miércoles, 2 de febrero de 2022

¡ BASTA YA!


¡ BASTA YA!

QUICOPURRIÑOS

 

Se acabó la diversión, llegó el Comandante y mandó a parar……

          Así empezaba la canción, esa que de jóvenes cantábamos, como un himno a la Libertad, y, en fin, podríamos decir cuánto nos equivocamos entonces. Pero ahora quien llegó, para también mandar a parar, es el Covid.

          Y sí, todo se detuvo, porque la atención era y es exclusivamente para él y todo lo relacionado con él. La mascarilla, los horarios, la distancia social. Se pararon las reuniones y las fiestas de pueblo, las comidas de amigos y familiares, se acabó el la próxima en mi casa o en la tuya. Y se colapsaron las urgencias, los Centros de Salud y los Hospitales, porque las listas de espera ya ni existían, solo se hablaba y atendía a una enfermedad, a un virus, a un bicho llamado Covid. Si te contagiabas, máxima prioridad, pero si eras tan vulgar, tan tradicional, tan pobre que pillabas una enfermedad de la de antes, de las de siempre, de las conocidas….entonces estabas sentenciado. Y es que de Covid, si te da fuerte te

mueres, pero dignamente, en poco tiempo, pero, y si coges ,cómo se llama, un Aries, un Virgo, no coño, ¡un Cáncer! Entonces, más te vale que tengas los recibos del Ocaso al día, porque, ninguneado en los Centros de Salud, eso si logras que te den cita por teléfono para una revisión, pasarán los meses sin que llegue esa esperada  prueba que podría evitar lo, en algunos casos,  inevitable, pero en otros igual sí y, más pronto que tarde, te podrás ir pa´l carajo, a reunirte con los parientes que se marcharon antes que tú, aunque ellos a su hora, porque la tuya no debería haber sido esta.

          Y soy ahora yo la que grita, con voz desgarrada, porque la rabia contenida que me acompaña, esa por ver que lo que pudo haberse hecho  no se hizo, esa que me encoje el estómago me obliga a decir : ¡se acabó la diversión, esto se ha de parar!, no es excusa el colapso por el Covid,  porque los otros enfermos  también lo son y tan dignos, como cualquiera, de recibir al menos, la misma atención, el mismo cuidado, el mismo mimo. Me conmueve cualquier fallecimiento, como a la que más, pero no puedo evitar pensar, ¿se pudo haber evitado? ¿Cuántos vecinos, amigos, hermanos, están falleciendo por falta del cuidado debido y no engrosan la lista de fallecidos oficiales por el Covid?  ¿Es que en este País nuestro no se puede morir ya de otra cosa? , o si la endilgas por una enfermedad  corriente, ¿no te  incorporan ni a ninguna estadística?

Pues hora es ya de alzar la voz, de decir  todos fuerte ¡¡Basta Ya!!, para que a los que por suerte o desgracia, no les de el Covid, puedan sobrellevar su enfermedad, la que les toque, con  la esperanza y la confianza de que serán atendidos como un enfermo más, como un ciudadano más, como un canario más.

          En Santa Cruz de Tenerife, el mismo día en que mi querida amiga One se puso la tercera dosis de la vacuna.

 

                                                                     quicopurriños

 

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