75 AÑOS DE LA BARBARIE HUMANA
POR WILLIAM MARINO
Tras el desastre.Panorámica de cómo quedó la ciudad después
de la explosión
De civiles más grande de la historia de la humanidad. Eso ocurrió el 6 de agosto de 1945, a las 8 y 16 de la mañana sobre una ciudad apacible del Japón, Hiroshima. Ciudad de 343.000 habitantes, sería la primera, pero no la única, en sufrir un ataque atómico, trayendo como la muerte en el acto de unas 100.000 personas y con el correr del tiempo unos 250.000 civiles mas. De ellos el 99 % eran civiles. Por este crimen de guerra jamás fueron juzgados nadie, ni los ideólogos, ni los autores materiales o sea los que llevaron a cabo dicha operación de este crimen de lesa humanidad.
La primera bomba
atómica que se lanzara sobre Hiroshima, tenía la fuerza de 18 mil toneladas de
TNT, fue lanzada por un avión B29, bautizado con el nombre de “Enola gay”.
Dicha bomba iba en una gran caja metalica que fue dejada caer desde una altura
de 8.000 metros, para que explotara cuando estuviera a unos 300 metros de
altura, resultando así más mortífera. En ese entonces Hiroshima tenía una
extensión de unos 18 Km. Cuadrados. La ciudad para la época y el momento era
todo bullicio, el ritmo de la actividad ciudadana ya había comenzado. Los
centros de enseñanza habían ya comenzado sus clases, los hospitales estaban en
pleno funcionamiento. Tranvías, buses y la gente caminaba rumbo a sus lugares
de trabajo o estudio. A unos treinta Km. De Hiroshima un observador ve a dos
aviones en dirección a dicha ciudad, al comunicar, estos creen que se trata de
un avión de reconocimiento y no se da la alarma de ir a los refugios
antiaéreos.
La preparación del
avión y su tripulación, al igual que la construcción de “esa arma que sería la
mayor arma de destrucción que crearía la mente humana”, se realizo con el mayor
de los secretos. La bomba al decir del comandante del B29, coronel Paul W.
Tibbets, “había que cuidarla como sus ojos, pues costaba más que un portaviones
“y así era pues se había gastado más de dos mil millones de dólares de esa
época. Todo esto formaba parte del “Proyecto Manhattan”, cuyo director era el
General de Brigada Leslie R. Groves. En este Proyecto se trabajaba desde
octubre de 1942, los integrantes habían sido seleccionados en el más riguroso
secreto, bajo apercibimiento del que “se fuera de la lengua” seria enviado a
una corte marcial, con fusilamiento asegurado. El lunes 16 de junio de 1945, en
el desierto de Nevada, en un lugar llamado por los indígenas, “Jornada del
Muerto” a las 5 h. 29 m. 45 s. se experimento por primera vez una explosión
atómica, es decir es decir la desintegración del átomo. Fue su presentación en
sociedad, con periodistas incluidos, en el más riguroso secreto. La caja con la
bomba se instalo en un pedestal a unos 30 metros de altura, su explosión
produjo un cráter de 7 metros y medio de profundidad y una nube que se elevo a
mas de 12 mil metros de altura. Además de romper vidrios a 400 km.de distancia.
La observación de la detonación se realizo por parte de los 425 invitados desde
un bunker de concreto, ubicado a 35 Km. del lugar de la detonación. Los
invitados eran científicos, técnicos, militares, 2 periodistas. Todos ellos
bajo la dirección del General Leslie Groves. Lo que allí se vio solo duro “una
milésima de segundo”. Un periodista observador dirá después: “era una luz de
otro mundo, una luz de un solo sol, pero el brillo de muchos soles. En una fracción
de segundos una nube subió a mas de dos mil metros, subiendo cada vez mas hasta
tocar las nubes”. El científico Robert Oppenheime, llamado el padre o creador
de la bomba atómica escribió “me he convertido en la muerte, el destructor del
mundo”. Solo los militares mostraron su alegría y entusiasmo, ante el poder
enorme de la bomba atómica, entre ellos el Brigadier Thomas Farell que dice:
“podemos calificar muy bien los efectos, como algo sin precedente, magnifico,
hermoso, estupendo y terrorífico. Nunca se había producido un fenómeno de un
poderío tan espantoso que fuese obra del hombre”.
Con todos estos
antecedentes es que parte el Enola Gay, desde un aeropuerto, no sin antes
recibir, un bautismo y/u oración de parte del Capellán católico del ejercito William
Downey donde pedía a dios la protección, con las siguientes palabras: “padre
todo poderoso. Tú que escuchas las oraciones de los que te aman, te rogamos que
acompañes a aquellos que hollaran las alturas de tu cielo y que llevaran la
batalla a nuestros enemigos. Te rogamos que los cuides y protejas en su misión.
Que todos nuestros enemigos al igual que nosotros conozcan tu poder. Para
finalizar dando gracias a Jesucristo. Amén”.
Con la bendición de
dios, partió el bombardero B29, rumbo al Japón, eran las 2 h. y 45 m. El avión
sobrevoló Hiroshima y eran las 8 h. 15 m. y 20 s. cuando se abrieron las
puertas del depósito dejando caer su carga mortal. Estaba previsto que la misma
detonara sobre el puente de Aioi, aunque la misma detono a unos 300 metros de
la superficie, encima de la clínica Shima. Eran las 8 h. y 20 s. En una
fracción de una milésima de segundo, la temperatura paso a ser de más de 6.000
grados murieron en forma instantánea unas 100.000 personas, Todas las personas
que se encontraban en un radio de unos tres kilómetros, sufrieron quemaduras en
todo su cuerpo. Aunque murieron casi la totalidad de las personas que se
encontraban en un radio de 10km. contando desde la clínica Shima. Aunque los
EE.UU. dirá que un tercio de los muertos eran soldados, se supo que los muertos
eran el 99 % civil. Del edificio de la clínica Shima nada quedo y sus ocupantes
todos se esfumaron. De los 200 médicos que había en la ciudad murieron 180,
1.800 enfermeras murieron o quedaron gravemente heridas. Hospitales solo
quedaron tres de los cincuenta y cinco que había en Hiroshima. Los niños y
mujeres se les adhirieron sus ropas en sus cuerpos calcinados. Las calles
cercanas al epicentro de la explosión estaban al rojo vivo. Toda la barbarie
humana se dio cita en Hiroshima, como se dará cita en Nagasaki tres días
después.
Ese día sembraron
el miedo, el terror y el sometimiento, al pueblo Japonés. Ese día el ejército
de los EE.UU. festejo y condecoro a sus valientes soldados………
WILLIAM MARINO
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