JM AIZPURUA
En mis años mozos,
un gerifalte del Régimen fascista publicó su veredicto: “El crepúsculo de las
ideologías”. Pretendía que ya lo ideológico era algo del pasado y “lo que hay”
es el resultado de la Historia, y si te tocó un sitio malo: te jodes. Este
visionario social, era Gonzalo Fernández Mora, al que hoy con su idéntico
discurso rememora el portavoz de VOX, valga la redundancia, pero no su
discurso.
De un plumazo y sin
argumentos, pretenden cercenar la Historia de la Humanidad, la lucha de clases,
la rebelión de las masas, el reparto del Poder; es decir las ideologías.
Pues no es lo mismo
creer en sociedades segmentadas en ricos y pobres, que, en sociedades
igualitarias, donde hoy también hay ricos y pobres, pero no tan pobres y con
horizontes de progreso. Las ideologías, más vivas que nunca y más inteligentes
hasta que llegó Trump, se enfrentan con sordina, pero dividen a la Humanidad e
incluso dan lugar a las Dos Españas; la de los ricos y sus 293 milmillonarios
con 23 adalides, y la de los que sufren al fin de mes, con una capa social de
indefinidos “clase media” que no son conscientes que su destino es caer en la
pobreza.
En la Sociología, se
entiende la ideología como un conjunto de ideas que llevan a creencias
colectivas para enfocar el ordenamiento social humano. Las ideologías orientan
los modos de actuar sobre la realidad colectiva, ya sea sobre el Sistema
general de la sociedad o en cualquiera de sus campos específicos, en lo
económico, lo social, lo científico y tecnológico, lo cultural, la moral, religión,
medioambiente, todos, relacionados al bien común y la felicidad social y que en
la actual sociedad 2020; se aglutinan en la política.
La base de la
política es la ideología.
Y ante una sociedad
desigual, donde sin mérito, por la fuerza física primero y económica después,
una facción se apoderó de los resortes sociales para su exclusivo beneficio y
dice que no hay otra manera de ser social ¿Lo damos por bueno? O nos planteamos
la sociedad igualatoria, holística, sin clases y donde no pueda haber ricos si
existen pobres de solemnidad.
Este dilema social
son las ideologías, muy vivas en la salida del C19, pues el quebrado Sistema78
necesita de una renovación y la ideología de sus arquitectos marcará el futuro
de las nuevas generaciones.
Partimos de lo que
hay, pero sin aceptarlo más que para cambiarlo. No caben ya las guerras, donde
casi nadie iría al frente, hoy es la negociación y consenso el camino adecuado.
Pero los innumerables submarinos que los Lobys han incrustado en el arco
parlamentario desnaturalizan cualquier consenso. El movimiento 15M es la única
organización que surgió al margen de la casta, pero, ya han pasado asuntos que
pueden hacer tambalearse la inocencia inicial. Pronto veremos la orientación de
sus posturas ante la nueva realidad que la casta plantee con el señuelo de post
C19.
Vivimos momentos de
frustración, pero también de esperanza. Ya no se puede mantener la ficción de
la España Una, el olvido de la esclavitud, los durmientes en las cunetas, un
nuevo tiempo se avecina y, necesariamente, será diferente y la casta deberá
aflojar las riendas para que el caballo no se desboque. Los necios de la
cacerola no tendrán sitio en el nuevo tiempo.
Pues hoy nos
movemos entre dos ideologías:
Conservadora y
Progresista.
·
La Conservadora, hoy camuflada de
neocons, todo ardid es bueno para que no se la relacione con el “es lo que
hay”, que es el resultado de “lo que hubo”. Y lo que hubo fue explotación,
esclavismo, y apropiación por la fuerza de los recursos naturales en favor de
una elite, casta, que dejó en la miseria a sus coetáneos. ¡hay que conservar
los privilegios!
·
La Progresista, que desde siempre
lucha contra el abuso, la explotación y la defensa del bien común. Con mucha
lucha, logró la abolición de la esclavitud, la jornada de 8 horas, el voto
femenino, la sindicación obrera, el divorcio, y lucha por la exclusión de las
trabas a la libertad de religión, raza, nacionalidad, y continúa por encontrar
el camino de recobrar a los excluidos del Sistema.
Colóquese usted
donde más le convenga.
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