CAMPAÑA
Salvemos al Sector
Primario:
¡Declaración de Emergencia
Alimentaria Ya!
Las protestas de los agricultores
europeos y peninsulares, a la que parece que también se suman los canarios,
obliga a la ciudadanía a tomar postura en una cuestión tan importante como el
derecho alimentario, en especial en territorios como Canarias, muy dependiente
del exterior, con una alta demanda y una superpoblación creciente, con recursos
naturales limitados y contingencias añadidas como los transportes o la energía.
En relación con el Sector Primario
canario, el Gobierno de Canarias, en Resolución de 16 de febrero de 2023, que
dispone la publicación del Acuerdo por el que se aprueba la Estrategia Canaria
de Soberanía Alimentaria, dice lo siguiente (citamos textualmente, el
texto en cursiva):
“El
sector primario canario, ha perdido peso como actividad económica producto de
la desagrarización de las islas (…) y de la orientación hacia una economía de servicios sustentada en la
actividad turística que ha conducido a un modelo alimentario excesivamente
dependiente del exterior;
El sector primario ocupa, pues, una posición de debilidad en el sistema agroalimentario, con relaciones comerciales verticales y asimétricas entre los distintos operadores, habiéndose producido un trasvase de rentas y de participación en la toma de decisiones que ha pasado sucesivamente del sector primario a la industria agroalimentaria y actualmente a la distribución”.
En el mismo texto, el Gobierno de
Canarias observa también:
“Pérdida
de superficie agraria fértil y de hectáreas de cultivo (...), desaparición de
explotaciones agrarias (...), descenso del empleo, escasez y precio elevado de
recursos esenciales como la tierra y el agua, caída de la Renta Agraria
Regional, entre otros indicadores”.
Así las cosas, el Gobierno de
Canarias propone como primer objetivo, estratégico: «Incrementar el peso de la producción local en la cadena alimentaria,
contribuyendo a la soberanía alimentaria» La realidad en cambio dista mucho
de lo que propone la Estrategia Canaria de Soberanía Alimentaria aprobada por
el Gobierno en 2023. Sin ir más lejos, representantes
canarios de ASAGA y de COAG, al hilo de las movilizaciones que se están dando,
denunciaban en la Cadena Ser a inicios de febrero que algunos grandes
supermercados no están pagando a los agricultores en el tiempo establecido,
produciéndose una demora muy gravosa que incumple la Ley de Cadena Alimentaria.
También denunciaban que solo están recibiendo a lo sumo un 30% del valor final
del producto agrario, quedando nada menos que el 70% para los distribuidores y
otros intermediarios.
En la misma línea, el secretario general de la Asociación de
Agricultores y Ganaderos de Canarias (ASAGA) Theo Hernando, denunciaba la falta
de agua y sus consecuencias, en el digital Tiempo de Canarias del 1 de
octubre de 2023. En zonas como el norte de Tenerife especialmente, afirma el
representante del sector, la escasez de precipitaciones debida al cambio
climático ha provocado que el agua de los embalses haya caído en picado, a lo
que se suma la alta demanda de agua para turismo y población residente, o el
hecho de que el agua en Tenerife sea privada, propiedad de los históricamente
llamados “aguatenientes”, resultando costosa y generando fugas importantes por
falta de mantenimiento de muchas galerías y canalizaciones. Esta situación
mantenida de falta de agua deriva, según Theo Hernando, en que muchos
agricultores estén al borde de la quiebra, debiendo asumir pérdidas económicas
importantes. Palabras textuales: “un
crecimiento urbanístico que no ha ido acompañado de un aumento de
infraestructuras hídricas. Esto ha provocado un desequilibrio (…). Tenemos la densidad poblacional más alta de
Europa y no tenemos asegurada al menos el agua para la agricultura. Esto no
parece un país del primer mundo”.
Preocupante también lo que apunta el representante
de ASAGA cuando habla de la mala calidad del agua que suministra el Cabildo: “Sin duda hay un problema de escasez pero
también de calidad. Hay muchos agricultores del municipio que utilizan agua
potable para regar aguacateros porque con el agua de las balsas de Baltén se
secan los arboles”.
Theo Hernando concluye con un pésimo vaticinio: “No es un sector atractivo para la
población joven, está muy envejecido. Ya no es una cuestión de agua o no agua,
sino que en menos de diez años nos vamos a quedar con menos de la mitad de la
producción que tenemos en Canarias”
Con este panorama de máximo
riesgo, lo que encontramos por parte de nuestras administraciones son muchos
textos de cara a la galería donde se habla alegremente de Soberanía Alimentaria
y apoyo a la agricultura local, pero la realidad es que, ya lo vemos, no hay
soluciones al problema del agua o al del pago justo a los agricultores, y el
Gobierno de Canarias además aplica una
reducción porcentual del 16,72% a las partidas de Agricultura, Pesca y Alimentación,
en su presupuestos para 2024. De igual modo el Gobierno Central en las ayudas
por la sequía recientemente repartidas entre las CCAA, de 269,7 millones de
euros totales dedica a Canarias únicamente 18.614 euros.
Con todo, ante un panorama tan grave, cuando
Canarias apenas produce el 20% de los alimentos que consume, haciéndonos
dependientes totalmente del precio de los transportes y de lo que se produzca
en el exterior, expuestos a que cualquier crisis o conflicto internacional nos
deje sin abastecimiento, consideramos urgentísimo trabajar para aumentar la
agricultura local canaria, para lo cual, según lo que apuntan diferentes
expertos en la materia, habría que actuar como mínimo en estos tres frentes:
I.- En el
sector turístico y la demografía: 1) ante el sobreconsumo y el
despilfarro de agua de una población residente y turística en continuo aumento,
en detrimento del agua necesaria para el riego, consideramos urgente limitar el
consumo de agua y hacer un uso sostenible de la misma en zonas turísticas y
núcleos urbanos residenciales; 2) aprobar Moratoria turística y a la
construcción que frene la superpoblación y el consumo insostenible de recursos;
3) aprobar Ecotasa con cuyos beneficios financiar desaladoras y otros recursos
importantes; 4) fomentar a través de contratos negociados y obligaciones, que
los hoteles consuman mayoritariamente productos locales (Km-0, sostenibles), en
lugar de traer los alimentos de fuera por vía multinacional alimentaria.
II.- En
el acceso al agua: 5) avanzar en el desarrollo de plantas de
regeneración y reutilización de aguas; 6) puesta en funcionamiento de más
desaladoras, en especial, para evitar el alto consumo energético, las
desaladoras que proponen científicos reconocidos como Roque Calero, con
suministro de energía por renovables; 7) cambiar la Ley de Aguas de Canarias,
para poner el agua al servicio del interés
general y evitar la sobreexplotación de los acuíferos, en aras de un mayor
control y una estrategia hídrica que no nos lleve al colapso; 8) fiscalización
pública de la gestión privada del agua, en islas como Tenerife y La Palma.
III.- En
la rentabilidad del sector agrícola: 9) aplicar la Ley de Cadena
Alimentaria, para evitar la especulación de intermediarios y distribuidores, y
que los agricultores reciban un precio acorde a su trabajo y costes; 10)
aumentar las partidas públicas en lugar de reducirlas, para mejorar la
productividad, enfocado especialmente a pymes y autónomos del sector; 11) crear
cooperativas agrícolas públicas que faciliten la gestión y abaraten los costes
al agricultor;
Y por supuesto (12), que se declare en
Canarias oficialmente la Emergencia Alimentaria, con el
fin de poner los problemas del Sector Primario y el encarecimiento de la cesta
de la compra en el primer plano de la agenda política y social, y tomar cuantas
medidas sean necesarias.
Escrito para su remisión a
diferentes autoridades e instituciones autonómicas, insulares, estatales y
comunitarias.
Febrero de 2024,
PLATAFORMA CANARIA FRENTE A LA
EMERGENCIA ALIMENTARIA
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