Por Eduardo Sanguinetti Filósofo
1. La Política del Intelectual: un mito
Un intelectual puede tener muchas razones para comprometerse. Si estas
razones son útiles para ayudar a la gente que sufre, para contrarrestar
amenazas, para trazar nuevos rumbos, entonces esos criterios son bastante
claros.
Los intelectuales, desempeñan también, un papel siginificativo en la
creación de la imágen de la actualidad, sin embargo, estos han elaborado una
versión bien diferente de sus específicas funciones, subordinándose en todas
las instancias al poder.
En este período de la historia, cierta "intellegentsia" se ha convertido, en amplia medida, en una especie de 'clero secular' al servicio del poder y de las instituciones del poder.
Esta "intelligentsia" se presenta ante la sociedad como
disidente, iconoclasta, independiente, haciendo pensar a la población que su
posición es adversa al sistema. Un análisis apropiado de los hechos revela que
estas características se pueden aplicar sólo a unos pocos intelectuales que,
por otra parte, son objeto de calumnia, vilipendio o marginalización y en las
sociedades más violentas, simplemente se los suprime o elimina.
2. El intelectual al poder - Adoctrinamiento y medios de comunicación -
La "intelligentsia" al servicio de este sistema creó una
ideología explícita para justificar lo que fue llamado por Walter Lippmann:
"fabricación del consenso" o "la planificación y manipulación
del consenso" de Edward Bernays. Dicho mecanismo es considerado de capital
importancia en esta sociedad, llamémosla democrática, en la que las masas no
pueden ser controladas directamente por la fuerza o por la violencia explícita.
Esta manipulación se efectúa a través de los medios de comunicación social
(gráficos, electrónicos, virtuales) que son de un inestimable valor para la
fabricación del consenso.
Bajo diferentes modalidades se elabora un sistema de adoctrinamiento que va
teniendo éxito, y la "intelligentsia" desempeña un papel central en
ello, aunque siendo realistas, habría que decir, un papel subordinado, ya que
el poder que ella sirve, radica por supuesto en otras instancias.
El poder real, sabemos, yace en manos de las corporaciones capitalistas
económicas, que controlan todo aparato de gobierno y a sus funcionarios.
Una de las maneras en las que este poder omnímodo se manifiesta, es en el
control de la denominada "información", la que es construida en las
corporaciones económico mediáticas, que dibujan la realidad, además de estar
asimilados los intereses de estas corporaciones, al del sistema capitalista.
En las grandes corporaciones económico-mediáticas, trabajan los denominados
"periodistas" y "reporteros", al servicio de estas
corporaciones, cual mercenarios rentados, sin el coraje, la autodeterminación,
la dignidad, la voluntad y la responsabilidad que implica informar con
veracidad y libertad a la comunidad, acerca de los sucesos que se suceden y son
la noticia de actualidad, que devendrá en un futuro, no calculado, en ser la
historia de nuestro tiempo.
Aquellos con pertenencia a una instancia ética, con voluntad de
manifestarse en libertad y dignidad, sin censura, ni condicionamientos, son
marginados, silenciados y hasta asesinados, por el sistema que todo lo controla
en nombre de la 'falsa información' que el pueblo consume, en general a gusto.
Uno de los mecanismos mas eficaces usados por la apropiadamente
disciplinada "intelligentsia", es el mecanismo de 'disentimiento
aparente'. En este sistema se estimula la controversia,pro dentro del marco de
ciertas presuposiciones. Estas jamás se expresan abiertamente en un sistema de
propaganda adecuadamente concebido, pero definen los límites de lo que la
burguesía considera una opinión responsable.
Esta técnica de disidencia aparente, contribuye notoriamente a la
fabricación del consenso, con resultados espectaculares, en una población
anestesiada, manipulada y seducida por los valores prostituidos del consumo sin
límites, el horizonte de la 'fama y el éxito' conseguida a cualquier precio.
El resultado es la destrucción de toda práctica de disidencia y la
imposición del consentimiento pasivo y del conformismo temeroso, en las
comunidades del planeta, que ya alcanza niveles aterradoramente notorios. No
olvidemos que la publicidad de productos, confeccionados por las corporaciones,
solo invierten en publicidad, en los medios que adhieren al sistema capitalista
y neoliberal. Está absolutamente vedado, por razones obvias que no publicitarán
en los medios que no adhieren al regimen.
3. El intelectual independiente: un estatuto imposible
¿Cómo es posible todo esto?
Una larga experiencia de censura, de renunciamiento, de exilio interior, me
hacen no poder dejar de abarcar estas cuestiones.
Necesitaría escribir un libro, que hoy nadie publicaría, para describir
cómo un intelectual que se autodetermina, con coraje y dignidad, está
condicionado en Argentina, cómo se le quiere imponer el silencio, cuando sus
ideas, su obra, su vida misma, son molestas para los que detentan el poder e
incluso para los propios consumidores de la basura, que día a día, se publicita
desde todos los medios, incluso desde las marquesinas y afiches ubicados
en calles y autopistas, donde este mundo del espectáculo se promociona.
El resultado es claro: el repliegue a una posición anárquica, cuya
intensidad afectiva puede volverse inquietante, cuando la comprobación de la
impotencia oscila en el sueño de la omnipotencia.
Esta serie de exilios, esta posición marginal del discurso, determinan una
poética y una patética del intelectual independiente: una pérdida de noción de
realidad inmensa, una situación donde las ideas se tienden entre dos polos
extremos: entre el trabajo de la idea que absorbe la acción o, por otra parte,
la acción que absorbe la idea, vuelta imposible.
Una poética nutrida de estremecimiento frente a una realidad que muta en
una irrealidad, un despliegue a una posición al borde del silencio y una
tendencia a la ficcionalización permanente de lo real. En el terreno en el cual
se colocan los discursos individuales, cualesquiera que sean...incluso el mío.
Como siempre las notas de Eduardo son magníficas. Muestra con inteligencia sus puntos de vista. En cada nota se observa su estilo inconfundible donde su visión punzante, incisiva y personal se dejan ver en cada una de sus notas y comentarios.
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