FEDERALES

 

FEDERALES

AIZPURUA tar JOSU Mª

Algunos barones del PSOE comienzan a reconocer que el TITULO 8º constitucional es una ensoñación sin pies ni cabeza y se agarran a su programa de carácter federal. Otros, los infiltrados y lobbystas, callan como muertos y esperan a que los felipistas digan alguna sandez por boca del icono del galismo, para secundarle.

Pero todo es en vano si no se aborda la clave del asunto: la plurinacionalidad del Estado.

Estado y no España, denominación cajón de sastre para, Imperio, Fascismo y Democracia, que camufló al castellanismo prepotente y colonizador, bajo el título de “español”. ¿Cuándo se fundó “España”? ¿Quiénes la constituyeron? ¿Bajo qué presupuestos?: nunca y menos de forma democrática salvo ese 78 origen despreciado de muchas cosas.

Hoy la casta, siempre beneficiaria del invento territorial, pretende seguir con él, aunque su orientación, su territorio y sus poblaciones: nunca fueron iguales.

Mantener en el siglo XXI la españolidad de Canarias, Ceuta y Melilla, es simplemente mala fe o ignorancia. ¿Para cuando la descolonización? Moderna a lo siglo XXI pero retorno a la natural situación de pueblos diferentes a los que la “españolización” no aporta nada.

Pero el territorio peninsular admite más posibilidades para; castellanos, vasco-navarros, gallegos, catalanes, andaluces, y (cántabros, murcianos, riojanos, extremeños, etc.) para que nadie se me enfade que no es este el objeto del escrito. Unir estos territorios bajo el prisma unidimensional de la casta siempre fue imposible y controlado por la crueldad de la represión.

No vale con denominaciones estúpidas como Comunidad Autónoma, Nación de Naciones (camión de camiones, je, je), y ocurrencias similares. Pero la idea del PSOE, el Federalismo, siempre fue una opción razonable que la comunidad internacional valora.

Confederación o Federación es el primer obstáculo que se presenta derivado del sentimiento nacional. ¿A qué nación se sienten unidos los territorios? Los españolistas de cualquier territorio lo serán a la nación española, realmente castellana, por lo que su grado de federación será de descentralización administrativa y no debe ofrecer problemas, ni ventajas.

Creada esa España Federal, el problema seguirá con vascos, gallegos y catalanes, cuyas poblaciones significativas mantuvieron por los siglos su condición nacional, y su posible adhesión a la España Federal, lo sería a título de Confederación (Vasca, Gallega, o Catalana).

El problema es sentimental y semántico y ello nubla inteligencias y despierta rencores y venganzas.

Todos los medianamente inteligentes, saben que es lo que son y lo que no son. Pero algunos prefieren mantenerse prepotentes y negar al vecino sus sentimientos de pertenencia y obligarles a admitir los propios. Craso error, inmenso error, por el que 5 siglos de decadencia nos contemplan con millones de muertos en la pugna y desastres tras desastres.

Pero no mareen la perdiz, señores del PSOE: ustedes saben esto.

Tampoco inventen que ya todo está inventado en cuestión territorial, ni se escuden en que Europa se convulsionaría ¿y qué? Si debe convulsionarse que se convulsione, pero el progreso no debe pararse. Resolver la territorialidad del Estado español s. XXI es algo primordial para salir de la cuesta abajo que lleva al fondo a sus ciudadanos.

Poco entusiasmo levantan entre los descendientes guanches, a los que remataron quitándoles su historia y convirtiéndoles en burgaleses o esclavos. Un país sin ciudadanos con igual dignidad es un país sin base, condenado al fracaso y al rencor. Una inteligente relectura de la Historia como base de federación, es receta interesante, pero creo que poco apropiada para el españolismo, donde de cada diez uno piensa y nueve embisten.

No les creo señores del PSOE que vivieron felices en el PPSOE y miraron al cielo con los GAL. Solo la UE podría emprender un proceso federalizante con solvencia. Y el español que piensa debe ponerse a ello desde la barrera, para protegerse del embiste.