad creció en la UE un 13% durante este periodo,
mientras que los salarios crecieron solo un 8%. En Alemania, los salarios en
2008 eran un 2% más bajos que los existentes en 1999. En este país, la
diferencia entre el crecimiento de la productividad y el crecimiento salarial
durante el periodo 1999-2008 fue de 9 puntos porcentuales. En España, fue de 15
puntos porcentuales, en Grecia de 27 y en Polonia de 40
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