En el día Mundial de la Salud, alarmante retroceso en
el derecho a la Salud y a la Vida
INTERSINDICALCANARIASALUD
Este 76 aniversario de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y, como
cada siete de abril, se celebra el Día Mundial de la Salud. En esta
ocasión, el tema es “Mi salud, mi derecho”. En todo el mundo,
el derecho a la salud de millones de personas está cada vez más amenazado. Los
conflictos como la invasión de Palestina y el bombardeo por parte de Israel de
hospitales, el asesinato, además de la población civil, de sanitarios y
pacientes con la inhibición complaciente de los organismos internacionales como
la ONU y Occidente, devastan vidas y causan muerte, dolor, hambre y angustia
psicológica.
El cambio climático nos quita el derecho a respirar aire limpio y se cobra una vida cada cinco segundos. El tema de este año fue elegido para defender el derecho de todos, en todas partes, a tener acceso a servicios de salud, educación e información, así como a agua potable, aire limpio, buena nutrición, vivienda de calidad, condiciones ambientales y de trabajo decentes.
INTERSINDICAL CANARIA , que, junto a la defensa de los trabajadores
de la Sanidad, trabaja cada día defendiendo la salud como derecho fundamental,
reitera un planteamiento que abogue por el reconocimiento de la imperiosa
necesidad de una sanidad pública, universal, gratuita y accesible para el
conjunto de la ciudadanía, al tiempo que advierte que, este gobierno, como
los anteriores, con los datos de listas de espera y la situación de colapso
asistencial existente en Canarias, arrastra a la sanidad pública a un
mayor deterioro y contradice frontalmente los planteamientos y el lema para
este día de la OMS.
Sobre unos devastados servicios públicos en base a los recortes presupuestarios
y de plantillas, la gestión de la pandemia, tanto en el estado español como en
Canarias, dejó miles de muertos, a lo que hay que añadir el funesto drama de
los centros de la tercera edad. La Covid evidenció las notables
deficiencias en todos los ámbitos de la sanidad y hizo patente la necesidad
urgente de forjar sociedades sostenibles y comprometidas con la consecución de
una salud equitativa, tanto ahora como para las generaciones futuras, sin
sobrepasar los límites ecológicos. A pasar de la dramática y funesta
experiencia sufrida, nada se ha hecho para afrontar los nuevos y previsibles
embates pandémicos.
Por otra parte, todas aquellas personas con patologías que no
fueron atendidas ni controladas durante la Pandemia por estar dedicados los
servicios de salud íntegramente al abordaje de la misma, hay empeorado su nivel
de salud física y mental, mientras los sistemas sanitarios siguen colapsados,
ahora porque, al mantener las deficiencias, no son capaces de atender problemas
de salud que, en muchos casos, se han complicado y cronificado hasta el punto
de causar muertes evitables.
Canarias, con el peor servicio sanitario público del estado y la sociedad
más enferma
Canarias no es una excepción. El resultado en nuestro país son las mayores
listas de espera quirúrgicas, para especialistas, pruebas diagnósticas, falta
de camas de hospitalización y una Atención Primaria y unos Servicios de
Urgencias colapsados, con un empeoramiento de la presión laboral sobre los
trabajadores, además del parasitismo de la sanidad privada auspiciada, antes
por el PSOE y, ahora, por el gobierno del PP y CC. Sus decisiones políticas
están favoreciendo, a pasos agigantados, el desmantelamiento de los sistemas
sanitarios públicos a través de la privatización, entregando ingentes
cantidades de dinero de los impuestos, patrimonio de las clases trabajadoras
populares y salario diferido de las mismas a las empresas privadas y compañías
de seguros que negocian con la salud al tiempo que, crean ineficiencias y
desprestigian a los sistemas sanitarios a golpe de mala gestión.
Todo ello contribuye a que tengamos la población más enferma del conjunto
del estado español. Pero también se da la circunstancia de una mayor
morbimortalidad en aquellas patologías consideradas prevenibles con adecuadas
políticas de educación sanitaria, como pueden ser Diabetes, Obesidad y
Enfermedades Cardiovasculares y que guardan relación con el alto porcentaje
(más de un 40% de ciudadanos en exclusión social) de pobreza y desigualdad. Es
precisamente la falta de recursos suficientes lo que condiciona los hábitos
alimentarios a los que se puede acceder, producto todo ello de una situación de
bajos salarios, bajas pensiones y altísimos niveles de precariedad laboral y
desempleo con la cesta de la compra de alimentos saludables más costosa del
actual marco europeo, agravado en la última fase con la brutal subida de los precios
de los alimentos y la energía. En el otro lado de la balanza, Canarias resalta
en el conjunto del Estado en privatizaciones de servicios sanitarios y en la
cuantía de las partidas presupuestarias destinadas a concertar servicios.
A ello hay que añadir que hablamos de un territorio
calificado como extremadamente sensible desde el punto de vista de la crisis
climática. Todo relacionado con un modelo de desarrollo basado en la
especulación urbanística, en la superpoblación, en el monocultivo turístico, acompañado
del desmantelamiento del sector primario y cualquier otro tipo de tejido
productivo, como podría ser sustituir el consumo de combustibles fósiles por el
uso, a través de la autogestión, de renovables.
Desde
INTERSINDICAL CANARIA, añadimos que, un pilar fundamental es la existencia de
unos servicios públicos, especialmente de salud, equilibradores, accesibles,
bien financiados y dotados de recursos humanos y materiales, adecuados a la
situación específica y a un territorio fragmentado. Se hace estrictamente
necesario para atender a la salud en sus vertientes biológicas, psicológicas y
sociales, además de la mejora de las condiciones socioeconómicas, potenciar
todos los niveles de atención, desde la Primaria hasta la rehabilitación y la atención
a la dependencia.
Como ciudadanos, tenemos que defender con uñas y dientes
nuestra vida y nuestro patrimonio, utilizando las medidas de presión necesarias
para obligar a estos nefastos gobernantes, independientemente de su ropaje
ideológico, a defender nuestros servicios públicos, a replantear el modelo
económico, recuperar el tejido productivo y el sector primario, donde la
economía esté al servicio de las personas y se centre en la salud pública y el
bienestar de la población.
sábado, 6 abril, 2024
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