LA NIÑA DEL
ESPEJO
Saúl
Schkolnik
La niña del espejo
me mira muy callada
cuando yo
sin decir nada
me paro frente a ella.
Pero se aleja si me
alejo
y si me acerco, se
acerca.
¡Qué niña tan terca!
Aunque
la encuentro muy
hermosa,
¿saben una cosa?…
Parece que se aburre,
porque no se le ocurre
ninguna idea propia:
¡Todo, todo me lo
copia!
¡Hasta usa mi vestido!
¡Qué se habrá creído!
Sonríe si sonrío,
¿Ven?: me imita.
¡Y claro!, tirita
cuando tengo frío.
Se enoja mucho
si me enojo.
Pero entonces
yo le cierro un ojo
y ella me hace un
guiño
con tanto cariño…
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