LAS SICAVS EN PARAÍSOS FISCALES DE SUS EUROSEÑORÍAS
HUGO MARTÍNEZ ABARCA
Hace dos años y medio escribí un apunte titulado “El plan de
pensiones de sus señorías” a raíz del plan de pensiones privado (en el BBVA) al
que el Congreso de los Diputados contribuía como parte del salario de los
diputados. Entonces también fueron diputados de Izquierda Unida quienes dieron
un paso que nadie esperaba en ningún otro grupo: Alberto Garzón y Cayo Lara,
primero, y todo el grupo inmediatamente después, renunciaron a él; poco
después, supongo que con cierto rubor, el Congreso canceló el plan para todos
los diputados.
Decía en aquel apunte que uno de los problemas de ese plan es
que incentivaba a los legisladores en una determinada dirección: su situación
personal mejoraría no si mejoraban las pensiones públicas sino si mejoraba el
IBEX, si la fiscalidad de los planes de pensiones privados era favorable… Es
decir, generaba unos intereses en los diputados que podían tener menos peso que
sus principios pero, oye, mejor que sus intereses estén del lado de la mayoría
popular y no del IBEX y el BBVA. Eso que algunos llaman antipolítica o
populismo a veces no es más que intentar que no se coopte a los representantes
del pueblo.
En el caso del plan de pensiones que destapó la inmensa
periodista Alicia Gutiérrez en Infolibre, muchos eurodiputados tenían un plan
de pensiones al que contribuyó el Parlamento Europeo en una SICAV en
Luxemburgo, paraíso fiscal central de la UE. De nuevo IU ha sido la única en
responder. No ya en responder a la altura, que también, sino en responder. En
poco más de 24 horas de gran convulsión interna, el compañero Willy Meyer pidió
que se le sacara de ese fondo y presentó su dimisión como eurodiputado y como
miembro de la ejecutiva de IU. Algo que todo el que conozca a IU un poquito
sabe que es poco menos (o algo más) que un terremoto y que dice mucho de la
generosidad del paso dado por el compañero Willy Meyer. En el resto, nada. Ni
Elena Valenciano, ni Arias Cañete ni Rosa Díez han dicho esta boca es mía. Ni
tampoco Montoro, ministro de Hacienda del Reino de España que también participa
en ese plan de pensiones en una SICAV en un paraíso fiscal tributando (por
llamarlo de alguna forma) al 0.01%.
Se juntan aquí dos asuntos.
De nuevo el de los incentivos. Evidentemente con un plan como el
explicado, un eurodiputado no tendría demasiado interés en castigar las SICAVs,
luchar contra los paraísos fiscales dentro y fuera de la Unión… Eso es
evidente. Por ello, que salgan beneficiarios del plan diciendo que todo es
legal es un disparate: ¡claro que es legal! ¡como que quienes tenían que
legislar en contra estaban beneficiándose!
Pero en este caso asalta un segundo problema gravísimo. El que
podríamos llamar de “ejemplaridad” o más bien de imperativo categórico. Es
decir, ¿qué pasaría si todos hiciésemos lo mismo? Si todos los ciudadanos
normales nos juntásemos y pusiéramos lo poco que podamos y nos lo llevásemos a
una SICAV en Luxemburgo a tributar a un 0.01%. Evidentemente el país caería
pese a que la mayoría de los ciudadanos tenemos poquísima capacidad de ahorro.
Pero si toda la que tuviésemos la evadiéramos del fisco español (cumpliendo la
ley o no, a efectos fiscales da lo mismo) el país se hundiría. Que eso lo hagan
los Botín y los Borbón saltándose la ley es normal: están en el otro lado, son
a los que tenemos que combatir y para eso sirve la democracia, para que los más
nos impongamos a los menos por poderosos que sean éstos. Que eso lo hagan los
supuestos representantes populares hace que se sitúen en la orilla de los que
saquean el país, es decir, de los enemigos del pueblo.
El PP ha salido diciendo que todos sabían que el plan de
pensiones era una SICAV en un paraíso fiscal. Lo que diga el PP tiene en el
terreno de la verdad un recorrido más bien escaso. Pero supongo que al menos
compromete al PP. Pues bien, según el PP Montoro sabía que el plan de pensiones
al que estaba contribuyendo era una SICAV en un paraíso fiscal. Esto es, un
instrumento para el saqueo de las haciendas públicas de los países con
fiscalidades más o menos decentes. Es decir, para el saqueo de la hacienda de
la que él es ministro, por ejemplo.
Hemos asumido tales niveles de sinvergonzonería que nadie pedirá
la dimisión de Montoro. Y tras él del resto de eurodiputados que ahora tengan
cargos en el PP, PSOE o UPyD. Porque conscientemente o no (los del PP
conscientemente según dice el PP de todos los eurodiputados) participaron en un
instrumento para el empobrecimiento de nuestro país. Menos banderitas
rojigualdas y más patriotismo como el que ha demostrado IU alarmándose y
zanjando toda responsabilidad exigible.
*Hugo
Martínez Abarca es autor del blog Quien Mucho Abarca
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