TANGO D` LAS MADRES LOCAS
MAITÉ CAMPILLO
”Fue durísimo
cuando asesinaron a Azucena, a Esther y a Mary. Las secuestraron, las
torturaron, las violaron y las arrojaron vivas al río (Quedamos en el mayor
desamparo, con una gran soledad y nadie quería volver a la Plaza, las familias
nos decían): No sigan más, qué están haciendo, las van a matar a todas. Fuimos
casa por casa para convencer a muchas madres de que volvieran y volver a
empezar”
Hubo un tiempo en el que se relegó la lucha
Paso a paso fueron cercando
prácticamente toda Américalatina, y como en Euskal Herria, todo el E. español,
Portugal tampoco se quedó atrás rebajando principios; partidos de clase y
organizaciones políticas fueron atrapadas por hilos de vértigo y escalofrío,
vinculándose a una democracia por sorpresa que nunca ocuparía su lugar en la
historia, prolongando la corrupción gubernamental entre instituciones
dependientes estatales y autonómicas, dejando atrás caso de El Salvador,
Colombia, Chile (entre otras culturas) su historia de resistencia y combates
más directos, uno de los más importantes períodos en común en lucha tenaz
contra la represión; aferrándose a gran escala a la legalidad que ataría de
pies y manos su ideología, doblegadas a distintos niveles de compromiso, al poder
único, contra un derroche mágico de sueños y principios de revolución de clase
que les había caracterizado. Paso falso en la historia y vuelta atrás en el E.
español sobre un intransitable período de escalofriante decadencia, arrasando
el hervidero cultural organizado entorno a las organizaciones políticas
comprometidas hasta las propias Asociaciones de Vecinos, hipotecando
prácticamente todas su futuro a la legalidad de principios, apostando por el
entretenimiento entorno a los derechos humanos, entre negociaciones estériles,
de alienantes alianzas y alternativas en son de paz, hermandad y resignación.
Tiempo en que el luchar formaba parte de la vida diaria no solo de la
vanguardia más revolucionaria, de todos los pueblos en conjunto a uno y otro
grado de compromiso como un seguimiento de instinto de naturaleza propia
seguido del entorno entre montañas implicadas, vías, caminos y ríos
desencadenando el torrencial en busca de salidas al salto del oleaje y
conquista sobre el terreno usurpado, en todo su ancho vaivén y furia de mar
bramando su espacio, su calle y su plaza por todos los que borraron del mapa`
Todos los jueves del año a las once la mañana, junto a la plaza de mayo, con
lluvia frío o calor, te esperaré vida mía frente a la Casa Rosada, la espina de
tu mirada clavada en mi corazón: cantó el inolvidable andaluz Carlos Cano (como
Enrique Morente a Iraq, Euskadi…) su tango a Las Madres locas.
Argentina estuvo a la cabeza de
las luchas con un discurso firme y contundente, resultando inadmisible RENUNCIAR,
a la posibilidad de que sus hijos estuvieran vivos. No encajaba en su ideario
distanciarse de los sueños revolucionarios que habían sido asumidos por ellos,
por los desaparecidxs, su resistencia no se basó en el simple cumplimiento y
presencia fueron más allá; más allá de los partidos que presumían de izquierda,
de la propia institucionalidad y su democracia, más allá de formalismos siempre
más allá de todo reconocimiento hueco y participación de pactos, sobre una paz
que no hace justicia ni rehabilita sus hijos a la vida cual si no hubieran
nacido nunca. Formaron las coordenadas creando barricadas abriendo nuevos
cauces y alternativas de vida y lucha un mundo al margen del viejo mundo. Las
Madres se impusieron en las calles como un contracuerpo, una muralla, una
ofensiva, avivando al unísono toda esperanza por otro mundo posible, y fundaron
las bases acercando un futuro que pudiera haber sido inmediato: una universidad
abierta al mundo, una cultura antagónica al poder del crimen, talleres y aulas
de formación, bibliotecas, asambleas, eventos, presencia en las calles y en
medios de comunicación; e inauguran ruinas, dando sentido a las fábricas
vacías, talleres desocupados, lonjas y casas sin vida dando cuerda a la
historia, con su radio y señal televisiva contra la ruindad del poder absoluto.
Hebe de Bonafini sin duda fue una de las ejemplares, madre de dos hijos
desaparecidos, y una nuera, que nos involucró e hizo recordar la soledad en que
dejó las calles la dictadura. La soledad con la que buscaron Los Desaparecidos
aquellos primeros años, esculpiendo la vida, rompiendo el silencio, el
despertar de los dormidos, con el deseo ansioso de volver a tener sus hijos
entre los brazos. Imponiéndose al miedo batallaron aporreando puertas calladas,
y haciendo frente a la tempestad represiva, Hebe entre un puñado de Madres,
viajó uniendo luchas y se enfrentó al monstruo. Y si por un lado se dice pues
nadie duda de ello, es cierto que tuvo el apoyo del kirchnerismo, por el otro
se enfrentó sin pelos en la lengua al Gobierno de Mauricio Macri, y Alberto
Fernández. Implacable en un momento determinado fue motor de historia, abrazó
otro mundo posible, aprendió de otras culturas, valoró luchas y líderes como
Fidel Castro en Cuba, hasta asumir la lucha de liberación de otros pueblos como
Euskal Herria, denunciando el hacinamiento de presos políticos en las cárceles
de la “democracia española” declarando al inicio del nuevo siglo en que
vivimos: ”España es un estado terrorista, los presos de ETA son para el mundo
un ejemplo de dignidad y resistencia”. Posiciones disonantes para muchos a
kilómetros de distancia de organizaciones moderadas y hasta conciliadoras que
la enfrentan a Abuelas de Plaza de Mayo-linea Estela de Carlotto. Y Carlos Cano
cantó coplas de amor y silencio, con vida se los llevaron, y con vida los
queremos.
Resumo la nota sobre Argentina de
‘Seúl’ ANTI-DICTADURA, PRO-DEMOCRACIA.
De ella resalto lo que de alguna
manera pasó (con la democracia) en relación a Las Madres lo que en el E.
español con respecto a Euskal Herria. Resaltan por sobre todo que el corolario,
más falso de todos, era el que suponía que cualquiera que se hubiera opuesto a
la dictadura era un demócrata. La cristalización más evidente de ese equívoco
según su análisis fue la figura de Rodolfo Walsh, celebrado utilizándolo cada
Día del Periodista como un adalid de la libertad de prensa. Por el contrario a
lo largo de toda su trayectoria política según ellos jamás valoró la democracia
o los derechos humanos, de hecho su entereza en Cuba lo pone muy en manifiesto
especialmente con su apoyo al régimen en contra de los intelectuales
disidentes. Según dicha descripción Walsh fue valiente e inteligente en su
lucha contra la dictadura al menos más inteligente que sus camaradas de armas.
Su objetivo no fue la democracia resultante, sino un régimen en donde los
derechos humanos, eran una rémora de un sistema agotado. De la misma manera
analizan a Hebe de Bonafini con su titánica tarea, exponiendo la acción de los
militares en el gobierno mientras se ponía en riesgo a sí misma, ayudando a
erosionar la imagen de las Juntas, cuando se decide que ya no iba a reclamar
específicamente por cada hijo desaparecido, sino que iba a adoptar una forma
más general y politizada. La necesidad de quedar vinculada al sueño revolucionario
de Los Desaparecidos, fue más urgente que nunca, como dice Luciana Bertoia en
su obituario: Hebe se sentía más cómoda definiendo a las Madres como una
organización política que como un organismo de derechos humanos. Su sector dejó
de llevar los nombres de los hijos en los pañuelos y ya no portaban la foto de
cada uno de sus desaparecidos: se socializó la maternidad. Todos y todas eran
sus hijos. Tampoco aceptaban las exhumaciones de los cuerpos, que reclamaba el
resto del movimiento de derechos humanos “El revolucionario nunca muere”, dice
en Ni el flaco perdón de Dios, de Juan Gelman y Mara La Madrid. Para Bonafini,
según Bertoia, no había entre Alfonsín y la Junta Militar un salto cualitativo;
su enérgica verborragia llegó a asociarlo con la represión ilegal en estas
declaraciones expresadas cuando falleció: El Doctor Alfonsín dijo que las
Madres éramos ‘antiargentinas’, que nuestro discurso por los desaparecidos, que
para él eran ‘terroristas’ porque él fue el que operó todo el tiempo con la Teoría
de los Dos Demonios ‘unos iguales a los otros’ hablando de guerra sucia. Acá no
hubo una guerra ni hubo terrorismo. El terrorismo fue el del Estado, el
Terrorismo de Estado que él defendió. Así, más allá de la (brutalidad) sigue
describiendo Luciana Bertoia con que fueron expresadas las intervenciones
públicas de Hebe, contra Alfonsín y el nuevo orden democrático, su simpatía nos
dice con los terroristas etarras que provocó un escándalo con España, la
celebración del atentado islámico a las Torres Gemelas, entre otras, no fueron
exabruptos sino expresiones políticas muy claras y precisas, que conectaban el
mundo del cambio de milenio con las ilusiones revolucionarias de los años 70.
Retomo la palabra propia para
aludir un hecho disonante en la vida de Hebe, según mi punto de vista un tanto
gris que muchos y muchas silencian, es su estrecha amistad con el ‘demócrata’
juez Baltasar Garzón destacado en la Audiencia Nacional, por su odio a todo
activismo político de resistencia que etiquetaron como izquierdismo terrorista,
su odio en esos momentos fundamentalmente contra ETA, por ser prácticamente la
única organización política que se resistía a desaparecer. Juez de argumento
‘fácil’ carente de rigor rallando el simplismo del populismo fascista «todo es
ETA» el gato y el cascabel, la lechera, el tabernero y el cura aunque votara al
PNV (que ya es decir), el perro también sospechoso y sobre todo el collar que
le distinguía, las gallinas tampoco se libraron mirando con lupa el resplandor
de los huevos que aportaban, y de las vacas ni les cuento el control ejercido y
desconfianza con que observaba ley en mano sus movimientos entorno a los
caseríos, las veía como el ojo de la cerradura donde ocultar todo un pueblo, y
de paso a toda persona que no era vasca pero que se sentía atraída y solidaria,
duro con ella; dudaba hasta de la gente del mundo a lo lejos que manifestara
alguna simpatía, y a todo movimiento que surgía del sector joven apoyando su
causa, ¡a por ellos! En fin que le descomponía el higadillo ver tanto joven que
no estuviera bajo su control ajenos a la democracia y le florecieron como el
relámpago los rayos llenando de canas el cabello, y confundió, el saludo en
euskera con la metralleta la palabra ‘y’ con ETA, y así sucesivamente majadero
creyó ver el enemigo en su propia sombra «todo es ETA»
o sea que todo vasco era
sospechoso incluso los que votaban al PP y PSOE. Y empezó irrumpiendo
protagonista de su ley y su guerra particular ciego de irritabilidad,
pretendiendo una persecución como Hitler contra los judíos (sobre todo de
izquierdas) a los más ‘protegidos’ como si fueran empresarios del PNV los dejó
escapar a ocupar el poder sobre Israel, crear el sionismo y el MOSAC, hermanado
con la OTAN, Pentágono y Servicio de Inteligencia de Inglaterra ¡Mucho menos
peligrosos que las organizaciones independentistas vasca y palestina! (Para el
juez prota de la galaxia Hollywood a la gala de un Óscar). Su desazón
destructiva sobrepasó el Amazonas de tal caudal, que sentía tras los talones el
fin del mundo de no acabar con ellxs, convencido que su empatía política y
desarrolló social fusionaría a la sociedad en un frente político. Y lo que él
quería era un Frente Mediático Democrático y Financiero, que asumiera sus
aventuras a destajo, como perro del hortelano.
Comer aquél día aunque no fue el
único con Joseba Macias en el comedor de los trabajadores del diario, y
ocuparse las instalaciones con 200 policías, formó parte del adiós a la nave
del polígono Eziago de Hernani a la que solía acudir, y la digestión durante
días se revolvió de indignación. Latinoamérica a la espera de los encuentros
con Cuba, Argentina, Nicaragua, El Salvador, Colombia, Venezuela… lo sufrió del
mismo modo: 4.40, miércoles 15 de julio de 1998, las órdenes del juez Baltasar
Garzón toman las instalaciones del diario Egin y Egin Irratia, dando paso al
proceso judicial que lleva a la cárcel once de sus más destacados responsables,
que supuso uno de los golpes más duros de la democracia, el cierre definitivo,
de ambos medios. Forzaron la puerta de la rotativa entre ellos iba el juez
Baltasar Garzón, titular del Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia
Nacional, al que acompañan su parodia, varias cámaras de vídeo. El operativo
fue ambicioso, ampliándose a los otros centros de trabajo de Bilbo, Iruñea y
Gasteiz. Xabier Alegría, miembro del Consejo de Administración de Orain S.A.
–editora del periódico y radio– tuvo el ‘privilegio’ de ser uno de los primeros
detenidos <<Me llevaron a la redacción y fue entonces cuando empecé a
darme cuenta del alcance de la operación. Ver allí a Garzón con toda su
parafernalia mediática y, sobre todo, a la policía manipulando la rotativa era
una clara señal de que sí se habían atrevido. Nos habían cerrado Egin>>.
Otros medios irían cayendo bajo sus ordenes; toca al diario vasco ‘Egunkaria’
editado en euskera con unos 50 mil ejemplares para toda Heuskal Herria, por
igual la editorial Ardi Bertzale y dos revistas más ‘Ardi Beltza’ y ‘Kale
Gorría’ sufrirían la investida del ególatra arribista que creyó ser la ley en persona.
Ilegaliza Gestoras pro-Amnistía y otras organizaciones sociales y políticas con
detenciones, imposición y tortura una tras otra Batasuna, Jarrai, Ekin, Xaki,
Segi, Haika… Acosado por la furia de la pedantería desarrolló el caos de forma
enfermiza y demente, sus coreografías y espejismos tomaron la ofensiva
egocéntrica, obsesiva y represiva de la forma más indigna animado por la ley
del pim pam pum. Su cacería no tuvo límites en interrogaciones y palizas,
necesitaba más alternativas a su meta y abrió la veda en Catalunya, 38
independentistas sufrieron persecución acusados de pertenecer a Terra Lliure;
arremete y lanza una vez más el puuummm aprobando la tortura e incomunicación a
los detenidos en las dependencias de la Guardia Civil. Garzón es feliz,
desarrolla y siente crecer del lado más oscuro del corazón su Dios omnipotente,
y encarnando de golpe los tres reyes magos repartió represión, cárcel,
disolución de organizaciones y cierre de medios de información. Colabora en
coordinación con la más estrecha represión de interés gubernamental y ebrio de
desenfreno idealiza a lo Aquiles, consejos y fórmulas de exterminio, avala
testimonios arrancados bajo tortura disparado a encarnar el Führer en política.
Este singular juez, llamado Baltasar Garzón, fue candidato a diputado por el
PSOE en 1993.
Maité Campillo (actriz y
directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)
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