EN UNA TORRE Y RODEADOS DE ESPEJOS…
Graciliana Montelongo
Amador
En canarias y por desgracia, en los
últimos meses no solo se quemaron árboles, casas y animales… Se quemó también nuestra confianza en los hombres que utilizan
la política a su antojo. Últimamente se confirma mucho más esta situación. Lo que se escucha, se ve, se siente, sobre la lucha interna (que
ya es externa) de algunos políticos, es
denigrante. La disputa por estar en lo
más alto (de su partido) produce
situaciones sucias. Todo por el poder. Ciegos por el egoísmo, se
olvidan del pueblo. De los que están
sufriendo por su ineptitud. Se olvidan
de que hoy, mucha gente no tiene ni para comer. Miran para el lado que les
conviene. No quieren ver, que muchos
jóvenes van a la deriva. Obligados, en
parte, por la situación económica. De que
muchos niños de canarias se alimentan gracias a la caridad de la gente. Gracias a
caritas diocesana y a centros de
acogida, pero esto también se acaba. La mayoría de estos centros, tienen listas de espera de gente
sin recursos. Se ven desbordados. También las
casas de acogida de mayores, reclaman, porque no se sostienen. ¿Qué hacemos con nuestros
viejitos? Los que un día, con su voto, los pusieron donde están (no en la
torre) ¿Los tiramos a la calle? Todos, llegaremos a ser viejos (a no ser que te mueras antes)
Ignoran la situación de nuestros trabajadores (los que todavía tienen
trabajo) muchos de ellos son tratados como esclavos. No cobran su
sueldo, ni las pagas extras, cuando les pertenece y de eso, se aprovechan los cicateros,
los bancos (por si fuera poco) Al no pagar las empresas cuando corresponde, el
trabajador no puede ingresar su dinero a tiempo para saldar sus pagos ya sean
recibos o préstamos. Y aunque solo pase un día, son impunemente, devueltos. Incrementado su coste. Por ejemplo:
Si la cuota que pagan es de 100€, pasa a
incrementarse en 30€ más. Lo que supone para el cliente que si le devuelven
tres, o más recibos, se le monta en 90 € a beneficio de los usureros, los bancos y que le restan, al miserable sueldo,
que ganan la mayoría de los canarios. Y esto,
aunque le haya solicitado el
cliente y por favor, que le cambien los días de cobro. Tanto al banco, como a la entidad o empresa donde tienen la deuda. Ellos le
contestan que no pueden cambiar nada
(claro, si lo hacen dejarían de llenar
aún más sus arcas) Da vergüenza esta situación, da vergüenza ver cómo está
todo, da vergüenza que pidan a los
agricultores que no abandonen el campo, mientras, se subvenciona lo que viene de fuera. Las frutas, verduras, alimentos… Que no cumplen muchas de ellas con las normativas que requiere la comunidad. Y
al ganadero, al agricultor, al empresario de aquí, le exigen tanto que no puede
mantenerse. Así nuestra
cultura, la forma de vivir, nuestro paisaje, desaparece a pasos agigantados. Pero entonces, que podemos mostrar al turista que nos visita. Da pavor ver, que la mayoría de los productos que
compra y consume el viajero sean casi
todos del exterior. Y recuerdo que
nuestra economía depende casi, en su
totalidad (80%) del turismo.
Nuestra tierra, Canarias, no puede
soportar esta mala gestión, por más
tiempo ¿Pero a qué, están jugando? ¿Y quién se los permite? Así no se levanta una nación, ni la economía, para tener un bienestar social. Es inconcebible, es imperdonable, que algunos,
de nuestros políticos vivan en una
torre. Rodeados de espejos, que solo reflejan su yo… Mientras
el pueblo agoniza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario