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lunes, 16 de junio de 2014

EL ATAQUE FRONTAL AL MUNDO DEL TRABAJO



EL ATAQUE FRONTAL AL MUNDO DEL
 TRABAJO
VICENÇ NAVARRO

Una de las constantes cantinelas del pensamiento neoliberal promovido por la Troika y por sus aliados –los gobiernos conservadores, neoliberales y socioliberales de la Unión Europea- es que hay que bajar los salarios a fin de aumentar las exportaciones y así salir de la crisis. Como es de esperar, los mayores medios de difusión reproducen este mensaje miles de veces, en su campaña orientada a crear una opinión popular favorable a estas políticas. La Comisión Europea, una vez más, ha publicado una serie de propuestas, señalando la importancia de que bajen los salarios. Algo semejante ha ocurrido con el Fondo Monetario Internacional y sus recomendaciones para salir de la crisis. Constantemente se acentúa que los salarios, y muy en particular los salarios de los países periféricos de la Eurozona (GIPS, Grecia, Irlanda, Portugal y España-Spain) han estado subiendo demasiado, lo cual ha causado o contribuido a que estos países tengan las grandes dificultades que presentan.
Por supuesto, tanto el Banco Central Europeo como el Banco de España, así como la patronal bancaria, han enfatizado también que los salarios son demasiado altos, dificultando la recuperación económica. Para complementar esta lista, las grandes empresas del IBEX-35 también han añadido su voz a este coro, instruyendo a los sucesivos gobiernos españoles para que hagan algo para forzar este descenso salarial. Y los gobiernos Zapatero y Rajoy (este último con más intensidad que el primero) han estado siguiendo estas instrucciones (que no estaban en sus programas electorales, como tampoco estaban los recortes de gasto público), aprobando tres reformas laborales cuyo principal objetivo (nunca explicitado) era precisamente reducir los salarios. Y lo han conseguido.
¿Han estado los salarios subiendo demasiado?
Para que pueda sostenerse esta postura de que los salarios han crecido demasiado, hay que analizar cómo estos evolucionan en relación a la productividad. Si esta última crece menos lentamente de lo que crecen los salarios, entonces la economía de un país puede tener un problema. Pero si observamos los datos (lo que raramente se hace) se puede ver que en todos los países de la Unión Europea la productividad, durante el periodo de la crisis iniciada en 2008, ha crecido más (y en España mucho más) que los salarios. Los únicos países en los que los salarios han crecido más que la productividad han sido Alemania (sí, Alemania), Francia y Bulgaria, tal como documenta Ronald Janssen en su artículo “European Wage Depression Since 1999”, Social Europe Journal, (30.05.14). Como promedio, en la Unión Europea, la productividad ha crecido un 4,3% durante este periodo, mientras que los salarios han subido solo un 2,4%. En realidad, en España los salarios han descendido, siendo de los pocos países en los que ello ha ocurrido. La gran mayoría han visto incrementar los salarios, aunque menos que la productividad.
Pero lo que es interesante subrayar es que lo mismo ha ido ocurriendo en la mayoría de países de la Unión Europea durante el periodo anterior al inicio de la crisis, es decir, durante el periodo 1999-2008. Como promedio, la productividad creció en la UE un 13% durante este periodo, mientras que los salarios crecieron solo un 8%. En Alemania, los salarios en 2008 eran un 2% más bajos que los existentes en 1999. En este país, la diferencia entre el crecimiento de la productividad y el crecimiento salarial durante el periodo 1999-2008 fue de 9 puntos porcentuales. En España, fue de 15 puntos porcentuales, en Grecia de 27 y en Polonia de 40
 

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